Capítulo 1

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Era una mañana preciosa y con una bella sonrisa en los labios se encaminaba a la escuela. Las clases habían empezado hace unas semanas, pero había llegado de sus vacaciones en Francia recién hace dos días. Sabía que tendría que ponerse al día de inmediato; sin embargo, no le preocupaba. Esos días con su padre habían sido inolvidables; además, intuía que recibiría mucha ayuda de él. Era una pena que no estuvieran en la misma sección como los años anteriores no obstante tendrían mucho tiempo para pasarlo juntos.

La mañana le pareció increíblemente larga. Luego de unas horribles lecciones de matemáticas e historia del arte, tenían por fin un descanso; se dirigía rápidamente al comedor, ya que moría por verlo. Sin embargo, no tuvo que esperar más. Allí estaba, sentado en una de las bancas del patio sosteniendo un pequeño libro que en ese instante tenía toda su atención. 

Sintió como su corazón se aceleró al verlo y corrió para darle el encuentro. Notó como alzaba la mirada y dedicándole una bella sonrisa se puso de pie para recibirlo.

-¡KyuHyun! - se aferró fuertemente a él. Habían sido muy largos esos días separados.

-Hola RyeoWook...- sintió como le depositaba una suave caricia en su cabecita cubierta con ese pequeño sombrero – Que bueno que ya estés aquí. ¿Qué tal estuvo el viaje?

-Muy bien – no quería soltar a KyuHyun pero alguna gente alrededor comenzaba a mirarlos - Llegué hace poco  ¿me extrañaste?

-Por supuesto que si y lo sabes- no pudo dejar de notar que KyuHyun se había vuelto más atractivo en su ausencia, así como algo diferente en su mirada- ¿Me trajiste algo de París?

-Claro, nunca me olvidaría de ti- observó como KyuHyun le arreglaba los cabellos

-Sabes, me gusta que lo uses. Me hace recordar el día en que nos conocimos

-Lo sé - él también se acordaba perfectamente de aquel día

:::: Flash Back ::::

Hace unos meses que ella se había ido de su lado; no obstante, la extrañaba como si fuera el primer día sin su compañía. Cada vez que podía iba al templo y le gustaba pasar mucho tiempo allí, ya que era un lugar tranquilo donde podría encontrar algo consuelo para su triste corazón.

 Un día de esos se desató una intensa lluvia; había olvidado su paraguas en el auto, así que buscó un lugar donde refugiarse. Rápidamente encontró un salón con bellos mosaicos de cristal como ventanas; nunca lo había visto antes por lo que se fue acercando atraído por la curiosidad como por la perfección de la construcción. Fue aproximándose lentamente para luego colocar su mano sobre ellos. De veras que era un lugar maravilloso, pero parecía abandonado. No supo cuanto tiempo estuvo allí hasta que se percató de una sombra al otro lado y como esta apoyaba su palma contra la suya. Por un momento tuvo miedo, pero este pronto se esfumó para dar paso a una sonrisa cuando vio como la otra persona seguía todos los movimientos que hacía.

Y de esa manera comenzó; a partir de ese día venia puntualmente a reunirse con aquella persona y aunque muchos considerarían que era algo raro o aburrido, estar parado observándose u otras veces sintiendo su presencia a través del cristal sin poder verse, él no lo consideraba así. Era como tener un amigo, alguien que estaba siempre allí, esperándolo, acompañándolo; porque creía que no siempre las palabras eran indispensables para expresar los sentimientos.

Corría desesperadamente, las lecciones de piano se habían extendido más de la cuenta y apretando fuertemente en la mano el sombrero que le había colocado su maestro, hizo uso de las últimas fuerzas que le quedaban para llegar al salón; pero al alzar la vista, supo que había llegado demasiado tarde. No veía ese perfil en el lugar habitual, ¿Es que acaso ya no lo vería nunca más? Con una última ilusión buscó la entrada del salón, adentrándose en un oscuro pasadizo, cuando de repente lo vio. Una persona estaba parada junto a la puerta, tenía la cabeza gacha y parecía que estaba esperando a alguien.

[Yewook] Ni he Wo ~ A Song of Love ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora