Pasaron algunos días desde que Viktor y Horacio regresaron a Los Santos. Efectivamente, perdieron su vuelo de regreso original, por lo que llegaron doce horas más tarde de lo planeado, alegando que se habían confundido la hora de embarque por la diferencia horaria entre continentes.
Afortunadamente, Jack regresó dos días después que ellos, por lo cual, no debieron dar explicaciones mayores sobre su demora.
Luego de su vuelta, la vida continuó con una normalidad tan llana, que los días en la mansión podían hasta llegar a ser aburridos para quienes vivían cómodamente en ella.
A diario una sorprendente cantidad de correo era recibido en la mansión. La gran mayoría de cartas y paquetes eran destinados a Jack, pero primero debían pasar por las manos de su hijo Gustabo. Él era el encargado de diferenciar lo que era de importancia, de lo que podía ser ignorado o desechado. Jack no tenía el tiempo suficiente como para clasificar su correo el mismo, por lo cual, le había encargado esa tarea a su hijo hacía ya varios años.
Horacio caminaba hacia su habitación. Esa mañana le había hecho una visita exprés a su novio, por lo que, su humor luego de haber estado con él era más que bueno.
-Joven Horacio- Una de las empleadas lo llamó haciendo que se detuviera. -Su hermano Gustabo solicitó su presencia en su despacho.
El menor la miró desconcertado, Gustabo no solía pedirle nada.
-¿Te dijo para qué?
-No dio ningún motivo.
Eso lo dejó aún más confundido, debía ser algo serio.
-Bueno, gracias por avisarme Marion.
Desconcertado, Horacio cambió su rumbo y se dirigió hacia su nuevo destino.
¿Qué querría Gustabo de él? ¿Lo habría llamado en nombre de Jack? Asumió que probablemente le pediría que participara de algún negocio. No había muchas más opciones. De seguro lo dejaría a cargo de la próxima negociación y siendo honesto, eso lo aterraba, no creía poder lidiar con algo así sin ningún tipo de apoyo.
Sus divagues y conjeturas lo llevaron hasta el despacho de Gustabo. Tocó educadamente la puerta e ingresó tras escuchar un "Adelante".
Gustabo estaba de pie detrás de su escritorio con cara de tener pocos amigos. Su mirada frívola lo siguió por la habitación. Si su hermano por naturaleza no solía verse como el tipo más amigable que podías encontrarte, en ese momento en especial, hacía más que nunca honor a su mala fama.
-¿Pasa algo?- Horacio no terminó de acercarse a su escritorio cuando se detuvo para hablar.
-Toma asiento- Gustabo hizo un ademán señalándole la silla frente a él y Horacio comenzó a ponerse nervioso, notaba que estaba más raro de lo normal.
El de cresta avanzó hasta sentarse y se sintió pequeño bajo la mirada amenazante de su hermano que seguía de pie.
Con una parsimonia desesperante Gustabo abrió un cajón, sacó un sobre de papel madera y lo colocó sobre su escritorio. Horacio lo miró con el ceño fruncido.
-¿Qué es eso?
El joven no obtuvo respuesta alguna, su hermano únicamente deslizó el sobre hacia él sin decir más nada.
Horacio supuso lo que quería que hiciera, por lo que tomó el sobre y lo abrió.
Sus ojos no dieron crédito a lo que vieron. Su respiración se detuvo y un sudor frío le recorrió el cuerpo.
Fotos. Dentro del sobre había fotos, pero no eran imágenes cualesquiera. Él era el protagonista en ellas y también lo era Volkov.
Juntos protagonizaban lo que para cualquier otra pareja era el retrato soñado. Aparecían muy melosos en varias de las imágenes, donde se los veía abrazándose y besándose frente a la irrepetible Torre Eiffel.
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Zapretnyy plod (Fruto Prohibido) - Volkacio
FanfictionHoracio es hijo de Jack Conway, un multimillonario poseedor del monopolio de la venta de armas en Los Santos. Viktor Volkov lleva más de diez años trabajando como la mano derecha de Jack. Horacio lleva años desarrollando sentimientos por el hombre q...