Una vez ya la noche cayó los cuatro chicos charlaban animadamente mientras compartían lo que habían traído de comer, eso hasta que cierto pelinegro de filosos dientes resbaló su cabeza hasta el hombro del chico junto a sí.
Bakugou sintió el peso sobre si e instintivamente dirigió su mirada a la zona, encontrándose con la mata de pelo oscuro de Eijirou, quien respiraba rítmicamente indicando así que estaba dormido sobre él.
Pensó en empujarlo y despertarlo para que se fuera a acostar debidamente, pero finalmente no lo hizo y volvió a centrar su atención a la conversación que Sero y Kaminari mantenían. Hablando de una tal muchacha morena que conocían y hace un tiempo se había ido al pueblo en busca salir de aquella rutina que las montañas la mantenían atada a seguir.
Según la descripción que los chicos daban de ella Katsuki se puede armar una imagen en su cabeza, recordando esa vez hace un rato ya de cuando su madre le hablo sobre una tal Mina que había decidido viajar al pueblo, según ella aquella muchacha era nada más que una niña loca vestida de telas llamativas y con su rostro y piel tintada de machas por polvos rosáceos.
En ese momento le pareció algo curiosa, recuerda haberla visto algunas veces, como no lo haría si ella se reusaba a utilizar tonos oscuros o que sirvieran para camuflarse, al contrario, ella llamaba mucho la atención.
Se perdió en sus pensamientos que no mantenían sentido lógico, desde lo que tan solo aquella tarde había descubierto de parte del chico que descansada sobre él, hasta en como reaccionaría su madre si se enterara que esa muchacha extravagante era una conocida de sus amigos. Al menos así vagaba entre tantos pensamientos o escenas ilógicas hasta que escuchó la voz del rubio frente a él.
"¡Eh Bakugo! Nosotros nos vamos a dormir ya, te dejamos unas mantas extras libres para ti y Kiri"
"Recuerda apagar la fogata y por favor haz que Kirishima se acueste como las personas" Le siguió rápidamente la voz de Sero
Katsuki respondió con un "Si, como sea, ya saben que me encargaré de ello", seguido a eso viendo como los otros dos muchachos se recostaban en aquellas camas improvisadas y se acurrucaban entre las mantas que los cubrían.
Se mantuvo un rato en silencio, así hasta que escuchó ronquidos de parte de Denki y decidió que era mejor irse a dormir un rato y hacer que su acompañante se acostara bien. Sacudió al chico junto a él hasta despertarlo, hablando luego lenta y tranquilamente.
"Kirishima, ve a acostarte ¿Quieres?, yo apagaré la fogata"
Un quejido le llegó de respuesta, mientras el pelinegro se estiraba y bostezaba, levantándose así y dirigiéndose a aquella bola de mantas que tenían por cama.
Tal y como dijo el rubio se levantó a apagar la fogata con agua que ante ya habían recolectado con este propósito. Para una vez terminar bien con ello irse a dormir esa noche.
-
El tiempo pasó y por ahora aún era de noche, pero no en mucho más se haría de mañana. Eijirou fue el primero en despertar, recordando la propuesta que le había hecho hace horas atrás a con quien compartía ahora su secreto, decidiendo que era hora de cumplirla.
Se levanto con el cuidado de no pisar a Hanta, quien tenía el sueño algo ligero, todo lo contario a Denki. Se dirigió entre las mantas y ropa hacía donde Bakugou dormía, para así "delicadamente" despertarlo. Supuso que cumplió su cometido al recibir un gruñido y un "¿Puedes irte?" con la agravada voz que el rubio tenía por las mañanas.
El de cálidos ojos rubíes no se rindió hasta que tuvo a un adormilado Katsuki mirándolo sentado desde su lugar.
"¿No quieres ir a dar una vuelta antes que despierten los chicos?"
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Príncipe Dragón | Kiribaku
FantasíaRondando en las montañas de la tribu de los Firewalkers, hace ya muchas generaciones, existía aquella leyenda sobre un chico dragón. Él era un humano, al menos una parte de el, siendo su otra mitad de aquella mitológica criatura. Aquel chico estaba...