CAPITULO TREINTA

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HONOLULU, HAWÁI

Dipper se quitó los zapatos y camino hasta la playa, dejando a Bill hablando por teléfono

Habían decidido ir a pasear después de organizar la mayor parte de la fiesta,solo necesitaba paz

Sonrió al recordar a sus padres, cuando era un niño y no tenía una preocupación más que la de jugar al igual que ser feliz

El rubio colgó y vió con una sonrisa a su prometido,nunca pensó volver a sentir el amor otra vez hacía Masón,se acercó a él y lo abrazo por la espalda

Dipper se sorprendió,pero no dijo nada,dejo que el rubio lo abrazara,si darse cuenta empezó a derramar lágrimas,extrañaba a sus padres

Bill: ¿Qué tienes?

No hubo respuesta,sus padres no estarían orgullosos de él,por lo que hace, jugando con los sentimientos de personas

Bill: Oye

El rubio se paró enfrente de él y lo volvió abrazar, el castaño le correspondía,amaba a Bill,pero sabía que era un error,no quería lastimarlo

Jamás debió aceptar aquel juego de engaños, porque no midió las consecuencias de sus actos

No solo saldría lastimado él,si no los padres de Masón,Bill y talvez otra persona que no contemplaba él

Dipper: Te amo

El castaño soltó sin más, quería decirle la verdad,pero lo único que salió de su boca fue eso

Bill sonrió ante la declaración de amor, desconociendo absolutamente que no era Masón,si no otra persona quien se lo decía

Bill: Yo también te amo

Dipper se aferró al abrazo, aquello había dolido, porque sabía que ese amor no era para él

Ambos se quedaron abrazos a la orilla de la playa,el sol se encondia,esto terminaría mal para ambos

Dipper había hecho cambiar el mundo que rodeaba Masón y ahora reconocía su error,nunca debió dejar de actuar como él

No era su vida,no le pertenecía nada y lo olvido

DOS MESES MÁS TARDE

YOUR PLACEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora