Sentada miraba como las agujas del reloj se movian, el tiempo pasaba y el cambio que tanto deseaba nunca llegaba, hasta que cansada de la espera le pregunté a mi amigo el reloj: A que hora sere feliz? Y el con una sonrisa y mirada perdida me contesto: ya es tarde, tu tiempo se ha agotado, ahora solo espera, el dia en que tus ojos dejen de mirarme, el dia en que ya no respires, el dia en que nunca mas despiertes, ese dia, seras feliz.