La persistencia de las personas tercas, muchas veces les ha orillado a tener éxito en lo que desearon alguna vez.
Pero...
¿Qué pasaría si la terquedad de uno choca con el otro?
¿Qué pasa si dos tercos se sostienen en lo suyo?
Entonces... ¿Quién gan...
Ese día se le hizo demasiado tarde en la cafetería, tuvo que limpiar todo el local solo porque su compañero había perdido un familiar cercano y debía estar en el funeral.
Soltó un suspiro sintiendo el crudo frío golpearle fuertemente la cara. Odiaba el frío porque era muy susceptible a las bajas temperaturas. La nariz se le ponía roja al igual que las mejillas y la cara completamente pálida, pero lejos de verse adorable KiHyun pensaba que se veía ridículo.
Quedó quieto en una vereda para cruzar la calle y de tanto frío que tenía empezó a mover un poco el cuerpo en la espera del semáforo. Vio de reojo que alguien más alto se puso a lado suyo, pero no le prestó importancia y siguió en lo suyo con los dientes ya tiritando de tanto que le afectaba las ráfagas de frío.
Para sorpresa, sintió que un cálido abrigo le cubría desde la espalda y levantó instintivamente la mirada encontrándose con el rostro del chico. Parpadeo varias veces, desconcertado por el gesto que tuvo de darle su abrigoㅡ ¿perdón? ¿Me conoces?
El hombre de blanca piel sonrió y acabó riendo, negando despuésㅡ no, pero ese abrigo me molestaba. Ya empezaba a sentir calor y veo que tú lo necesitas, así es que, espero lo aceptes.
ㅡ No, no puedo aceptarlo ㅡ intentó quitarse el abrigo y le fue impedido por él.
ㅡ Quedátelo, en verdad no lo necesito.
Guardó silencio por un momento, perdiéndose en esos preciosos ojos que poseía.
❝ Que lindo color de ojos... ❞
Acabó regalándole una sonrisa y quitó su teléfono pensando en algoㅡ lo aceptaré si me dejas devolvértelo. ¿Me puedes dar tu número?
Internamente festejaba porque lo que tenía pensado le resultó exactamente como en la cabeza ideó. Su intención era conseguir justamente el número del chico y esa era una buena estrategiaㅡ Oh, claro ㅡ luego de dictar su propio número de teléfono, le sonrió.
ㅡ ¿Cómo te agendo? ㅡcuestionó dulcemente, levantando la mirada.
ㅡ Cho Seung-youn.
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ㅡ Ah... Cho Seung-youn... ㅡ guardó el contacto colocando entre paréntesis "abrigo"ㅡ hablaremos luego. Tengo que llegar a casa temprano ㅡ habló rápido por el nerviosismo de tratar con un chico así de guapo y atlético. Ni cuenta se había dado que semáforo se había puesto a favor de los vehículos. Avanzó un pasó pero rápidamente fue estirado de la muñeca por la misma persona que le ofreció el abrigo. Se ruborizó bastante por eso y solamente lo miró por mucho tiempo al igual que él.
ㅡ ¿Quieres que te acompañe hasta tu casa mejor? ㅡ murmuró manteniendo también la mirada en él, apreciando ese precioso rostro.
ㅡ No hace falta... Es mucho desde aquí.
ㅡ Está bien, tampoco tengo mucho que hacer.
Ahí KiHyun no supo qué más decir y solamente rió suave bajando la mirada de él para después asentirㅡ de acuerdo, puedes acompañarme hasta casa así te devuelvo el abrigo también...
