Zenda

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-Epílogo-

La presentación de Zenda en Midgard

Sentada sobre el muro de uno de los balcones del palacio, unos ojos heterocromáticos observaban directamente hacia el puente Bifröst en espera de alguna actividad que indicara la llegada de sus padres, pero nada pasaba. Sus pies colgando desde su posición hacia el vacío, suspiro meneándolos y después volvió a mirar hacia delante buscando algo en el lugar, con la mirada perdida en el cielo viendo las aves volar frente a ella.

Desde ese lugar se podía apreciar por completo el reino entero de Asgard, su abuelo siempre la subía a su hombros cuando era más pequeña y la hacía observarlo todo, todo lo que ella debería cuidar y proteger cuando creciera.

El viento corrió algo fuerte y su cabello largo fue ondeado obligándola a desviar la mirada hacia abajo y por esa acción logró ver a su amigo, sonrió al encontrarlo, por un momento considero bajar de ahí para hablar con él en lo que esperaba, pero en eso frente a ella el puente Bifröst dio indicios de funcionar girando levemente la cúpula y el alfiler al final, como si Heimdall supiera que pronto alguien volvería.

Sonrió amplio "Llegaron" pensó emocionada.

Sonriendo se levanto sobre el balcón donde antes reposaba, se giro para quedar de espaldas al vació con su mirada hacia dentro del lugar que quedaba a sus espaldas anteriormente, miro hacia atrás vio el suelo lejano y después sonrió decidida. Cerró los ojos y se dejó caer.

Al castaño con luces que estaba hablando con otros guardias antes de entrar a su entrenamiento casi le da un infarto al ver como su amiga caía sin parecer detenerse, trago grueso cuando vio como ella casi llegaba al final sin hace nada, pero justo antes de golpear el suelo desapareció desvaneciéndose frente a él y los demás guardias del lugar. Un vacío en el suelo había sido creado y este se la tragó.

Dentro de la cúpula dorada, una joven cayó de rodillas justo tras Heimdall, se levantó de inmediato aparentando que nada había pasado, se arregló el cabello y la ropa, pero antes de que ella hablara, la voz de Heimdall se le adelanto.

-Buenos días princesa, ¿otra vez tratando de romper el suelo con tus huesos?

-Buenos días Heimdall y jaja, no eres gracioso -se sobó las rodillas y después caminó hasta quedar a un lado de él- ¿Me viste?

-Claro que la vi, también vi el golpe que te metiste -volteo a verla y ella en respuesta frunció el ceño. 

-No me dolió -respondió encogiéndose de hombros- Solo fue un mal cálculo -habló- ¿Son ellos verdad? -él asintió- No les digas que estoy aquí -corrió y se paró a un lado de la entrada de los otros mundos hacia el Bifröst, recargada en la pared de la cúpula, sonriendo maliciosa, fuera de la vista de quién entrara.

Heimdall solo sonrió de lado, divertido siempre por las ocurrencias de la princesa, pero tampoco demostrándolo, siendo tan serio como siempre, volviendo su vista al frente giro la espada e hizo el Bifröst funcionar. El sonido característico le erizó la piel a la chica, sonrió sabiendo que pronto llegarían. Dos voces muy conocidas por ella se hicieron escuchar. Sonrió.

-Tony, solo a él se le ocurren esas cosas -negaba Thor levemente riendo y abrazando a Loki con su brazo mientras terminaban de llegar.

-Es muy divertido y complicado lidiar con él -afirmo igualmente sonriendo- Pobre de Steve, Stark nunca deja de sorprender -volteo a ver  Heimdall- Hola Heimdall.

Oblivion - THORKI -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora