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JiSung caminaba con una bolsa en su mano, las calles estaban siendo adornadas por los faros y las pisadas de sus zapatos eran calladas por los autos que pasaban de un lugar a otro viviendo su vida cotidiana como a ellos les gustaba, pronto llegó a su casa la cual lo acogió después de haber regresado del mar después de que BangChan no le permitió quedarse. Abrió la puerta de su casa para dejar sus zapatos en la sala principal se dirigió a la cocina dejando sus compras en la mesa para después dirigirse a la sala.
— Bienvenido, JiSung —Una voz masculina le dió la bienvenida.
— ¿Qué has hecho hoy, MinHo? —JiSung-. Huelo algo sumamente bien, apuesto a que has cocinado algo delicioso.
BangChan había puesto casi todo su poder para que MinHo volviera a tener piernas, TaeHyun no había hecho muy bien el hechizo así que se pudo revertir. BangChan dejó que su hijo se fuera para que pudiera estar con el amor de su vida no sin antes amenazar a JiSung. Porque tenía que dejar ir a su hijo a donde su corazón lo llevara.
— No mucho, he limpiado, estoy tan cansado —Dijo el ahora humano — He sido educado como un príncipe así que el hecho de limpiar se me hace tan cansado.
MinHo vestía un vaquero de color negro ajustado con una playera más grande que él, de color naranja con negro junto con una boina y unas botas del mismo color que el pantalón, ah, y una gargantilla de tela. Ellos estaban juntos al menos dos semanas.
— Te cargaré hasta nuestra habitación —JiSung pasó sus manos por debajo de las piernas de MinHo y apoyó una en la espalda.
MinHo puso sus manos en el cuello ajeno. Se habían casado, BangChan no podía simplemente ver como se llevaban a su hijo mayor sin verlo bien casado bajo las reglas marinas y las reglas terrestres, no obstante ellos nunca habían estado juntos. Lo sentó en la cama.
— MinHo... —Llamó -. ¿Cómo los tritones y las sirenas están juntos?
— No lo sé, mis hermanos tampoco pero papá me cuenta que los deja ir a la isla Extraordinary y se dan muchos besitos —Mencionó emocionado.
JiSung rió.
— Tú papá no te dijo la verdad y yo te mostraré que miente —Juntó sus labios dulcemente empujando a MinHo a la cama dejándolo acostado en el suave colchón.
MinHo se sonrojó cuando JiSung comenzó a besarlo en el cuello retirando la camisa, la piel nívea de MinHo siempre le sorprendia. Tiempo después, ambos estaban haciendo el amor de una forma lenta y especial, amándose. La sábana de color azul cubría sus cuerpos desnudos y dejaban a imaginación muchas cosas pero eran perceptibles los movimientos de penetraciones junto con los sonidos. Los toques de labios nunca faltaron y los suspiros de MinHo se escuchaban por los más recónditos rincones de la habitación.
