٩(✿∂‿∂✿)۶
Estaba escarbando, sus uñas estaban saliéndosele una por una mientras seguía escarbando, y no se detenía. Claro que no, seguía dando todo de sí, el chillido de la campana aún no llegaba a sus oídos; aunque para empezar ni siquiera existía una campana. La mitad inferior de su cuerpo estaba siendo absorbida por lo que parecía ser un sumidero de arenas movedizas tan negras como su futuro y todo a su alrededor permanecía en un silencio sepulcral.
Matt estaba desorientado, tenía más hambre y sed que Tántalo, estaba más adolorido que Odín tras arrojar su ojo al pozo de Mimir y se sentía tan solo como solo él podía estarlo. Como siempre había estado.
—Vamos... vamos... —se repetía a sí mismo sin descanso siendo el único sonido que llegaba a sus tímpanos a excepción de la arena siendo removida constantemente por sus dedos ensangrentados. Matt había perdido toda noción de tiempo y estaba muy cerca de perder el sentido del espacio. Otra vez ¿Dónde era que se encontraba?
Una sombra que no pudo ver venir emergió de la nada que la bruma grisácea y tóxica de la atmósfera y en cuanto menos se lo esperó una presión abismal cayó sobre su cabeza y le hundió casi por completo en el sumidero. Primero pensó que lo que estaba matándolo era una gigantesca ave de carroña confundida que pensó en él como comida, Claro, estaba moribundo y agonizante ¡Pero no estaba muerto! Entonces aquel ser habló y un gigantesco escalofrío recorrió hasta el último nervio de su cuerpo. —Te encuentras en mis dominios, Matthew Michael Murdock.
La mujer se bajó de su cabeza y, como el ser divino que era, se mantuvo estoica por encima de las arenas movedizas mientras Matt seguía ahogándose e ilusamente clamaba por su ayuda, mejor dicho: Por su misericordia.
—Bienvenido a Helheim, hombre de leyes. —le recibió la diosa de la muerte, aquella cuya primera mitad era pura hermosura y la otra una necrótica advertencia de los horrores de los cuales ella era capaz. El justiciero finalmente fue expulsado por las mismas arenas que lo retenían, entonces fue ahí que Murdock se dio cuenta de que no había oxígeno y que más allá de aquella tierra no existía nada: Su visión tenía acceso hasta el último metro de aquel mundo de sombras y desolación, pero nada más. —Como verás, esto se acerca mucho a lo que ustedes los seguidores de la religión occidental llamarían Infernum.
—¿Por qué? —fue lo único que se atrevió a preguntarle a la señora de los muertos sin honor, Matt no recordaba. Realmente no recordaba los sucesos que lo habían llevado hasta ese lugar inhóspito. La diosa, con su mano esquelética y putrefacta, hizo un círculo enfrente de sus ojos y dio comienzo a su tormento; Murdock comenzó a caer.
¡BAM!
Podía ver, ¡Matthew podía verse a sí mismo! y el escenario no era diferente a todos en los que había estado alrededor de toda su vida. Muelles receptores de innumerables tráficos. Siempre un lugar apartado de la buena de Dios donde lo peor que podía pasar era la opción más razonable que sucedería en el futuro, a veces simplemente no puede evitarse.
—Mírate —le dijo ella ayudándole a levantarse del inmundo suelo con su mano buena, una de carne suave y tono saludable, Matt no pudo evitar asustarse, su apariencia sorprendía mucho a quién no vio muchas cosas en su vida. —Otro patético mortal destinado a la grandeza que lo tira todo por algo tan estúpido ¡¿Es que acaso no tienes vergüenza?!
Hela le siguió recriminando, pero a Matt no pareció importarle mucho que la mismísima diosa encargada del infierno (de SU infierno) estuviese tratando de sermonearle. No, no en cuanto aquel sujeto entró en escena.
—Frank —Murdock le sonrió e hizo el intento de acercarse al tan bien conocido Castigador, no obstante, fue en vano. Castle le traspasó con arma en mano, ni siquiera le notó. —¿Qué?
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Frattweek [Fratt]
FanfictionSí, vuestra Autora participa con los gringos 😎💥. Sería lindo que hubiera algo de esto en nuestra partecita del mundo ❤️❤️❤️✨✨ ♥♥♥ Se prohíbe la copia o adaptación de esta obra sin el permiso oficial del escritor. Cualquiera que vea esta obra en ot...