Capitulo 2

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Afortunadamente llegue a la sala sin verlo, pero aun así sentía aún su mirada en mi, y tenía que confesarle a alguien que realmente había pasado, y lo que comencé a sentir, llamémoslo... Interés.

Mi día transcurrió normal, pero al finalizarlo tomé a Andrea por el brazo y la conduje a la salida, ella era la única que guardaba mis secretos realmente.

-¿Qué sucede querida?.

-Tenemos que hablar urgente.

-¿Sucedió algo?

-¡Si! -Le conté sobre nuestro pequeño encuentro en la mañana y también le conté que desde ahí no dejaba de mirarme, comprendió todo y solo dijo: -¡Chica, solo espero que sea buena persona porque detrás del interés y miradas sigue una historia!

Llegue a mi casa lo más deseado del mundo en estos momentos después de leer, aunque trate de leer mis libros, un pensamiento me rondaba por la cabeza y no me dejaba concentrar, era él en mi mente, solo quería saber su nombre o algo más de él ya sabes el interés nada más.

Como de costumbre mis padres trabajaban y no estarían casa hasta después de las 10, tome mis cuadernos y realice mi tarea lo más rápido posible para así tomarme un tiempo libre antes de tener la compañía de mis padres.

Después de un rato de hacer tarea por fin termine, tomé el teléfono y llamé a Rafael.

-Hola tu -Contestó.

-Hola extraño.

-¿Qué necesitas?.

-¿Es mal momento? -Pregunté.

-Para nada solo que no estoy solo.

-Wow una nueva conquista -Bromeé.

-Si fuera gay sería una conquista pero por lo mientras no lo es.

-Oh ¿Y entonces de quien se trata, Rodolfo, Fernando?

-No Mariand, es el chico nuevo, vino a mi casa con unos amigos en común que tenemos y claro también están Rodolfo y Fernando.

Sentí el rubor subir por mis mejillas, que tal si todos me estaban escuchando, podría darme por muerta, decidí finalizar con esto de una manera tranquila.

-De acuerdo hablaba por unas preguntas que tengo sobre Química pero no te preocupes las solucionaré.

-¿Estás segura? Sabes que bien puedo decirles que se vayan y voy a tu casa a explicarte.

-Oh vamos todos -Escuche gritar a Rodolfo, solo reí porque él era así por naturaleza y después de un segundo comprendí que eso confirmaba mi teoría de que estaba siendo escuchada por todos.

-No, no quiero interrumpir en su tarde de chicos, nos vemos mañana, diviértanse.

-¿Segura que podrás con las preguntas?.

-Hablas conmigo Rafael... -Rió.

-De acuerdo, hasta mañana Mariand.

-Nos vemos. -Colgué

Bien no sabía que pensar, ahora mis amigos son sus amigos. ¿Y qué sigue? ¿Que tenga que verlo todos los días pegado a ellos?, por favor no, no quiero un distractor ahora a punto de terminar mi prepa.

Mis padres llegaron cenamos tranquilos riendo y vimos un poco de televisión, papá recoge a mamá antes de llegar a casa, ellos hicieron que el día se borrara de mi memoria unos instantes pero ahora tenía sueño y no podía leer ni siquiera escuchar mi música preferida.

Subí a mi recamara mañana sería un nuevo día y juré concentrarme al máximo en las clases, revise mi teléfono y había una llamada perdida de Andrea así que decidí llamarla sabiendo que era tarde pero que ella contestaría.

-¿Hola?

-¿Andrea? ¿Qué pasa? Me llamaste.

-Oh nada querida solo quería informarte que Rafael tiene al chico nuevo en casa.

-Si me enteré de la peor manera, ya mañana te contaré por lo tanto de dejo dormir oso hormiguero.

-Gracias, nos vemos mañana señorita interesada en el nuevo.

-Tonta. Descansa te quiero.

-Lo mismo digo mejor amiga.

Me puse mi pijama y encendí el televiso, estaba una de mis películas favoritas en la tele One Day era inevitable no llorar con esa película, aunque claro yo lloro con todo, pensé.

Mi despertador sonó alertándome de un nuevo inicio de día, noté que el televisor se quedo encendido anoche, lo apague y me metí a bañar, al salir me puse el uniforme y me encamine hacia la escuela, no sin antes despedirme con un beso de mi padres.

Las dos siguientes semana fueron lo mismo, el chico nuevo y yo copartiamos miradas algunas más largas que otras incluso nos sonreíamos y compartíamos risas cortas. Pero un día al llegar a la prepa el profesor de Litertura, mi favorito y también mi tutor, estaba en la entrada al verme rio y solo dijo.

-Nuevo amor en puerta señorita.

Me hice la que no escuche y subí las escaleras, ahí estaba el con sus amigos, notaba su mirada en mi pero avancé hasta mi salón. Ahí estaban todos mi amigos, Rafael y Rodolfo incluso.

El día se pasaba rápido en el descanso mis amigas tuvieron practica así que pensé que sería un buen momento para leer en aire libre, tome mi libro y me encaminé hasta el árbol más lejano que había en el campus.

Mi libro estaba perfecto era el final y siempre lloraba con el no importa cuántas veces lo lea, siempre lloraré.

-Te juro, Nora Grey, que este día, de ahora y para siempre, me
entregaré a ti. Soy tuyo. Mi amor, mi cuerpo y mi alma, los pongo en tu
poder y protección. -Me tendió el anillo, una oferta única de una promesa
vinculante.

-Patch -susurré.

-Y si no cumplo mi juramento, mi propia miseria y pena serán mi
castigo sin fin. -Sus ojos cubrieron los míos con una sinceridad desnuda
en su mirada. «Pero no voy a fallarte, Ángel. No lo haré».

Mis lagrimas comenzaron a caer una a una rápidamente yo las secaba tratando de controlarme pero era inútil llore y llore leyendo hasta que una voz me distrajo.

-Sea lo que sea no merece tus lágrimas.

Alcé la vista y ahí estaba el... El nuevo, sonriendo como apenado, seque mi rostro una vez más mientras el tomaba asiento enfrente mío.

-Soy Travis Grey -Dijo sonriendo ampliamente.

-Mariand Johnson, solo dime Mariand.

-Mariand... -Dijo como pensando en mi nombre.

-Suena lindo.

-Gracias -Me sonroje.

-¿Y qué haces por aquí tan sola y alejada de la escuela? -Dijo volteando hacía la escuela y ahí me di cuenta... Se me había hecho tarde por estar tan lejos no escuche la campana y me había perdió seguramente unas dos clases.

-¡Santo cielo! No lo noté, discúlpame tengo que irme.

-No te molestes te apuesto a que no nos dejaran pasar ya, es demasiado tarde para Física y lo que sea que te toqué a ti. -Sonrió.

No sé lo que fue pero me hizo reír. -De acuerdo -Contesté.

-Estabas contándome que hacías hasta aquí.

-Ah en realidad pensé que sería buena idea pasar un rato sola al aire libre, pero ya veo que fue mala idea, me perdí clases.

-Pues no lo fue, me ayudo a acercarme a ti.

Lo miré y sonreí aun sabiendo de mi rostro color jitomate.

La primera vez que te vi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora