— ¡carajo! ¿Era necesario tirarme el agua? — pregunto el infeliz pasándose las manos por la cara retirando el resto del agua de sus párpados
— no lo sé ¿era necesario ser un ojete de mierda conmigo todos estos años? Porque de ser así entonces si, te lo merecías, eso y más — le tiro la botella vacía en la cabeza para terminar de rematar, se dio la vuelta y continuó su camino
Para ser franco, ya no conocía al Tenko con el que llevaba una amistad placentera. El cabello, las ojeras visibles, quería jurar que sus labios se volvieron resecos. Todo de el cambio en tan pocos días y es lo que más le abrumaba. Temía que esta vez sea definitivo. Muchas veces cuando se enojaban era el menor de los dos el que lo buscaba, más que nada porque no le gustaba estar molesto con el, Todoroki por otra parte, amaba esa actitud de él, una suave, sumisa. Inconscientemente para manipularlo a su antojo como el desgraciado infeliz que es
Con frustración, se dio la vuelta para dirigirse a su campus e ir a clases. Tenía cosas por las cuales preocuparse más, pero adoraba más que nada el saber que alguien estaría esperándolo cuando llegara a su departamento. No vivían juntos, pero de tanto conocerse era normal que tuviera la copia de la llave y de vez en cuando durmiera ahí
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Sus clases culminaron, al igual que sus ganas de seguir ahí, quería irse, era el único maldito día en el que no le tocaba hacer servicio en el hospital y así no estaría aguantándoles la cara a los demás. Llego a su departamento y noto que faltaban algunas cosas. Libros del librero, algunos marcos con fotos, uno que otro florero. Hasta abrigos que estaban en el perchero
Pasó al baño y también noto que faltaban cosas ahí, toallas, cepillos del cabello entre otros objetos personales, Le empezó a preocupar un poco, se le hizo extraño, sabía de ante mano que Tenko vino por sus cosas porque había una llave en una mesita cerca de la entrada, supo ahí que era el fin, Shimura no quería seguir con el. En su misera vida había pensado que un día el menor de los dos se iba a hartar de los tratos que le daba, sentía que siempre volvería no importaba que tanta mierda le tiraba o que tanto mal le hizo. Sentía que lo tenía en la palma de su mano y podía hacer lo que él quisiera y manejarlo a su antojo. Que error de el
— Dios si es que existes ¿porque me complicas la vida?...— murmuró pasando sus manos con desesperación por su cabello, queriendo así que sus ideas y pensamientos fluyeran con mejor precisión, no tenía tiempo y mucho menos ganas para seguir pensando en estas cosas que lo único que hacían era llenarle la cabeza de problemas, ya cargaba con muchos como para complicarse su estilo de vida con una persona con la que llevaba tiempo acostándose, quizá debió respetarlo un poco más y no solo callarlo comprándole cosas o diciéndole alguna que otra palabra de consuelo
Pasó por la cocina y tomó de la alacena un pequeño sobre con comida para gato, se acercó a una bandeja que estaba en el suelo y depositó el alimento en esto
— malvavisco — llamó a la bola de pelos que tenía como mascota, espero unos segundos y no escucho el pequeño cascabel que tenía en su collar. al no recibir respuesta empezó a buscarlo por el departamento con algo de desesperación pensando lo peor
Tomo su celular y como pudo busco en su lista de contactos un número
— ¡REGRÉSENME A MI PUTO GATO! — gritó al momento en el que tomaron la llamada
—¡REGRÉSAME LOS 4 AÑOS QUE PERDÍ CONTIGO! — contestó Tenko con el mismo tono
— ¡carajo Tenko! ¡No soy mago para hacer eso! ¡No es culpa mía que nunca hayas aceptado que no somos nada! — volvió a gritar molesto, sabía que el menor era capaz de muchas cosas pero no de robarse a un pequeño animal inocente
— ¡y tampoco es culpa mía que tu seas un bruto bastardo e insensible! Puta madre contigo Touya, de todas las jodidas cosas que me has hecho... tenias que salir con tus pendejadas, no me sorprendería si me enterara de que comparten la misma neurona tu y Keigo — el peliceleste colgó la llamada y procedió a bloquear el número de Todoroki. Ya no quería problemas, menos con lo último que dijo, se enteró de que no solo embarazo a una menor de edad si no que también se había acostado con sus propios amigos (pinché vato mas usado que los baños de Soriana alch)
— ¡mierda! — mustió lanzando su celular a uno de los sillones de la sala y a su vez pateando un bote de basura que se encontraba en el lugar
La cabeza sentía que le quería explotar, tener la presión de la escuela junto con su vida sexual y su vida familiar era todo un lío. El no planeaba casarse, pero no tenía de otra. Había embarazado a la hija de uno de los socios de su padre y claro, este no perdería la oportunidad de sacarle provecho a la situación. Ni siquiera estaba seguro de que El Niño que estaba esperando la chica fuera suyo, pero tampoco es como si fuera a arriesgarse, le faltaba un año para ser mayor y Todoroki la cago dejándola preñada y sin poder huir por miedo a las represalias
— quiero que vayas a mi boda — mencionó y vio como la puerta se estampaba en su cara. Tenía que volver a verlo, no soportaba la ausencia de esa pequeña alma que con solo verlo le hacía olvidar todo lo malo que había en su vida
— ¡pudrete! — se escuchó la voz del menor al otro lado de la puerta, si bien. Medito muchísimo el hecho de que era de esperarse que alguien como Touya hiciera eso. Quizá alguna vez se dijo así mismo que él era el amor de su vida y que son el, no sabría que hacer. Que gran mentira. Hasta ahora sigue vivo, no se ha muerto de amor, así que podría vivir su vida sin el. Pero el corazón es demasiado ingenuo en muchos casos
Vio cómo una invitación muy bien hecha se deslizaba por debajo de la puerta. Al tomarla abrió de repente la puerta para encarar de nuevo al mayor solo que esté ya no se encontraba en la puerta
La ceremonia fue un fiasco, Todoroki Touya tenia que fingir ante toda esa gente y aguantar verle las caras a personas que no conocía. Se apartó en un rincón queriendo tomar un descanso cuando sus ojos se posaron en la entrada de la recepción, una cabellera azul cielo de hizo notar, sintió como el corazón le empezaba a latir más con fuerza.
Tenko no venía tan formal, no lo veía necesario. El corazón ya le dolía mucho como para tomarse el tiempo de arreglarse para ver al dueño de sus desvelos unido con otra alma.
Traía una camisa blanca con corbata negra, pantalones negros rasgados de las rodillas y una gabardina roja en el brazo que hacía muy buen juego con sus ojos
En el otro brazo tenía una pequeña caja forrada con papel para envolver y un lindo moño blanco. Sentía pena más que nada, haberle roto el corazón hace ya unos meses, tener los huevos de ir a buscarlo para pedirle que vaya a su boda y ahora que el esté aquí, con un regalo. Teniendo en cuenta que no ama a su ahora esposa y que probablemente lo siga amando
Se levando de su asiento aprovechando que la novia y su familia estaban lejos. Sentía un hueco en el estómago, muy en el fondo pensaba que esa personita amada no iría, pero todos esos nervios se fueron al caño convirtiéndose en preocupación. El joven se veía bien en buen sentido, quizá lo que Touya esperaba era que se viera devastado pero no. Se veía hasta mejor que cuando estaba con el. Hasta estaba sonriendo, una pequeña pero sincera sonrisa, quizá ya lo había olvidado, se preguntaba a cada paso que daba hasta quedar frente a él
— te ves horrible, se supone que tiene que ser tu boda, no tu velorio Todoroki — mencionó Tenko entregándole el regalo, este lo tomo con ambas manos y sonrió por el comentario, de todas la cosas que se imaginaba que le diría (hasta un insulto peor) no pensó que diría algo así, eso fue lo que le alegró
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J U D A S
FanfictionLas traiciones duelen, sangran mucho pero quizo fingir no verlo El sabía que iba a doler, sabía que estaba mal y que uno de los dos iba a terminar herido, sabía que no podía continuar una relación así pero ingenuamente pensó que el iba a cambiar y q...