Capítulo 02: Una segunda oportunidad.

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Siento mi cuerpo arder. Siento como las gotas de sudor recorren mi cuerpo, abrumándome.

Algo húmedo se posa en mi frente y con leves toques se va desplazando por ella retirando el sudor que la zona. Oigo como una puerta se abre y alguien entra en la habitación manteniéndose a algunos metros de donde yo me encontraba.

-¿Cómo sigue?

Una voz masculina hace eco en la habitación, era la primera vez que la escuchaba pero tampoco me interesaba saber de quien se trataba. Se escuchaba grave y profunda pero con un toque juvenil, deducía que no tendría más de veintiséis años. No tenía la capacidad de reconocer ninguna de aquellas voces por lo que seguramente no las hubiese escuchado nunca. Me sentía incapaz de poder despertarme, por más que lo intento hay algo que me lo impide, y eso me superaba.

-Igual que hace un par de semanas. Sigue dormida y parece no querer despertar, todo es cuestión de esperar.

-El problema es que el tiempo se nos agota, no podemos permitirnos esperar. O despierta hoy por cuenta propia o tendré que hacerlo yo por la mía.

Ese hombre parecía hablar en serio, la dureza de sus palabras lo habían dejado muy claro. La chica también parece haberlo pensado pues guardó silencio por unos minutos, pensando, pero antes de que ella pudiese decir algo el sonido de una puerta siendo azotada bruscamente inunda el lugar dejando la habitación en un completo silencio. El roce de una mano contra mi pierna me alerta, el roce era suave y cuidadoso, tal como una caricia.

Un olor dulce me inunda y puedo sentir como la chica se había acercado más a mí para retirarme un par de mechones de pelo sueltos que cubrían mi cara_ Tienes que despertarte, no me conoces ni yo a ti... pero te necesito, te necesitamos.

Después de eso ella se levanta, dejándome sola en la cama y en la habitación.

No sabía de qué iba esto, ni mucho menos quien era ella pero algo en su voz, en su forma de tratarme y hablarme me había resultado familiar. Siento que por un momento mis ojos se sienten más livianos hasta que consigo abrirlos, la luz me ciega por unos segundos, había mucha claridad en aquella habitación. Puedo observar cómo en mi brazo se encuentra una vía y a mi lado un monitor que mide mis constantes vitales, me deshago de la vía y intento levantarme pero el dolor me lo impide. Retiro las sabanas y puedo ver cómo mi cuerpo está repleto de hematomas y rasguños, al verlo a mi mente llegan imágenes del puente.

Los pelos de mi cuerpo se me erizan ante el repentino recuerdo y no puedo evitar tocarme los brazos, las piernas, pasar los dedos por mi pelo y acariciar mis mejillas, era real...estaba viva. ¿Pero cómo podía ser posible?.

Ignoro completamente el dolor que me recorre y me acerco a la puerta que se encuentra al final de la habitación y le pongo el seguro, asegurándome de que está cerrada camino a la ventana y observo que se trata de un segundo paso así que sin más tiempo que perder agarro las sabanas de la cama y las uno mediante la elaboración de unos nudos que aguantarían mi peso, agradezco que el pomo de la puerta sea lo suficientemente resistente para poder atarlas. Desde donde me encontraba podía escuchar como algunos pasos se acercaban, sin perder más tiempo corro hacia la ventana y dejo caer las sábanas por esta. Paso mis piernas con cuidado y con las únicas fuerzas que me quedaban me agarro a la hilera blanca que cuelga, bajando por ellas con todo el cuidado que podía tener y que mi dolorido cuerpo me permitía. Oigo como intentan abrir la puerta por lo que apresuro mi bajada, cuando estoy llegando al final siento como la puerta se abre y la "cuerda" se desestabiliza impactando mi brazo contra la pared, haciéndome soltar un gemido de dolor.

Analizo la distancia existente hasta el suelo y al ver la cercanía salto, al sentir el impacto siento como una ráfaga de dolor me recorre desde los pies hasta la cabeza, una lágrima se desliza por mi mejilla con rapidez pero no la tomo en cuenta al ver en la ventana varias cabezas asomadas en la misma ventana por la que yo había escapado. Salgo corriendo sin dirección alguna, misteriosamente toda la propiedad se encontraba desierta, no veía a nadie a mi alrededor, punto a mi favor. A lo lejos observo un pequeño establo en el que se encontraban varios caballos, apresuro mi paso aunque mi cuerpo me demande lo contrario, observo a los majestuosos animales y decido acercarme a un purasangre blanco. Si mis conocimientos no fallaban estos eran los más rápidos.



Firewalking. Hijos de la muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora