25 Días para Navidad

Capítulo 25

"¡Feliz Navidad!" Wally gritó alegremente mientras entraba a la cocina. Estaba ligeramente consciente del hecho de que estaba usando su pijama de pies de Batman.

Jinx estaba en la mesa con una taza de chocolate caliente en la mano. Desayunó en la mesa tanto para ella como para el velocista. Wally se dio cuenta de que estaba nerviosa por la forma en que su mano temblaba levemente y por cómo ni siquiera le había gritado por estar tan feliz en la mañana.

"¡Joyeaux Noel!" Jinx respondió con una pequeña sonrisa.

"Oh, no sabía que hablabas francés", bromeó Wally. "Escuché que es un lenguaje romántico ".

En lugar de una broma aguda, Jinx sonrió y asintió: "Lo es".

Wally miró a la chica que tenía delante, atónito. ¿Qué le pasó a Jinx? Su Jinx. El Jinx que estaba lleno de orgullo. ¿Estaba realmente tan nerviosa por conocer a su familia? Tenía confianza y no retrocedía ante los desafíos que la vida le presentaba, ni siquiera cuando la tarea parecía casi imposible.

"Sabes," la tranquilizó Wally mientras ella colocaba una mano en su hombro, "Son solo personas, como tú y yo. Te van a amar como yo, quiero decir, como me encanta lo gracioso que eres. son." Mentalmente se dio una palmadita en la espalda para salvar rápidamente. "Relájate y sé tú mismo, Jinxie. Eres un poco aburrido como Robin sin tu habitual descaro y picante".

"¿Estás seguro de que les agrado?" Jinx se preguntó en voz alta. "Yo solía ser un villano, y casi te entrego a Madame Rouge y -"

"Estoy seguro," Wally le impidió perder el aliento en poner excusas, "¡Me encantaría charlar más, pero no todos los días preparas el desayuno!"

Wally sabía que Jinx se sentía mal porque se había tomado la molestia de preparar su desayuno favorito. Los dos comieron sus tostadas francesas y tocino ahumado en leña en silencio. El velocista habitualmente hablador no había dicho una palabra desde que empezaron a desayunar. Ni una sola palabra. Esta fue la única vez en la que Jinx habría apreciado la conversación, pero no, en su lugar, quería rellenar la cara. Tendría que confiar en Wally. Seguramente podría hacer eso, lo había estado haciendo durante meses.

Wally siguió mirando furtivamente a Jinx mientras ella comía lentamente. Cada bocado fue increíblemente lento. Sabía que estaba nerviosa, pero le faltaría un trozo de tocino si no se apresuraba. Finalmente terminó después de lo que parecieron siglos. Vio como ella se levantaba de la mesa para poner su plato en el fregadero. Tenía que estar listo para esta noche. Era ahora o nunca.

"¿Quieres abrir tu presente ahora o más tarde?" Wally preguntó tan pronto como se sentó.

"¿Me has traído un regalo?" Jinx preguntó con una expresión burlona en su rostro.

"Por supuesto que sí, tonto", el velocista se rió entre dientes.

"Por supuesto que sí", murmuró Jinx en voz baja para sí misma. "Ese es el tipo de persona que eres".

Wally continuó sonriendo mientras hablaba. "Probablemente deberías vestirte ahora porque quieren que estemos allí lo antes posible".

"Está bien", respondió Jinx mientras salía de la habitación.

Los jóvenes héroes estaban vestidos (Jinx llevaba un par de jeans con una camisa roja y Wally estaba en su traje de velocista), y tenían regalos treinta minutos después mientras se preparaban para irse. Sacaron todos los regalos que se llevaban y los colocaron en el sofá.

"Voy a llevarte allí primero, luego volveré para traer los regalos, ¿de acuerdo?" Wally se registró con la chica de cabello rosa a su lado.

"Espera," balbuceó Jinx con cautela, alejándose de él. "¿Me vas a dejar solo con ellos?"