Hetero~Larry Stylinson (Terminada)

Capítulo 3

Ese día Louis llevaba el pelo castaño lacio hacia un lado. Sus ojos bien enmarcados en sus largas pestañas
negras. Sus labios, mas rosados de lo natural haciendo juego con el color de sus ojos.

Enfundado en una camisa negra y unos pantalones de jeans negros ajustados.

Un suspiro enamorado salio de sus labios antes de que una mano se sacudiera frente a él.

-¿Qué?-.

Volvió a la realidad,con un dolor en la mano por tener tanto tiempo el mentón apoyado en el mientras observaba a Louis.Camila, frente a él, le dedicaba un gesto molesto.

-Deberías saludarlo- masticó una papa.- Invitarlo a salir de una vez-.

- Si-.

Soltó otro suspiro,pero en aquel caso,más cansado. La última vez pasó una tremenda vergüenza y no podía imaginarse cometiendo algo parecido frente a él.

-Ve- animo.- Por qué ya me estoy empezando a cansar de que nunca me escuches-.

Rodó los ojos por la patética ayuda que su amiga le brindaba, no dijo nada y volvió a sumergirse en su mundo, donde el protagonista era aquel castaño.

Lo observó de nuevo, fijándose ahora en su nariz y el pequeño aro que lo adornaba. A tres mesas de distancia, Louis sonrió.

Sonrió y él sintió que el mundo le daba mil vueltas.

-Voy a ir-.

Con una seguridad fingida, tomó su bandeja y se levantó de la mesa caminando a pasos torpes hacía Louis. En la mesa estaban unas chicas que había visto algunas veces a su alrededor, sin embargo, no las conocía y tampoco sabía su nombre.

-¿Me puedo sentar?- murmuró, agradeció no haberse equivocado o tartamudeado.

-Claro- Fue una de las chicas que respondió e hizo un espacio para que tomara asiento.

Las charlas cesaron cuando se unió a su almuerzo.Únicamente se oía los chismes de otras dos en voz baja.

Louis nunca habló, ni siquiera alzo la mirada para verlo, continuo comiendo sin prestarle atención alguna.

Tenía un chico lindo frente a él y ni siquiera levantó la vista para verlo. No se fijó en sus ojos verdes que lo miraban con determinación y en muchos menos notaba como jugaba con su cabello, tratando de parecer aburrido..

Louis no lo miró.

-¿Y..- se aclaró la garganta, buscando algo para decir -.No les parece que Tara habló más de la cuenta hoy?- bromeo,refiriéndose a la charla que dio la profesora de matemática-.No entendí absolutamente nada-.

Como un imán, un par de iris azules se fijaron por fin, en Harry.

-A mi me pareció de lo más interesante-sonrió.

-Claro, para ti que eres un cerebro matemático- río su amiga- Si tienes problemas para entender,Louis da tutorías-.

El recién nombrado pareció avergonzado,iluminando sus mejillas de un color carmesí.

Una idea paso por su mente como una estrella fugaz y antes de perder las agallas, dijo:

-Me encantaría tomar tutorías- habló dirigiéndose al castaño- Sólo si tu puedes..-.

Antes de que pudiera responder, una chica llegó a la mesa y se sentó junto a louis, rodeando sus hombros con un brazo y dejando un beso en sus sonrojadas mejillas.

-Hola chicas- todas suspiraron en respuesta,su mirada cayó sobre Harry-¿Qué tal?-.

A diferencia de Harry,la chica recibió toda la atención merecida.

La incomodidad no tardó en llegar y con la misma confianza que se acercó, tomó la bandeja en el momento exacto que sonó la campana. Agradeció mentalmente por eso y se retiro sin decir nada, no queriendo oír por más tiempo como halagaban a esa encantadora chica.

-¿Cómo te fue?- la castaña se instaló a su lado inmediatamente.

-Horrible- gruño.-Creo que he pasado una vergüenza peor que la última-.

Sin decir nada más,entró al salón de clases y se sentó de antepenúltima, porque si algo odiaba de los viernes  era tener cuatro horas de matemática y ahora sentía mucho más odio hacía la profesora que antes.

Garabateo en su última hoja para simular que escribía, con el pelo a un costado tapando el blanco cable del audífono que lo ayudaba a ignorar aquellos números que no entraban a su cabeza por más que quisiera.

Un papel cayó sobre su pupitre y miró a los lados buscando a el idiota que lo había lanzado, los chicos de su clase eran tan infantiles para tirar papelitos con el único fin de molestar, sin embargo, en uno de los primeros asientos estaba Louis, sonriendo.

Abrió el papel.

"¿Siempre vas a querer tomar tutorías? Por qué creo que a ese paso nunca vas a mejorar".