Capítulo 4

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Sábado.

Por fin,después de una tormentosa semana, llegó el día más esperado, el sábado.

Pero si creen que los sábados son libres de Louis, se equivocan,porque el castaño no abandona sus pensamientos aún siendo fin de semana y estando en el parque, observando un concurso que hacían unos niños.

Era un día aburrido y no saldría hasta la noche,sin nada más que hacer por el momento,salió hasta el parque de unas cuadras.

Harry estaba estresado, quizás un poco agobiado, la vergüenza del día anterior nunca lo olvidaría,perdón  había dicho el chico con esa sonrisa suya.

Como es de esperar, Louis estuvo de su lado y la defendió,justificando que Harry se cruzó en medio del camino.

Y era verdad,pero él solo quería intentarlo de nuevo,lo cual terminó con él bañado en frappé.

Se tragó sus palabras y los celos además,porque se moría interiormente cada vez que lo veía con la chica.

Sintió el bolsillo vibrar y sacó su teléfono,revisó las notificaciones y abrió una específicamente, la de su castaño.

"Es hora de sacar a este chico a pasear". Había puesto  como pie de la foto, donde aparecía el vestido con una remera blanca manga corta, teniendo en su regazo un perro de color negro con algo de blanco.

Todo se descontroló cuando observó la ubicación,el mismo parque que estaba él.
Y en eso se basó su tarde del sábado,seguir mirando de  lejos lo que nunca sería suyo.

Lo peor de todo es que sintió enamorarse también del canino que jugaba a su lado.

Louis sólo tenía su cabello castaño lacio hacia un lado con un gorro negro. Lucía tan bien, tan cómodo y se preguntó cómo lo hacía, él personalmente se estaba muriendo del calor en su delgada camisa,pero al parecer,no tenía problemas para verse bien,no tenía ninguna señal de sudor o de que estuviera acalorado dentro de aquellos pantalones y esa remera que apenas lo dejaba respirar.

O tal vez eran sus ojos los únicos que se fijaron en lo bien que sentaba su trasero.

-Harry- sintió su nombre ser pronunciado con diversión,se dio cuenta de que le estaba hablando.

-¿Que?-pestañeo, sintiéndose terriblemente avergonzado.

-¿Puedes pasarme la pelota, por favor?-.

En ese momento notó que el juguete cayó dentro de sus piernas cruzadas y sonrió antes de lanzar la pelota, el perro animadamente lo siguió.

-Parece que le agradas,¿Por qué no vienes a jugar un rato?-.

Y sí,compartió por primera vez más de una palabra con su castaño, por ese día, pudo sentirse seguro y ser el realmente.

Hetero~Larry Stylinson (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora