Capitulo 1 : Reencuentro.

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 31 de diciembre 2013

¡Es es un hermoso día!

Al parecer todo se ve muy bien, hasta ahora. Mi hermano se ha ido…se siente el vacío que dejo, no sé si solo lo siento , pero todos los de mi alrededor hacen de cuenta que nada paso, buen en fin tengo una pereza absoluta  , ya que para mí es un día como cualquier otro. Un poco diferente pero nada más.

La poca privacidad se acabó, me despierto y lo primero que observo es tres personas sentadas en el sofá color morado oscuro con un estampado de círculos muy desorganizados pero lucen con el color.

Se ven algo entusiasmados, * claro hoy es 31 de diciembre*.

Los gatos se encuentran muy relajados, como siempre no es raro en ellos verlos así todos los días del el año.

Son las 3:45 minutos de la tarde, se supone que llegaba a las 3:00  o 3:30 de la tarde. Yo hace un rato me arregle el cabello y pinté mis uñas de color salmón, un color muy lindo y que combina con el vestido que no quería, compré un pinza de color zanahoria un poco suave y con otro color de contraste, tiene unas pequeñas piedras brillantes color negro en los ojos y otras en la parte del pecho pero estas son color plateado y son mucho más brillante, el búho tiene una pequeña rama a sus pies, ¡Me gusta mucho ese adorno!

Observo a todos muy entusiasmados, están arreglándose con su ropa nueva como es de tradición todos los años, me pregunto ¿Quién invento esta tradición en la casa?

Ya estoy lista, tengo el vestido color zanahoria, combinado con rallas blancas horizontales con un delgado cinturón blanco ajustable a la medida de la cintura.

Me aplico un poco de rímel, y rubor para no verme tan pálida, me siento bien. Hace mucho no me sentía así desde la despedida de…

¡Estoy lista! Digo en mi mente.

Ya solo queda esperar la hora de irse, a la fiesta de el señor david shore.

Salimos en el carro, al parecer eso es un desafío  para estas fechas, todos quieren llegar a su casa con sus familias y compartir lo poco que queda de este año.

Íbamos Oriana, Chelsea, mi abuela y yo. Nos disponíamos a ir a la fiesta que hace los amigos de mi padre, todos los años, donde se reúnen amigos, socios y conocidos.

-Llegamos  tarde  ¡Mierda! y la mayoría de los invitados ya están en sus mesas. Me escabullo por en medio de la gente tratando de no tropezar con nadie, pero en un intento de no tropezar y no caerme, piso a una persona en su brillante zapato negro, y automáticamente esa persona abre sus ojos y frunce el ceño y hace un gesto no muy agradable, yo le sonrío avergonzada y sigo hacía mi camino.-Digo en mis pensamientos 

El mejor amigo de mi padre está dando unas palabras como todos los años y su espléndida sonrisa que se contagia con nada.

De  repente mi mente se ve envuelta en muchos recuerdos de meses anteriores y mi mente se enfoca en Matt, y muchas preguntas surgen atreves de tanto solo mi mente pronunciar ese nombre Matt; me pregunto ¿Dónde estará? ¿Está bien?... solo espero verlo bien, ya que a pesar del tiempo y de todo lo que paso todavía me preocupa.

En un momento mi mamá me despierta de mis pensamientos de una forma muy brusca.

-Keith ¿estás escuchando lo que dice el señor Shore?- se le ve molesta, yo asiento y le sonrío decido escuchar.

En un momento se acaba todo lo que tenían que decir y ya es hora de la música, las personas como a mí este año también  se les hizo un poco tarde para llegar al sitio de encuentro de todos los años.

No me llevo bien con nadie, y se el porqué de esa situación pero decido ignorar todas esas miradas acusatorias que casi siempre recibo cuando voy allí. Miradas y más miradas, así que decido caminar con paso firme con una postura elegante y claro, teniendo cuidado de no caerme con los tacones altos que llevo.

Me encuentro con  paula, nos llevábamos bien cuando teníamos diez años, hace unos cuantos años. Apenas paso por su lado tenía una sonrisa pero apenas me ve se desaparece momentáneamente, decido no agachar la cabeza y tener una mirada sin ninguna expresión y seguir por mi camino hacía el baño; me encontré con mucha gente y sus miradas solo reflejaban envidia y unas cuantas rabia.

- Me pregunto ¿por qué sigo asistiendo a un lugar donde solo recibo ceños fruncidos y miradas no muy agradables?

-Ahh, si… por mi padre.- repito en mis pensamientos.

Saliendo de aquel lugar ¡por fin! , decido caminar por la hermosa fuente afuera del gran salón y tomar aire fresco. Hace mucho frío y no estoy muy abrigada que digamos.

Me adelanto caminado sola, algo muy normal en mí y distraída dirijo mi mirada hacía al extremo de donde me encuentro con él. Ahí estaba él caminando sin ninguna preocupación con unos jeans color rojo y una camisa blanca con un estampado impecable, con unos zapatos cafés oscuros y un suéter color negro, se veía irreconocible con esa ropa y si mi vista no me fallaba se podría decir que ese no era él.

De un momento a otro se me viene a la mente la última conversación que tuvimos… me parte el corazón.

en un momento  despierto de mis pensamientos y era él, hablandome después de tanto tiempo.

-Hola ¿Cómo estás?- dice él

-H…hola- digo tartamudeando

-Feliz año, Keith pásala bien- dice Matt  con una sonrisa sorprendente que nunca había visto.

-lo mismo – repito yo en un tono simple y un poco cortante.- Me tengo que ir, adiós que la pase bien.- repito esa última frase y la alargo un poco dejando a la vista que quiero que me responda. Y esperando el anhelado *No te vayas*.

-  Keith... ¿dónde vas a estudiar el próximo año, que universidad escogiste? -repite alejándose un poco y a la vez elevando un poco el tono de su voz.

Me tiemblan las piernas, mis manos están totalmente heladas y mi respiración y mi pulso estás muy acelerados por tan solo hablar con él.

-No lo he decidido todavía, ¿y tú Matthew?-Digo algo emocionada.

-Suspira.-No lo sé… he pensado irme fuera del país, pero no tengo nada claro, ya sabes… después me tengo que hacer cargo de la empresa de mi padre y esas cosas,- Dice sin el menos interés posible, como si no le gustará en lo absoluto lo que le espera más adelante.

-¿No te gusta verdad?- Cunado le hago esa pregunta me mira y se queda pensando mi pregunta, parece… perdido.-Lo siento, no quería entrometerme.

-No importa. ¿Se nota mucho que no quiero eso?- Dice y me dedica una sonrisa irónica.

-No es eso, es que…-en ese momento su dedo se deposita en mis labios haciendo que haga silencio.

-No hablemos de eso. ¿Quieres dar un paseo?- y me dedica una sonrisa de ensueño.

-Claro.-Digo sin preámbulos, sin preguntar absolutamente nada. Solo me importa estar con él.

Sentimientos inexplicables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora