Primer día en el estudio

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Un fin de semana más tarde llegó el fatídico lunes, donde todos se ponen amargados de comenzar a trabajar o estudiar.
Norberto y sus amigos no eran la excepción y fueron a la escuela, donde todos andaban con el humor de un viejo verde de mediana edad.

—Ish... Si soportabamos la escuela no se cómo haríamos lo mismo con el noticiero... —se dijo a si mismo Norberto. No quería realmente trabajar ahí pero sentía que su padre si, y no le gustaba para nada la idea de hacerlo sentir triste.

Todos los chicos del grupo de amigos se enteraron de a poco en esa mañana, y todos sentían lo mismo: no tenían ganas de trabajar ahí.

—No se ni cómo manejar una cámara profesional —pensó triste Mariana mientras recordaba las películas caseras que hacía cuando era niña.

Sin embargo el más enojado de todos era Rudy, ya que se enteró por medio de las noticias que Bodoque volvió a Titirilquén. Y eso no le gustaba para nada.

Él definitivamente no quería trabajar pero empeoró cuando supo que su padre volvió porque sabía que volvería al estudio: era el encargado de una sección súper importante para el canal, la "Nota Verde".

Mientras todos los chicos copiaban la fecha de un próximo examen de Inglés el grupo de amigos se sentía nervioso. Ya que tendrían que encima soportar a conocidos que odiaban, como Paco, el hijo de Cossimo Gianni quien era igual que su padre, Giuliana, la hija de Guaripolo quien no paraba de "coquetear" con Mariana, etc.

Después de eso salieron al recreo donde trataban de calmarse tomando un poco de gaseosa y comiendo.

—No voy a trabajar ahí —comentó molesto Rudy.

—Creeme yo tampoco pero nos obligaron por "ser la moda" —respondió Norberto con un bajón de ánimos.

—Ese tal Cossimo es un idiota, ni siquiera tenemos 18 años... —expresó frustrada Mariana.

Luego de largo rato quejándose del tener que ir al trabajo de sus padres llegó la hora de irse a casa, y todos se fueron al estudio porque tenían que estar presentes para el primer programa.
Todos venían con una actitud de mala gana: ¿A quién le gustaría tener que soportar la escuela para después trabajar en el noticiero de tus padres, así quedando posiblemente en ridículo según ellos?

Luego de un rato llegaron al lugar y prepararon sus mejores alegrías fingidas.

—¡Chicos, me alegro de verlos aquí! —les dijo un Eusebio Manguera que tenía sus años, ahora tenía algunas pocas arrugas.

Los chicos sonrieron forzosamente y fueron con sus padres, todos estaban esperándolos en la entrada al set de grabación.

—¡Bienvenidos al estudio! —dijeron todos con mucha alegría.

Los chicos siguieron con sus sonrisas forzadas.

Llegaron a una sala de descanso, donde todos los empleados tomaban sus desayunos, almorzaban y en ocasiones merendaban.

El grupo de amigos tuvo que aprenderse el tema del que iban a hablar en tiempo record, puesto a que estaban en los comerciales.

—¡Tulio, estamos al aire! —volvió a comentar Juanín, sentía que algo volvía en él cuando dijo esa frase que lo definía.

—¡Ya estamos de vuelta, en el noticiero más perspicaz de la televisión! —decía Tulio —El día de hoy, según Cossimo Gianni, nuestro asesor de imágen, ¡van a acompañarnos nuestros hijos!

Tulio miró a su hijo, quien estaba demasiado nervioso puesto a que de por sí no le gustaba mucho aparecer en la tele, y tenía miedo de que lo llegasen a ver y se burlaran.

—Dime, hijo, ¿cómo es estar en el estudio? —le preguntó Tulio como parte del programa.

—Todo bien —comentó Norberto con muchos nervios internos, y cabe aclarar que solo lo dijo para no decepcionar a su papá.

—¿Te va a gustar trabajar los lunes y miércoles? —le preguntó Tulio.

—Aja —respondió del mismo modo su hijo.

En realidad Norberto estaba tentado de decir "ni en un millón de años", pero no podía por obvios motivos. Al menos agradecía de que no tuviera que ir todos los días después de la escuela, y al menos no tenía que ir en el viernes.

—Ultima pregunta, ¿Tulio es el hombre mas guapo del estudio? —le preguntó su padre, mientras miraba pícaramente a la cámara, esperando que las mujeres le halaguen.

—¡Ay es obvio que sí! —respondió Norberto de manera mas calmada, acá no le molestaba decir ese tipo de cosas. Incluso si lo veían en la tele.

Después de unas cuantas risas de Tulio, pasó Juanín a regañarlo.

—¡Tulio, deja de ser un payaso, esto es un programa serio! —le recriminó Juanín tratando de imponerle seriedad.

[...]

Ha pasado un largo rato y todos acabaron de trabajar, al menos los chicos podían jugar en la sala de descanso cuando no tenían que participar en el programa.

—¿Saben? Al menos el lado bueno es que no tendré que ser la burla por mucho tiempo... Eso espero... —dijo Norberto mientras comía una dona de chocolate.

—Por lo menos no soy la que maneja las cámaras, mamá y papá me entienden en eso... —dijo Mariana mientras tomaba una leche chocolatada.

—Pobre papá, le dije que no trabaje demasiado, pero no quiere que lo haga tampoco... Todos lo ven como el esclavo ingenuo del estudio... —suspiró Juanito mientras jugaba un videojuego en su Nintendo 4DS.

—¡Claro que no, Juani, tu papá ya es un hombre que no se deja pisotear! ¡Créeme, Juanín es independiente y confiado! —le dijo Norberto para tratar de calmar a su amigo.

Al momento se escuchaba a Juanín regañando a los Tramoyas, seguían siendo igual de traviesos que hace 13 años.

—¿Ves? Sigue siendo regañon con los Tramoyas —le comentó el mono mientras palmeaba la espalda del pequeño juaninus.

—¡Juanín! ¡¿Y mi café con sabor a té?! —le preguntó un impaciente Tulio al mencionado.

—¡Allá te lo traigo! —le respondió Juanín mientras llevaba solo varias carpetas pesadas.

Juanito observó todo y miró con molestia a Norberto.

—¿Me decías? —le preguntó el juaninus con una cara de enojo.

[...]

Luego de un rato llegó la hora de que los niños y sus padres estuvieran en sus casas. Se fueron a las 6 de la tarde puesto a que los niños debían prepararse para la escuela.

Tulio llevó a todos a un Mc Donald's cercano en señal de celebración por el primer programa.

—¡Este ha sido un día maravilloso! —dijo Tulio mientras alzaba su vaso al igual que los demás.

Todos los chocaron con cuidado con los de al lado para beber sus gaseosas y comer.

Los adultos hablaban entre sí, al igual que los chicos.

—No fue tan malo al final —dijo Norberto mientras se comía sus papas fritas con cheddar y bacon.

—¡Fue genial! —exclamó Juanito mientras bebía su 7UP.

—¡Asi es! —añadió Mariana mientras comía sus papas fritas.

Todos estaban de acuerdo en Norberto, aunque Rudy se sentía molesto por Bodoque, quien no cambió para nada.
Hasta Tulio se hartó de su amigo de la infancia por no haber tomado terapia y así dejar su adicción a las apuestas.

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