3. Vamos a esforzarnos por cumplir con nuestro deber

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La luz del sol entraba con tibieza por la ventana iluminando parte del rostro de Yibo quien abrió los ojos para encontrarse en un lugar poco familiar, enseguida regresaron los recuerdos del día anterior y cómo su vida había dado un vuelco total de un día para otro. Sintió la suavidad de la cama, el calor de las cobijas y el aroma del alfa que ahora era su esposo. No recordaba la última vez que durmió en una cama cómoda, de hecho en una cama; recién ayer había despertado en una colchoneta con olor a moho en la que habían dormido quién sabe cuántas personas antes que él dentro de la celda en la que lo tenían retenido... - antes de eso ummm, estuve en la prisión estatal, allá eran camarotes con colchonetas.

Al pequeño Yibo le pareció divertido comenzar a recordar los tipos de lugares donde había dormido durante los últimos meses.

- Y antes... creo que dormí un par de días en la calle, si era invierno y me junté con algunos homeless bajo el puente de la calle 3a... realmente creo que nunca en la vida había dormido en una cama o un lugar así. Dijo efusivo y comenzó a patalear con emoción en la cama, luego se dio la vuelta y abrazó la almohada inspirando de nuevo el olor de Zhan, revolcándose para un lado y el otro como niño chiquito.

- Pfffff. Buenos días cachorro!, veo que amaneciste con mucha energía ¿te diviertes? Dijo el alfa con una gran sonrisa, desde la puerta, luego de ver al otro jugar por algunos minutos.

Yibo se detuvo, rojo de la vergüenza, al escuchar la voz del mayor y trató de acomodarse.

- Solo estaba comprobando que la cama tenga buena resistencia, no quiero tener accidentes más adelante. Respondió con mirada pícara y retadora, sonriendo de medio lado.

- ¿Qué clase de accidentes nos podrían pasar encima de una cama? se acercó Zhan coqueto siguiéndole el juego hasta casi estar frente a frente.

Al omega que se encontraba sentado literalmente como cachorro, es decir arrodillado y las manos sobre la cama, le brillaban los ojos de ver al otro, si hubiera tenido cola de perro seguro la estaría batiendo de alegría; sin mucha cabeza se le lanzó a abrazarlo y a darle besos por toda la cara casi tumbando al mayor que de alguna manera lo atrapó y se giró para caer juntos abrazados sobre la cama.

El mismo Yibo no entendía por qué había reaccionado así, pero se sentía feliz y no podía detenerse de seguir llenando de besos al alfa. - ¡Pensé que no estabas! le reclamó recostando la cabeza sobre el pecho de Zhan. - pensé que tendrías que ir a trabajar y me iba a tocar quedarme aquí solo todo el día, continuó Yibo haciendo un puchero.

Zhan comenzó a levantar los brazos del omega como en busca de algo. - Disculpe señor, ¿ha visto a un pequeño omega muy rudo que le gusta pelear por todo? parece que me lo cambiaron por este cachorro!.

- ¡Soy cachorro de león! grrr grrrrr, contestó Yibo con toda la inocencia del mundo haciendo manos como garritas.

- ¡Oh por dios! te voy a comer a besos! que cosita tan tierna!!!!

Zhan se dio cuenta que había estado ya por un buen rato controlando su alfa para no comerse al cachorro, pero si el chico seguía así, era cuestión de horas para darle mate.

Luego de una ronda de jugueteos y besos dulces en la cama los chicos fueron a desayunar porque les gruñía el estómago.

- Y tu trabajo? preguntó Yibo atragantándose de pan con mermelada y hablando con la boca llena.

-¿No lo sabías? a los recién casados nos dan una semana de descanso para... ya sabes poder conocer a la pareja... a fondo. Jm jm -. Zhan no podía evitar tener una sonrisa de picardía mientras hablaba y le ponía más comida en el plato a su nuevo esposo. - Termina de desayunar cachorro para que vayamos a hacer mercado y ver qué más necesitas.

Sweet pandemoniumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora