"𝐌𝐘 𝐁𝐄𝐀𝐓𝐈𝐅𝐔𝐋𝐋 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍" [ᴷᴼᴼᴷᵛ]

37- Vete.

Es por eso.

Porque le da y le dio mucho más de lo que esperó y espera ver. Porque a él le gustan las cosas que no le han gustado de sí mismo, ni si quiera le gustan a aquellas personas. Es por eso que siguió amando a la misma persona que al primer contacto le dio aquella caricia que tanto necesitaba, le dio el amor que necesitaba y las palabras que siempre quiso oír. Es por eso que nunca llegó a olvidar su nombre como si grabado a fuego en sus pensamientos estuviera. Porque es por eso y mucho más por lo que siguió amando a Jeon Jungkook, aquel alfa que le entregó todo y el único que podía quitárselo de la nada, dejándolo solo y abandonado e incluso con las manos vacías. Porque Jungkook le quitó todo que hasta se robó su corazón.

Era cielo; aquella forma que tenía el amor y sus típicas palabras de «después de la tormenta llega la calma», su típico cielo grisáceo en el que caminó debajo de él por años. Era ruido; porque aquel amor que pudo llegar a sentir con una pizca de verdad e inocencia, solo le hizo ver que en realidad era un ruido tormentoso que solo quería alejarlo de él, sabiendo así, que aquel tipo de amor era el incorrecto. Era fuego; aquel amor que nunca lo mantenía cálido una vez que mantenía contacto con gente de su alrededor, cada vez que intentaba buscar su paz en la persona incorrecta. Pero el tiempo pasó y con ello su creencia en el amor, estaba arto de buscar por todos los rincones de este mundo denominado "basura" y encontrar el amor incorrecto.

Hasta que llegó Jeon Jungkook.

Una mirada, un latido, un cortejo y Kim Taehyung parecía ceder ante aquel amor que le era desconocido. Cuando el chico se dio cuenta de lo que ocurría supo que comenzaba a sentir algo en su pecho, porque cada vez que lo tocaba de una bonita manera, le sonreía o le cortejaba, Taehyung amaba el ritmo tan acelerado que tomaba su corazón. Y entonces volvió a creer en ese amor imposible que parecía invisible.

Porque Jeon Jungkook no solo le enseñó lo que es el amor verdadero; le enseñó que aquel cielo que lo acompañaba por encima suya tenía un color más bonito, el cual era el azul, entonces aquel chico le mostró su cielo y accedió a compartirlo con Taehyung. Le enseñó que en esta vida no solo hay ruido, también existía la música y Jeon Jungkook le mostró la melodía más hermosa que podía escuchar cada día Taehyung. La melodía de su risa y sus palabras bonitas. Pero por si eso no fuera poco, Jeon Jungkook también le mostró lo que era esa calidez merecedora de un suspiro, pues se lo mostró cuando el alfa estrechaba sus brazos al rededor del cuerpo del omega y dejaba escapar aquel aromático olor chocolatado y mentolado que parecía salir de él por arte de magia. Y cuando ya creyó que le había demostrado todo, Jungkook le enseñó más de lo que siempre pidió con deseo una y otra vez.

Entonces Taehyung volvió a darse cuenta de que estaba enamorado. Calado hasta la medula por el amor de ese alfa.

El amor era una droga, la mayor droga que podrías encontrarte. El amor es una sustancia ignota, con afectos tan contradictorios que por un lado, es capaz de producir en quien la consume en el éxtasis más exquisito que se pueda imaginar. Comienza erizándote la piel, luego dilata tus pupilas cada vez que ves al amor de tu vida haciendo que te delate y finalmente termina infiltrandose en el alma.

Así era el amor que sentía Kim Taehyung.

«Tu amor por él es como una adicción.
Ese amor te hace delirar como bajo una droga.» Pensó en aquellas secuencias de pequeños sueños.

No se equivocaba.

Taehyung estaba drogado por esa droga denominada "amor".

Una bilis amarga recorrió desde su pecho acumulándose en la nuez de su garganta. Despertó de repente y agitado con unas grandes ganas de vomitar, su cuerpo se incorporó para buscar cualquier cosa en la que pudiera echar todo lo que estaba aguantando y para su sorpresa, un pequeño cubo verde azulado se posicionó a su frente mientras sus manos quitaban aquellos tubos transparentes que terminaban en su nariz. Dejó salir todo observando que no estaba vomitando nada, aquello parecía agua.