"𝐌𝐘 𝐁𝐄𝐀𝐓𝐈𝐅𝐔𝐋𝐋 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍" [ᴷᴼᴼᴷᵛ]

10- El comienzo

(POV TAEHYUNG)

PASADO:

Nunca sabría que ser un hombre omega sería deshonrar el apellido de mi familia. Los Kim era una de las familias con mayor potencia en la península Coreana, tenían poder y riquezas y lideraron la corona por bastante tiempo. También una familia solo compuesta de alfas y betas generación tras generación hasta que llegó un hermoso y regordete bebé a esta familia.

Un omega.

Yo, Kim Taehyung fui el único omega en la familia de los Kim y es que aquella etiqueta era la que acabaría con mi reputación en la familia. Con solo ser macho ya te denominaban como un alfa en la familia, fui nombrado como "pequeño alfa" por mi padre desde que nací, sin embargo eso cambió cuando llegada mi pubertad tuve mi primer celo, un celo el cual me hacía tener la etiqueta de "omega".

A partir de ahí mi familia me rechazó solo con la excusa de ser omega y hombre. Solo mis dos hermanos llegaron a quererme tal y como yo soy. Que mi familia tuviera mentalidad de antaño no mejoraron las cosas, tuve que soportar sus malos tratos hasta los diecinueve, unos tratos en los que me discriminaban como persona y por mi jerarquía. Porque claro, para mí familia los omegas sólo éramos unas máquinas de hacer bebés y la sumisión nos hacía débiles.
Tuve que cuidarme desde una edad temprana, cuidarme del celo ya que en mi familia no había nadie que fuera omega, Seokjin estaba allí  pero él nunca tuvo un celo en su vida y aguantar todos aquellos ataques que me proporcionaban día a día. Claro estaba, Namjoon, el mayor de los tres siempre me ayudaba para que la familia dejara sus burlas hacia a mi mientras que Seokjin, el mediano, intentaba estudiar sobre los omegas para cuidarme mejor.

En casa no era el único lugar donde escuchaba todas aquellas asquerosidades, pues los niños de la escuela -los cuales consideraba mis amigos- se burlaban y me utilizaban como querían. Utilizaban su voz de mando contra mí solo para hacer cosas malas, como aquella vez en la que me hicieron ponerme de rodillas y dejar que uno de mis compañeros me tocara donde él quisiera sin mi consentimiento.

Pero eso no era todo, pues comencé a desarrollar heterocromia en uno de mis ojos cuando uno de mis celos llegó adelantado y muy fuerte. Ni si quiera los médicos saben el porqué de aquella causa, así que el problema con mis ojos también empeoró las cosas. Cosas de brujas decían. Una maldición me acompañaba.

Estaban en lo cierto.

Recuerdo la primera vez donde me sentí triste por primera vez, justo en mi primer celo tras los pensamientos que me hizo saber algunos de mis familiares tras presentarme como omega, familiares como mi madre y mi padre.

—¡Es un omega! ¡Por dios, un maldito macho omega!— escuché tras la puerta.

—Es tú hijo mamá, ¡debes de amarlo tal y como sea!

—Pienso lo mismo que Namjoon, ¿no lo amarás por ser omega?— oí decir a Seokjin.

—Eso de ahí...— pude reconocer la voz de mi padre.—... no es nuestro hijo, Taehyung no pertenece a esta familia.

Y en ese momento, en ese preciso y justo momento, pude notar como las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas como si de ríos se tratasen, con el corazón lastimado y el rechazo de las personas con mi misma sangre justo enfrente mío. Tomé mi corazón en un puño e  intenté calmarlo, decirle que todo estaba bien y que iba a salir bien, que el rechazo solo durarían un par de minutos y no para toda la vida.

Cuán equivocado estaba.

Puedo recordar que luego de un momento en donde todo se quedó en silencio, oí la puerta abrirse y ver a mis sor hermanos entrar. Seokjin me acarició la mano y Namjoon solo se dedicó a sonreírme, pero yo sabía que la sonrisa de mi hermano alfa y la tranquilidad de mi hermano beta no eran buenas.