Legado Rojo [Secretos que Contaminan]

~ Prólogo ~

" El principio del comienzo "
6 meses después del primer capítulo.

Cuando desperté, un dolor me consumió por completo. Inmediatamente mi vista se intentó acoplar a la oscuridad de la habitación, sin tener mucho éxito ya que estaba mareada, volví a sentir un ardor en mi cabeza, me palpé la zona afectada y me alarme al ver mis dedos que anteriormente los había pasado por mi cabeza tenían ... sangre, estaba segura de ello, el hedor de esta era algo a la que ya estaba acostumbrada.

Mi cabeza palpitaba mientras trataba de comprender qué había sucedido. Llegaron a mí las últimas imágenes de todo lo que había sucedido.

Fuí una estúpida en confiar en alguien que apenas conocía.

Sentí un ardor insoportable en mis muslos, había heridas profundas y poco delicadas en mi piel, estuve conciente cuando él me las hizo, cada corte con lentitud y odio, aprecié todo el tiempo como la carne se abría y caían por todos mis muslos sangre a montones.

Me estabilicé al cabo de unos segundos, intentando levantarme del suelo frío dónde me encontraba, un jalón en mi tobillo me hizo caer de boca totalmente descolocada, grite sin poder contenerme por el dolor de haberme golpeado los muslos.

Mi vista llegó a dónde estaba aquello, el pánico me inundó, era un grillete, me había amarrado como si fuera un animal.

Me recorrió un escalofrío al contemplar la habitación, a lo lejos podía ver con más claridad de la que prefería, todas las pelucas y vestidos que estaban perfectamente ordenados por tonalidades de colores.

A mí lado derecho en una gran mesa, se encontraban una gran cantidad de armas, las dejó conciente de que me sería imposible alcanzarlas o de tan siquiera usarlas correctamente.

Y eso me frustró mucho más.

Intente liberar mi pie, jalando de un lado a otro, sin obtener ningún resultado, me dejé caer en el suelo reteniendo las lágrimas.

Nada de ésto estuviera sucediendo si tan solo yo hubiera asumido mi verdadero destino.

A veces las cosas ocurren simplemente porque tienen que ocurrir. Y a veces tiene que hacernos daño para abrirnos los ojos y hacernos ver la cruda realidad.

Es duro aferrase a un sueño, pero aún más duro es despertar de él y darte cuenta de la peor forma posible, que nada es como lo imaginaste por tanto tiempo.

Cuando algo es para nosotros, así será, pase lo que pase.

Allí, en ese momento ella al fin había entendido que no podía correr de ese Legado Rojo y de todos esos Secretos que contaminan su alma y cambian su vida.