"Dicen que el que se enamora pierde, y cuando te ví por primera vez supe que yo sería la perdedora"- Anónimo.
CAPÍTULO 3La dirección era completamente blanca, era como estar en un psiquiátrico. El color blanco no es un color desagradable pero tener todo del mismo color, incluso las sillas y los uniformes de las secretarias, me provocaba dolor de cabeza.
Al fondo de la sala se encontraban dos escritores dónde dos mujeres rubias estaban sentadas metidas en sus computadoras.
Fruncí el ceño volteando a ver a Theo, quien se encogió de hombros y se dirigió a paso flojo hacía el escritorio más desordenado, conmigo pisándole los talones.
—Si vienen a pedir cambio de habitación, váyanse por donde vinieron. La regla es para todos y no importa lo que puedan ofrecer, la respuesta sigue siendo no—dijo roboticamente sin molestarse en apartar la mirada de la computadora.
La mujer parecía tener menos de 30 años y aunque desde donde me encontraba no podía verla bien, podría jurar que tenía un cuerpo de envidia, con todas las curvas adecuadas.
—Nani, mi hermosa florecita de la mañana. No sabes el gusto que me da volver a verte—dijo coqueto Theo—Soy tan afortunado por tener el placer de estar frente a la definición de belleza en persona.
Puse los ojos en blanco. Me comenzaba a preguntar cómo había tenido tantas chicas detrás de él.
—Vaya, vaya. Mira lo que me trajo el viento. Mi querido Theodore—dijo mordiéndose el labio—¿En qué puedo ayudarte guapo?.
La rubia se había inclinado lo suficiente que si la veían desde otro ángulo parecía que estaba besando a mi hermano.
—Verás...mi hermana Aricia es nueva y el señor Morrison dijo que quedaban trámites por llenar y quería solicitar el número de la habitación que se le será asignada.
La mujer al percatarse de mi presencia se enderezó en su silla y acomodó su blusa la cual se había abierto del escote cuando se inclinó.
—Mucho gusto Aricia, mi nombre es Daniela pero puedes decirme Nani—se presentó ruborizada.
Antes de poder contestarle, escuché voces de dos hombres. Uno se escuchaba molesto mientras que el otro sonaba cansado. Me giré viendo como el señor Morrison entraba al lado de un chico castaño. Por la mirada del chico supe que él era el de la voz molesta.
—Zabdiel es la tercera vez esta semana que te agarras a golpes con alguien. ¿Es mucho pedir que dejes de meterte en problemas?—suspiró el señor Morrison.
El chico que ahora sabía que se llamaba Zabdiel, tenía una expresión que haría correr a cualquiera. Daba más miedo que el dueño del internado.
—Lo haría si ellos no me provocaran—contestó Zabdiel cruzándose de brazos dejando a la vista la gran cantidad de tatuajes que estos tenían.
Recorrí su cuerpo de abajo hacia arriba dándome cuenta que no solo en los brazos tenía tatuajes sino también en la parte derecha del cuello. Un piercing adornaba su grueso labio inferior y tenía unos hermosos ojos verdes.

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CAOS PERFECTO
Teen Fiction⚠️PROHIBIDO COPIAS Y/O ADAPTACIONES⚠️ Había una vez una chica que dejó de creer en el destino cuando esté le dijo que no podía estar al lado de la persona que amaba. Cuatro chicos + Un internado + Misterio = CAOS PERFECTO. Hermosa portada hecha por...