𝟑

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑺𝒂𝒕𝒐𝒔𝒉𝒊 (𝑻𝑵):

Otro día más, Jueves, nada en especial, desperté a la hora de siempre, me arregle, desayune algo mínimo y salí para el instituto, al igual que los demás días de la semana exceptuando el Lunes, donde fui abusada y maldecida por un imbécil el cual me deseaba abusos bruscos, los demás días fueron como todos sin nada en especial. Mientras caminaba de mi casa al instituto intentando cubrir con mi sweater las marcas moradas que tenia en mis muñecas por lo ocurrido el Lunes con Kou iba metida en mis pensamientos: "¿no soy suficiente y por eso me viola?" "¿me lo merezco?" "si, estoy tan sola" "quiero fumar... bueno el Sábado será" "¿donde se metió ese cabron de Suna? siempre que me ve sale corriendo o escapa".

No pude terminar de pensar bien puesto a que ya había llegado a la preparatoria, las horas de clases pasaban lentas, poco interés había de mi parte incluso era casi nulo, miraba hacia la ventana con la mirada perdida pensando en la fiesta del Sábado, solo quería pasarla como en todas las fiestas, tranquila fumando y escuchando música, no me interesa mucho el tema follar y liarse/besarse con otra gente, aunque si tuviese que hacerlo con alguien sabia perfectamente con quien.

Al pasar las tortuosas y lentas horas de clase, salí de mi ultima clase para dirigirme a la entrada y cambiar mis sandalias por mis zapatos, todo normal hasta que sentí una mirada desde lejos mientras iba por los pasillos, deje de caminar y mire hacia atrás, ahí estaban esos dos imbéciles asechándome lo cual no era muy difícil de saber, Atsumu era bastante inútil para ser silencioso y el otro venia siendo arrastrado por Atsumu. -Atsumu Miya, Osamu Miya- Pronuncie sus nombres claro y bastante alto, haciéndoles saber que no servía de nada que me miraran desde lejos porque sabia que estaban ahí.

Osamu se acerco hacia mi mientras el otro le vacilaba y hacia caprichos de niño de 5 años por haber salido de donde estaban "escondidos". -Osaaamuu no es justoo, dijimos que la miraríamos de lejoos- Reprocho con carácter de niño Atsumu hacia su hermano. -Todo fue tu culpa, por no ser callado, aparte no dijimos, tú dijiste- Dijo Osamu con cara de cansado, esa oración comenzó una discusión que acabo en pelea de puños en el suelo entre los dos hermanos; No intente hacer mucho para separarlos, solo me quedaba viendo y escuchando lo que hacían.

De un momento a otro el pasillo estaba con bastante gente alrededor, formando un circulo en donde Los imbéciles de los Miya y yo estábamos en el medio, entre la  gente aprecio un cabron: Rintarou Suna, era de esperarse, ¿Cómo el se dignaría a perderse una gloriosa pelea a puños de los gemelos Miya? seguían pegándose hasta que escuche como Atsumu le pego demasiado fuerte a Osamu, haciendo resonar el ruido de su puño contra la mejilla de el contrario, el pasillo quedo en silencio por un rato y yo sabia lo que eso significaba, antes de que aparecieran los directivos intente separar a esos dos inútiles los cuales no colaboraban mucho por parar de pelear.

Intenté separarlos y al parecer nadie iba a ayudar, Suna solo grababa y tomaba fotos y los demás murmuraban cosas entre ellos, al intentar separarlos me lleve un puñetazo en medio de la cara, exacto, un puño aterrizo en mi nariz la cual al instante comenzó a sangrar haciendo que los Miya paren de golpearse, de un momento al otro el centro de atención era yo, los dos inútiles me miraban petrificados y Suna estaba al lado mío intentando ayudar o algo parecido; al recibir el puño en la nariz solo cerré los ojos y al segundo mi expresión era de fastidio, de molestia y mi seño estaba fruncido levemente, mostrando lo enojada que estaba.

Todos parecían estar esperando que diga algo como "Oops... no se preocupen preciosos todo estará bien" que es lo que en tal caso muchas fans locas de estos dos estarían diciendo, otros esperaban a que llorara y otros que conocían mi carácter quedaron en absoluto silencio; seria vulnerable y frágil ante Kou, pero para los demás si me lastiman no se las dejo pasar. -PERDÓN, PERDÓN SATO-CHAN, Y-YO- dijo Atsumu mirándome, Suna seguía al lado mío, el cual ya se había agachado a mi altura e intentaba colocar su mano en mi nariz, pero no deje que me tocara; escuche como unos pasos profundos venían hacia todo el grupo de gente, pasando entre los alumnos llego el director. -Ustedes tres... Atsumu Miya, Osamu Miya y Señorita Satoshi... acompáñenme a mi oficina- dijo el viejo vestido de traje, sin pensarlo ni una vez me di vuelta hacia la salida y comencé a caminar  hasta la misma. 

-¿No me escucho Señorita? Usted también viene.- Reprocho en un tono más alto, al lo que ya de espaldas a todo el bullicio. -Jodase.- dije de forma clara y sin problemas, el viejo casi calvo intento correrme o algo así pero su intento fue lamentable puesto a su edad. Ya estaba en la salida cuando me di cuenta que un tipo alto me estaba siguiendo yendo a la par de mis pasos, no dije nada, no me molestaba pero era raro que Suna Rintarou haga algo como eso.

No pare en ningún momento del camino, caminaba y el mayor seguía mis pasos, no se a donde él pensaba que yo iría pero me dirigía a mi casa; al llegar a la puerta de mi casa coloque las llaves y entre, sosteniendo la puerta detrás mío dándole a entender que no me molestaba que pasase puesto a que él sabia que mis padres casi nunca estaba en casa, sin decir ninguna palabra paso dentro y los dos nos sacamos los zapatos para quedarnos en calcetines. Me fui a la cocina a buscar un vaso de agua y él me siguió como perro perdido también. -Ya que tanto me sigues, ve al baño y busca el algodón con el desinfectante, están en el mueble.- Dije de forma clara, él me miro y sin decir nada subió las escaleras hacia el baño, me encontraba yendo hacia la sala en cuanto recordé que en ese mueble no había solo algodón y desinfectante.

Subí las escaleras rápidamente mientras le pedía a no se quien que no haya encontrado eso... Cuando lo mire desde la puerta del baño estaba con tres frascos de distintas pastillas en manos y las miraba con cara de sorprendido, agitada lo mire sin decir nada y él luego de unos momento comenzó a mirar desesperadamente todos los frascos con pastillas que había dentro del mueble, revolviendo muchos de ellos. -¿Q-qué carajo?- dijo Suna en un intento de aclarar su garganta. -Agarra el algodón y te voy a explicar para que son las pastillas, pero suéltalas por favor- Mandé de forma clara para que no queden dudas, me hizo caso y luego salió del baño, entre yo al baño y tome en manos todos los frascos con pastillas que había dentro del mueble.


𝑺𝒐𝒍𝒐 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐 (Suna Rintarou x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora