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Narra Suna:

Mientras estábamos almorzando las hamburguesas que Toshi ordenó, no podía dejar de pensar en todo eso, lo anterior, las marcas, las pastillas, eso de la depresión, ¿Qué es lo que estaba mal con ella? ¿Aún se sigue sintiendo igual de mal?, quiero saber como se siente para ayudarla, después de todo no cuenta demasiado acerca de ella, estaba emocionado y ansioso por saber. 

-Toshi, ¿Te puedo hacer una pregunta?- Interrogue mientras masticaba mi hamburguesa. -De todas formas acabas de hacerlo, no hables mientras masticas, Rin.- Respondió en forma de regaño, amaba cuando se ponía en modo madre. -Sí, pero es una pregunta muy personal.- Aclaré mientras dejaba el pedazo de hamburguesa que me faltaba por comer en la mesa. -No hay nada que no sepas sobre mí, pero puedes preguntar.- Me dio u consentimiento para preguntar, pero creo que en realidad no se imaginaba una pregunta tan amplia y a la vez específicamente indirecta.

-Esas marcas, las de las muñecas y las de los muslos, ¿Por Qué?- Dije en forma de suspiro mientras sostenía una papita en mi mano y con la otra mano acariciaba su mano, formando circulo con mi dedo índice en la palma de su mano, a decir verdad tenia algo de miedo de que no me quisiera constar o que se sintiera incomoda. -Pensé que no las ibas a notar, nunca.- Respondió dando vuelta su mano, haciendo que pueda ver su muñeca en donde tenia las líneas. -Esto es horrible, odio mostrarlas, puedo mostrártelas y más tarde hablaremos de ello- Hizo una pequeña pausa mientras suspiraba. -Son las 7PM, la fiesta inicia a las 8PM y quiero poder llegar a contarte todo completo, es una historia demasiada larga como para contártela durante solo una hora. - Afirmo levantándose de la mesa, llevando los papeles de las hamburguesas a la basura.

Pues si, tenia razón, lo que para nosotros era el almuerzo era casi la cena, ya que eran las 7PM, necesitábamos arreglarnos para poder encaminar tranquilos a la fiesta de los Miya.

Ayude a levantar los papeles y tirar los mismos, apague la tele de la sala de estar y subimos a su habitación, de mi mochila saque lo que me iba a poner y ella se adentro a su armario para buscar lo que se iba a poner, los dos nos íbamos a poner lo que nos compramos aquella vez que fuimos al centro comercial después de escaparnos de la preparatoria.

Saco el vestido negro corto del armario y lo puso encima de la cama, se adentro nuevamente a el armario y saco unas medias negras cortas que tenían unos pequeños volados como en encaje al final de estas y unos borcegos negros muy bonitos a mi parecer, todo le iba a quedar genial puesto a que su cuerpo es hermoso, ella es perfecta

Puso la ropa encima de la cama y se empezó a desnudar para cambiarse, sin pudor me quede mirando su cuerpo en brasier y bragas negras, es preciosa, me encantaría abrazarla desnuda, aunque puede ser una propuesta un poco extraña así que mejor no propongo nada. 

Se termino de cambiar y yo aún la seguía mirando con cara de embobado, yo estaba en ropa interior sentado en el piso con la mochila en manos, ya que ella comenzó a cambiarse antes de que yo pudiese siquiera sacar algo de la mochila y no me podía perder nada, así que me quede embobado tal cual imbécil mirándola, hasta que se percato de eso. 

-Vas a cambiarte o acaso necesitas ayuda para vestirte también.- Dijo en tono de burla mientras se dirigía a su espejo de cuerpo completo para verse, yo me levante y me dirigí hacia ella, la abrace por detrás quedando los dos frente al espejo. -Es que con tanta belleza que deslumbra me quede un poco ciego, no pude evitar mirarte.- Pronuncie mientras la abrazaba por detrás.

Narra Satoshi (TN):

Me estaba mirando al espejo y Suna me abrazaba por la espalda, no pude evitar verle la cara en el espejo, joder es hermoso. -Es que con tanta belleza que deslumbra me quede un poco ciego, no pude evitar mirarte.- Dijo Rintarou mientras me abrazaba, parecía un niño de cinco años que buscaba atención. -Joder, dame un puto beso ya, ¿Cómo más te lo tengo que pedir?.- Dije dándome vuelta quedando de frente a él. -Tal vez si me lo pides con un poco más de delicadeza te lo de.- Respondió tomando con sus grandes manos ambos extremos de mi cara. -Joder.- Pronuncie en forma de queja antes de abalanzarme en un corto beso, tenia ganas de hacerle una pequeña ilusión de que el beso iba a ser muy profundo y necesitado cuando en verdad solo iba a ser un corto beso. 

-Eso no se vale, Satoshi, si vas a comenzar un beso debes acabarlo bien.- Dijo Suna mientras me miraba con el seño levemente fruncido. -Tu dijiste que debía pedírtelo bien, esa fue solo una pequeña reseña de mis labios, si quieres más tendrás que hacer algo por eso.- Respondí mientras me daba vuelta quedando de espaldas a él y comenzaba a cepillar mi suave cabello, Suna se me quedo mirando como perro perdido parado detrás mío. -Ve a vestirte aunque sea, Rin.- Ordené para que aunque sea no anduviera en ropa interior besándome. 

-Eres malvada.- Dijo mientras se ponía su ropa, estaba vestido con un pantalón cargo negro con costuras rojas, una musculosa negra de cuello abierto también negra y por ultimo la camisa de manga corta que era negra con toques rojos, todo combinaba y también se había puesto unas zapatillas Vans originales. 

-Timeskip-

Ya estábamos saliendo de mi casa en camino a la casa de los Miya, el reloj de mi celular marcó las 8:30PM cuando una llamada entrante hizo vibrar mi celular, mire la pantalla y es Atsumu. -Joder, este puto pesado de vuelta.- Dije en forma de suspiro mientras atendía la llamada.

Atsumu: Primitaaa! ¿Ya vienes o que? ¿Quieres que mandemos a alguien a buscarte? 

Satoshi: Sí... ya estoy yendo en camino, ¿Qué necesidad y desespero hay porque llegue?

Atsumu: Es que tengo un amigo, bueno no uno sino varios que te quieren conoce-

No lo deje ni terminar que mi respuesta fue clara y concisa.

Satoshi: No me puto jodas, ¿De vuelta con lo mismo? no me interesa conocer a nadie, menos hombres, ya tengo a alguien, no molestes. - Dije interrumpiéndolo y cortando la llamada. 

-Fin de la llamada.- 

Al cortar la llamada sin dejar pasar ni unos segundos Suna pregunto. -¿Que cojones quiere ahora?- Dijo Rintarou. -Siempre quiere que vaya a sus fiestas porque le anda prometiendo a sus amigos de otras preparatorias o de vaya uno a saber de donde que voy a ser la novia de alguno de ellos.- Respondí explicándole la situación, poco a poco vi como Rintarou tenia su seño levemente fruncido, mostrando molestia y claramente celos. -No debes ponerte celoso, me dan igual ese pringados, son unos imbéciles y para peor están pateados, no te preocupes.- Aclare mirándolo de reojo mientras seguíamos caminando agarrados de la mano.

-No estoy celoso.- Respondió presionando un poco más mi mano. -Si lo estas, no hace falta que me mientas, yo también me pondré celosa si un grupo de chicas quieren follar contigo.- Dije intentado calmarlo, dejo pasar unos momentos y mientras seguíamos caminando lo escuche soltar una risa entre dientes junto a una risa nasal. -Acabas de decir que están pateados, ¿Cómo cojones es eso?.- Interrogo entre risas. -Quiere decir que están pateados, que son feos, pateados.- Respondí entre risas yo también. 

Seguimos caminando juntos hasta llegar a la casa de los Miya, donde al llegar tocamos la puerta y Osamu nos abrió la puerta, dejándonos pasar dentro, a decir verdad hay más de 40 personas allí dentro, sin contar las que están en el patio... ¿Qué cojones es esto Atsumu Miya...?

𝑺𝒐𝒍𝒐 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐 (Suna Rintarou x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora