El Rincón Del Lector

los 33

Hola mi nombre es Alison broker y tengo 26 años, quisiera contarles un suceso que me pasó hace ya 1 año. Todo pasó con la crisis que desató la pandemia, mi familia y yo pasábamos por un mal momento y el encierro lo empeoró todo, si tan sólo antes de la pandemia no podíamos estar todos juntos imaginen como era mi casa durante 4 meses de encierro obligatorio.
Muchos de nosotros nos habíamos quedado sin trabajo, incluyéndome y todo se hacía cada vez más pesado, por lo que después de tanto pensarlo busque una manera de desintoxicación familiar (nose si esa palabra exista pero no encontré otra manera de expresarlo) busque en Internet lugares paradisíacos en donde pasar un tiempo lejos de todo de mi familia de amigos y del tóxico y desagradable noticiero.

No tenía mucho dinero pero estaba desesperada por uir de todo y de todos, pero como lo suponen todo estaba cerrado, los lugares lindos cerrados por prevención y salubridad. Por un momento sentí mucha de sesión todos mis planes se habían caído todo parecía imposible, cuando escuche a mi madre gritar

-¡Alison ven a ver ésto!

Resulta que la cantidad de gente fallecida aumentaba, pero no lo creerán eso me incentivo a buscar una salida, regresé a mi cuarto y me perdí horas tras horas en el google Maps buscando lugares los cuales no fuera necesario entrar con dinero y vaya que encontré uno, estaba muy cerca de mi casa, me alegre como nunca tendría mi propia aventura, busque uno de mis morrales viejos de la escuela empaque cuanto pude... (Lo que creía necesario en realidad) salí de mi cuarto y le avisé a mamá que me quedaría en casa de unos amigos, todos me miraron confundidos pero nadie me de tubo así son ellos siempre. Me puse el tapa bocas y salí, abri el garaje y tome mi auto.

Seguí el GPS al pie de la letra, pero al parecer no era tan cerca como lo imaginé, ya se hacía de noche tenía hambre y debía buscar donde pasar la noche. Por la carretera no se veía más que árboles y maleza al rededor, cuando por fin a lo lejos pude deslumbrar un lugar, conduje hasta ahí y al llegar era un motel un poco viejo pero se podía ver la gente, baje de mi auto y fuí a la recesión.

-Hola. Dije

Un chico de quizás unos 28 años me atendió y me pregunto si tomaría una de las habitaciones, le respondí que sí y me pasó la única llave que había y dijo con asombró

-Pero que suerte tienes, es la última habitación que nos quedaba.

Fuí a la habitación y todo parecía estar bien, no se veía feo ni nada, estube un rato en el cuarto, incluso me di un baño, pero regresé a mi auto que deje en el estacionamiento, había leído tantas historias de moteles que no confía en nada en éste.

Pasada la media noche para ser exacto a esos de las 3:00 am de la madrugada, uno de los trabajadores se dirigía de prisa intentando no ser visto a mi habitación, me quede pasmada, el intento abrir la perilla pero yo le deje con seguro por lo que sacó una llave de su bolsillo y la introdujo en la perilla, pero uno de los huéspedes salía de su habitación y el nervioso guardo la llave y camino al huésped. No sabía que pensar ¿Que pensaba hacer? No soy la chica más bonita de todas pero quizás para un hombre solo a las 3 de la madrugada sería un suculento manjar.
El chico lo intentó tres veces esa misma noche, se veía muy desesperado, y yo rogaba que no notará que no estaba en la habitación, que haría si viniera a mi auto, no llevaba un arma conmigo y ahora que lo pienso fue una mala idea salir aventurar me sin un arma para defenderme.

En cuanto fueron las 8 de la mañana tome mi auto y me marche del lugar, estaba feliz de que no me ocurrió nada malo, me sentía victoriosa. Cuando dieron las 2:50 PM llegue al lugar que el GPS me indicaba, pero al bajarme del auto me percaté de que para llegar a donde quería debía cruzar un río, camine hasta el muelle y deje mi auto oculto no quería que me lo robaran, al llegar al muelle había un barquito (No se como se llaman okay) entre en el, le quite la cuerda y reme hasta llegar al otro lado, estaba cansada, cuando puse mi pie en la orilla arrastre el barquito a la tierra y me tumbe en el suelo a descansar, no se como paso pero me quedé dormida, y al despertar vi el mejor atardecer de toda mi vida.
Pero luego sentí un frío que me recorrió todo el cuerpo, tome mi mochila y saque la tienda de acampar (como pudo caber ahí - no lo se) la armé y busque ramas, piedras y más para hacer una fogata. Esa noche me quedé viendo las estrellas como nunca antes el cielo se veía precioso, las olas del río sonaban mejor que cualquier sinfonía, comí frijoles en la tados y me fui a dormir.