15🔥

2.2K 244 28
                                    

La mano ajena se aferra a la mía y apartando a todos del medio, corremos juntos fuera de la fiesta, las calles están algo solitarias, —Todos nos miran, joven muerte— digo.

Él se detiene abruptamente y suelta mi mano, se encuentra jadeante justo como yo, —¿Sabes quién soy, verdad?

—Eres mi Jimin— me atrevo a decir, si me ha sacado de esa manera de la fiesta debe ser por algo, y ese "algo" me hace sentir una esperanza enorme.

Con un suspiro profundo lleva sus manos hacía la máscara dejándola caer al suelo, su rostro acalorado se muestra a mí, su ceño está fruncido y sus mejillas rojas, —Has dicho "mi" como si nada, ¿acaso no estábamos huyendo de tu novio?

—No, por qué básicamente tú me has arrastrado hasta aquí— me acerco rompiendo su espacio personal y de inmediato Jimin aparta su mirada, —¿qué pretendes, Jimin?. Sacandome de ahí y ahora siendo reacio a mí.

Intento molestarlo, hacerlo que me diga sus intenciones pero lo que hace me saca de contexto: su rostro cae sobre mi hombro, puedo sentir su aliento caliente golpear mi cuello, he sostenido su cuerpo contra el mío pero nunca antes lo había sentido tan vulnerable, tan mío.

—¿Jimin?

—Permíteme permanecer un momento así, por favor.

Su voz se oye débil pero está siendo sincero, no había podido conocer este lado suyo, —Si me lo permitieras, podríamos estar por mucho más tiempo.

—Cállate y bésame— ordena alejándose levemente y aunque quiero aclarar lo que está sucediendo, estar seguro de lo que intuyo, por ahora me dejo hacer todo lo que Para Jimin deseé.


Torpemente llegamos hasta su departamento, cada una de nuestras prendas cae al suelo dejando un camino hacia la habitación, estar aquí me hace sentir tan nostálgico por qué a pesar de haberme ido unas semanas, siento como si hubiesen sido años, —Jimin...

—¡Mantente callado!— exclama jadeante y atrapa de nuevo mis labios con los suyos, los besos son sofocantes, necesitados, incluso bruscos por qué ansiabamos estar así de nuevo, saciar nuestro deseo con el otro, con nadie más.

Absolutamente nadie más.

Y tal y como Mimi me ha amaestrado le haré el amor a mi manera, tomando sus manos con las mías las coloco sobre su cabeza, él se queja de inmediato pero en sus pupilas la satisfacción crece, ese ardiente deseo por ser tomado salvajemente, —No lo haré— le dejó en claro.

Jimin parpadea sorprendido y frunce el ceño, —¿Qué?...

—Voy a hacerte mío a mi manera y no quiero objeciones— dejó ir sus muñecas notando mis dedos marcados y él sigue sorprendido por mis palabras que no dice nada. Jimin está muy obediente, sumiso y entregado ante mí, eso me hace flaquear pero, le demostraré cuan grandes son mis sentimientos hacia él.

Y entonces me permito admirar cada parte de su cuerpo, saboreo cada reacción suya, cada sonido que sale de su boca lo grabo en mi mente, todo, absolutamente todo de él quiero grabarlo en mi, —Mi amor...— jadeo chupando con deseo sus duros  pezones.

Él se sonroja en demasía y no comprendo si es por el placer de cada caricia o por la palabra que e usado sin embargo no dejo que me incomode, mi objetivo es demostrarle lo que es hacer el amor, la pasión desenfrenada sin necesidad de la brusquedad; las manos de mi amado se aferran a las sábanas mientras mi lengua masajea su miembro, está erecto, duro y largo, su espalda se encorva en toda la duración de la felación, mi nombre sale de sus labios de manera jadeante, desesperado y entonces, me doy cuenta de que no me gustaría que nadie más tenga este privilegio, que nadie más pueda tocarlo como lo hago yo.

—Por favor, no me hagas esperar más— súplica Jimin atrayendome del cuello y me sonrojo cuando con cierta timidez sus labios se posan en la comisura de los míos, —Te lo ruego, Jungkook...

Con una sonrisa me inclino levantado sus piernas, sus manos se detienen en mi cabello y mirándo la excitación en su rostro decido penetrarlo sin preparación, no era mi intención pero a final de cuentas siempre seré débil ante cualquier cosa que él me pida.

Mi primer chico, mi primer enamoramiento.

Nuestras caderas se mueven al mismo compás, mi virilidad golpea el más recóndito e íntimo punto de Jimin, los minutos son gloria para nosotros, ansiando esto desde que nos separamos, con astucia y deseo nos enredamos en un apasionado beso y juntos al mismo tiempo, nos llenamos con la escensia del otro. De inmediato Park se aferra a mi cuerpo sin dejarme ver su rostro, —¿Por qué?

—¿Por qué, que?— pregunta respirando de manera anormal y el calor de nuestros cuerpos me gusta, siento su corazón latir.

—¿Por qué estamos haciendo esto de nuevo?— le pregunto dejando caer mi rostro en su pecho.

Con suavidad sus dedos acarician mi cabello, —Por qué te extrañaba más lo que imaginé que haría si te ibas.

—¿Y por qué me extrañabas?, ¿Solo por qué habías perdido a tu amigo sexual?— me mantengo calmado pero necesito saber el por qué.

Jimin me aleja sin brusquedad y se sienta en el borde de la cama, —Ya no eres más mi amigo sexual, ya no quiero que lo seas más.

—¿Entonces?— me bajo de la cama agachándome y lo hago mirarme a la cara, sus labios tiemblan y sus ojitos se encuentran llorosos, —Jimin, quiero que seas claro conmigo.

De pronto y sin esperarmelo, mi pelinegro rompe en llanto, —¡Por qué te quiero!, ¡Maldición, me enamoré de ti!. Y, lo de hoy era una despedida, se supone que te confesaria mis sentimientos pero no podía así que pensé que solo haríamos esto una vez más y te dejaría ir...no quería hacer que le fueras infiel a tu novio...

Sin retener mi llanto propio lo abrazo con fuerza, —Perdóname, por favor...yo he sido un estúpido al hacerte llorar.

Y como unos tontos lloramos juntos abrazados el uno del otro.








TIENEN TODO EL DERECHO DE MENTARME LA MADRE POR HACERLAS ESPERAR

💌 AQUÍ LES DEJO EL BUZÓN AH, VENGO EN UNOS DÍAS.

Romance Pervertido| KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora