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—¿Qué haces por acá? —pregunté asustada pero sorprendida

—Eventos de motos...¿lo recuerdas? — preguntó mientras veía a otro lado

Mire a dónde él miraba

Cierto, a Andrés le gustaban mucho las motos

—¿Tú? — preguntó él

—Y-yo...espero a un conocido

En realidad había acompañado a Henry a comprar a un café

—¿Conocido?

—S-sí, es un amigo de la familia, es sólo que está medio desubicado y ya ves

—¿Siendo guía?

—Algo así — respondí nerviosa mientras volteaba a la entrada de la cafetería — y ya salió

—¿Quién? ¿El bigotudo?

Yo solamente asentí

Henry me buscaba con la mirada, hasta que me ubicó.

—¿Soy yo o...nos ve muy mal? — preguntó riendo

—Es así de malcariento — respondí — nos vemos el lunes — me despedí

Él sonrió para después abrazarme rápidamente, en forma de despedida.

Yo caminé hasta estar al lado de Henry

—¿Ya? — pregunté normal mientras me dirigía al coche

Voltié a verlo y él seguía mirando a Andrés, hasta que me miró y siguió caminando

—Por dios Henry, deja de mirarlo

—¿Él es el mismo de siempre?

—¿Cómo que el mismo de siempre?

—Sí, siempre lo veo platicando contigo las veces que voy por ti a la escuela

—¿Y? — pausé — es decir, sólo somos amigos de clase

—Se nota

Me paré frente al carro, esperé a que Henry abriera la puerta con las llaves

—Además no entiendo por qué te enojas, tú y yo no somos nada

Comenté normal para después abrir la puerta del coche y meterme.

Henry se metió, solamente empezó a manejar.

—Sí, tienes razón — pausó — tú y yo no somos nada

Voltié hacia la ventana, no quería verle la cara, estaba enojada y no sé por qué.
Quería llorar, tampoco sabía el por qué.

—Para el coche — dije.

Si seguía con él, estallaría.

—¿Qué?

—¡Que pares el maldito coche! — grité — ¡Páralo aquí!

Henry no hizo caso, siguió.

—¡Páralo! ¡Maldita sea! — refuté

Henry paró en seco. Hasta que volteó a verme.

—¿Puedes decirme que está pasando? — preguntó confuso

Vi como trató de poner su mano en mi pierna, pero la quité para después tomar el café que estaba ahí y tirarselo encima

—No quiero que me toques — sollozé

Tomé mi mochila para después salir del carro y caminar hasta casa.

La Caótica Vida De Fiorella |Henry Cavill|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora