Capítulo 11: Fuego.

362 46 35
                                    

Jongwoon y Donghae se encontraban tomando sus batidos en la mesa mientras sus parejas parecían querer superar algún récord mundial en los bolos, hace una hora aquella salida que al inicio parecía divertida, ahora era una pelea por una cena y estaban seguros que a ninguno de los dos realmente les interesaba ir a cenar gratis, lo importante era no perder contra el otro. 

—Kyu, estoy aburrido, llévame a casa, Kkoming está sola— Jongwoon se había cansado de esperar y decidió ir a interrumpir el juego de su pareja.

—En un rato, nene, primero patearé el trasero de Hyuk.— Ni siquiera lo había volteado ver. 

—Eso lo veremos pequeño idiota.— Hyukjae también parecía bastante entretenido.

—Bien, entonces me iré con Donghae.— Dijo al final, ya tenían más de una hora jugando solos y a ellos los habían dejado en la mesa, Hae también estaba molesto.

—Aja...

—Claro...

Respondieron los dos, era el colmo, ni siquiera le estaban poniendo atención, frunció el ceño y se dio la vuelta enfadado.

—Larguémonos de aquí.— Escupió con furia mientras tomaba su teléfono de la mesa.

—¿Qué te dijeron?

—Déjalos jugar, parece que les importa más que tenernos aquí olvidados.— Donghae abrió la boca ofendido.

—Vámonos.— Secundó, y sin más salieron del lugar dejando dinero en la mesa para pagar su consumo.

—¡Sí!— Se escuchó la exclamación de victoria del menor.— ¿viste eso Ye?— Volteó su vista hacía las mesas pero no encontró a su pajera.—¿Ye? ¿Oye y Jongwoon y Donghae?— Preguntó al final a su compañero.

—Seguro fueron al baño, vayamos a sentarnos, estoy cansado.— El contrario asintió y fueron a la mesa en la que estaban antes. Habían pasado 10 minutos y comenzaban a preocuparse, habían ido la baño y sus parejas no estaban, ¿Dónde estaban?

—Llamaré a Donghae.— Sacó su teléfono y llamó, el tono sonó un par de veces y luego fue cortado.—No tomó mi llamada.

—Llamaré a Yesung.— Su llamada se lanzó directo al buzón, llamó nuevamente y a la tercer llamada por fin conectó— ¡Nene, ¿Dónde están?!— Preguntó preocupado.

—En casa ¿Qué quieres?

—¿Qué? ¿Cuándo...?

—Hae está conmigo adiós.— Y sin dejarle decir otra cosa, le colgó.

—Se fueron a su departamento, están molestos.— Dijo viendo a su primo.

—¿Eh? ¿y eso por qué?— Estaba confundido. ¿Por qué estarían molestos?

—No lo sé pidamos la cuenta y vayamos.

Grande fue su sorpresa cuando pidieron la cuenta al mesero y este les dijo que los chicos con lo que venían habían pagado hace más de dos horas. Ahora todo tenía sentido, eran un par de idiotas.

—Maldición, ¿Cómo no nos dimos cuenta? Hae debe querer matarme.

—Y Jongwoon a mí.

No le importó medirse el limite de velocidad pero necesitaban llegar al departamento de sus parejas pronto, una vez fuera tocaron la puerta por más de 10 minutos. Solo se escuchaban los ladridos de Kkoming desde el interior.

—Jongwoon abre por favor... Jongwoon...

—Hae, bebé lo siento ¿si? no volverá a pasar, déjame explicar.

Cataclismo: Un desastre sin intención [KyuSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora