Capítulo 18: Acuarela.

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—Buenos días Kyu, es hora de abrir las ventanas, ¿quieres un poco de aire fresco?

Jongwoon se movía por la habitación con un poco de dificultad debido a que aún sentía un poco de dolor en el cuerpo y su brazo aún tenía el yeso. Abrió las ventanas y respiró profundamente el aire de la mañana, regresó su vista a la cama y ahí estaba igual que siempre, el rostro imperturbable de Kyuhyun, sumido en un letárgico sueño que parecía no tener fin.

—Te ves pálido Kyu... y tu piel ya es blanca.

Era costumbre ir temprano a abrir las ventanas de la habitación de Kyuhyun, observarlo y platicarle su día aunque este no pudiera escucharlo. Unas horas después el señor Cho llegaba a hacerle un relevo y cuidaba a su hijo mientras él iba a que le hicieran su revisión de rutina.

Quería mantenerse positivo, realmente quería hacerlo pero Kyuhyun llevana una semana en coma y no tenía indicios de despertar pronto. Ahora sabía que Yunho había sido dado de alta, sinceramente no le importaba en lo más mínimo en ese momento, si lo pensaba detenidamente, Yunho era el causante de todo lo que estaba sucediendo.

Donghae y Hyukjae venian una vez al día a visitarlos, ellos estaban bien, cuidaban de Kkoming y se encargaban de los deberes en ambos departamentos.

—Ya no retocaré mi cabello, Hyuk tampoco.

—¿En serio?— Preguntó un poco sorprendido, ellos habían mantenido esos tonos de cabello por bastante tiempo.

—Sí, dejaremos que el tinte salga y conservaremos nuestros colores naturales.— Dijo mientras tomaba una hebra de cabellos entre sus manos.

—Es una buena decisión, a mi me gusta tu cabello castaño.

Donghae trataba por todos los medios distraer a Jongwoon, pero realmente no estaba funcionando, cada día veía su ánimo más bajo y no era para menos, ese sentimiento de incertidumbre e impotencia debía ser horrible para él. Podía notar como sis ojos se desviaban de vez en cuando al castaño y es que cuando llegó a la visita, le informaron que el pelinegro estaba en la habitación de Kyuhyun.

—¿Realmente crees que despierte?— Murmuró girando viendo al castaño inconsciente en aquella cama de hospita y con delicadeza entrelazó su mano.

—Lo hará.— Sonrió compasivo.— Kyuhyun no se dejaría vencer por algo como esto, despertará para hacerme la vida imposible y ser tu desastre andante.— Y por primera vez en varios días, por fin una sonrisa iluminó el rostro del mayor.

...

—¿Cree que Kyuhyun recuerde cómo hacerlo?

—Claro, el siempre fue un joven brillante, el piano le apasionaba y era fantástico en eso.— En esos días había conocido un poco más a su suegro, conversaban a menudo de los tiempos de juventud de Kyuhyun. En esos momentos se ponía a pensar que tal vez el señor Cho no era tan malo como se lo pintaba el castaño, ciertamente había cometido errores demasiado graves, pero sabía demasiados detalles de su vida, lo que le gustaba y lo que no; sin embargo el sentimiento de dolor con su fallecida esposa no le permitía acercarse lo suficiente a su hijo.

—¿Estaría dispuesto a tomar terapia familiar con Kyuhyun?— Preguntó de pronto.

—Yo estoy dispuesto a hacerlo, pero dudo que mi hijo quiera algo como eso, no he podido tener una conversación decente con él, jamás— Algunas veces Younghwan quería que los errores fueran como las acuarelas, que con un poco de agua se pudieran remover, pero la realidad era que estaban escritos con tinta indeleble. Imposibles de borrar; se odió a sí mismo por ser tan inconsciente en aquellos años, se reprochó su egoísmo y falta de sentido para con su hijo, era su culpa que Kyuhyun hubiese crecido con tantos complejos e inseguridades, era su culpa que el temperamento fuera tan impredecible, porque para él era su mecanismo de defensa cuando se comenzaba a sentir acorralado o indefenso.

Cataclismo: Un desastre sin intención [KyuSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora