Capítulo 7

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-Pégame, dale Gina. A ver si así, se me va la resaca- levanté la vista del libro que estaba leyendo y miré a Megan que se encontraba apoyada al marco de la puerta de la cocina con los ojos cerrados.

Hacia una hora me había levantado en el mismo estado que ella. Me agarraba la cabeza mientras iba al baño por miedo a que me explotara. Pero al menos cuando terminé de ducharme con agua helada, se me fue un poco. Como desayuno había elegido un café solamente y me puse a leer un libro que tenía en la biblioteca del living, que hacía mucho no leía.

-¿Quién te pidió que tomes tanto?- le pregunté divertida y abrió un poco los ojos para mirarme mal. Me reí mientras me levantaba y preparaba un poco de café para ella y uno próximo para Lola.

-Me duele todo y no me acuerdo de nada. Se buena amiga y dime si hice algo vergonzoso- me giré un poco para mirarla. Se encontraba en la silla donde minutos antes estaba yo, con los brazos sobre la mesa y su cabeza apoyada en ellos.

-En resumen… comenzaste a cantar una canción desconocida subida a la barra, competiste con otro chico para ver quien tomaba más hasta que casi te desmayas y secuestraste a un chico con quien te casaste. Por cierto, me llamó hace un rato diciéndome que quiere la noche de bodas- le dije todo rápido. Ella al escuchar lo ultimo levantó la cabeza y me miró.

-Lo último es mentira- reí y me giré para seguir con los cafés. La escuché correr la silla, acercarse a mi lado para abrir uno de los estantes y sacar dos tazas- no puedo creer que haya hecho aquello. Desde ahora no volveré a tomar. Pero, eso es imposible. Sufriré las consecuencias.

Megan podía ser aplicada, tranquila y muy responsable. Pero al momento de tomar era otra, el alcohol era su debilidad y no había nadie quien la parara.

Años atrás nos contó que de chica una vez se tomó todo un vaso de whisky con un primo, al parecer había sido la primera vez que bebía y terminó muy mal.

-Al menos contrólate un poco cuando tomas en otro lado que no sea en casa. Afuera es más difícil hacerte pasar desapercibida.

- Trataré pero no prometo nada. Cambiando de tema, recién se me vino a la cabeza ¿Quién nos trajo si yo estaba borracha? Ninguna de ustedes dos podía.

-Le pedí a Harry y nos trajo- me miró asombrada y yo sonreí con los labios cerrados- fue muy amable al traernos, pero todo se fue al momento de despedirnos, creo que no va a cambiar más ese chico.

Asintió y buscó una de las tazas para llevarla sobre la mesa mientras la seguía con la otra en mano. Apenas me senté escuché ruidos de pasos y minutos después una Lola despeinada apareció ante nuestros ojos.

-Espero que ese café sea para mí, porque no tengo ni ganas de hacerme uno- se sentó en la silla junto a Megan y le pasé la tasa. Le dio un sorbo y me miró- Llamé a Niall y al parecer está bien, con un poco de resaca y calmantes encima. No recuerda nada de anoche desde que buscamos las bebidas. Le dije que se pase un rato por acá y me avisó que se bañaba y hacia presencia.

-¿No crees que se están viendo muy seguido? –Megan preguntó llevando su tasa al mesón para ponerse a lavarlo- Apenas lo conoces. Esta perfecto que tengan citas y esas cosas, ¿Pero no van muy rápido?

-Yo creo que no. La paso increíble con él y no dejaré de hacerlo. No estamos haciendo nada malo- levantó los hombros en señal de desinterés y bebió su café. Megan dejó de lavar y se giró para apoyarse en el lavado mirando a Lola.

-¿Y si es un secuestrador? ¿O un asesino serial? Estarías en peligro.

-Acá el único peligro sos vos borracha. No se habla más del tema, estoy bien con Niall y así quedará- reí por su respuesta y vi como la otra le sacaba la lengua y seguía con lo suyo.

Difficulty © (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora