Días después de publicar mi famosa entrevista, mucha gente comenzó a enviarme cartas. La gran mayoría eran con disculpas dirigidas a Leoncio, quien se vio muy agradecido cuando se las mostré. Otras eran con más historias de vida arruinadas por una mentira, con las cuales trabajaré más adelante. Pero una carta llamó por completo mi atención ¿Por qué? Porque el leñador la había enviado.
Antes de compartir su contenido, quiero aclarar que yo solo hago mi trabajo, no tengo intención de inclinarme hacia ningún lado, no hasta descubrir la verdad. Ahora, sin más preámbulos, les dejo la carta:
El Bosque, 29 de Julio de 2020
Estimado señor Periodista:
Tuve la suerte de leer la entrevista al Lobo, y tengo que decirle que me puso muy triste. No es que simpatice con ese señor, sino que lo que me golpeó el corazón fue leer las libertades que se tomó para hablar de mi trabajo y de cómo se dirigió a Caperucita.
En primer lugar, y lo más importante de todo esto, quiero que todos sus lectores sepan quién soy en verdad. Me levanto todos los días a las cinco de la mañana, estoy a dieta así que desayuno té verde con dos rodajas de pan integral casero, luego plancho mi camisa a cuadros, agarro a Timothy (mi hacha) y salgo a trabajar. Vuelvo a mi casa recién al mediodía, después de cortar no sé cuántos árboles; almuerzo, me pego una ducha rápida y salgo de nuevo a las dos de la tarde para regresar a las nueve de la noche.
Como puede ver, trabajo casi todo el día. Si no me cree, puede ir al bosque en cualquier momento sin avisarme y me verá trabajando con Timothy. También puede preguntarle a Gepetto, ya que siempre cumplo con sus pedidos de madera, pero no me hago cargo de la estética de sus creaciones, eso no es culpa mía.
En segundo y último lugar, tiene que saber que su amiguito Leoncio, no le contó todo. En la entrevista dijo que nunca me vio cortar ni una rama, y eso es verdad ¿Pero sabe por qué nunca me vio trabajar? Porque él no sale de su casa casi nunca, y cuando lo hace yo ya estoy en la mía. Esto lo sé, debido a que lo vi en varias ocasiones, desde mi ventana, merodear por el bosque. No es que sea chusma ni nada de eso, solo me gusta mirar por mi ventana porque amo la naturaleza (Por si no se enteró ahora soy vegetariano, por eso he dejado de ser "El cazador"). Lo que el lobo omite con gran inteligencia es lo que hace las pocas veces que sale y esto a usted le va a interesar.
Cuando lo veo salir, en la noche, siempre pero siempre se va cargando un bolso, y vuelve tardísimo y sin él. Eso hace que me pregunte ¿Qué hace el lobo todas las noches con ese bolso? ¿A dónde lo lleva? ¿Qué lleva? ¿De dónde saca plata para comprarse cosas si no trabaja y vive encerrado? Es todo muy sospechoso, no quiero decir nada malo sobre él, pero para mí que el dinero que gana, lo gana ilegalmente...no sé...digo...
En fin, creo haber dicho todo lo que tenía que decir, sin olvidar nada. Espero que le haga llegar esta carta a todos sus seguidores, no quiero que mi gran imagen se manche.
Atte: El Leñador
Queda en ustedes si creerle o no, pero algo que dejó en claro esta carta, es que mi papel en esta historia aun no terminó. Más pronto que tarde volveré, solo esperen.
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Detrás del cuento
HumorLlega al pueblo, con sed de verdad, El Periodista. Su lema es "No todo es lo que parece" y está dispuesto a hacer lo imposible para demostrarlo, para ver que hay más allá, que hay detrás del cuento. Caperucita Roja, El lobo, Ricitos de Oro, Gepetto...