ONE

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El día en que Cupido se enamoró de un mortal...





Hola, Gulf

Mew Suppasit

Bueno, ¿Cómo empezar esto para que me entiendas?

Creo que debería presentarme antes, soy alguien que ya conoces, pero digo, más correctamente.

Soy Cupido, ya sabes, ese bebé que anda en pañales y tirando flechas para enamorar a la gente, bueno, no soy tan así, no somos en realidad.

Verás, hay muchos Cupidos en el mundo, y todos trabajan y existen para la misma causa: el amor. Cada Cupido se encarga de conocer a la gente a su alrededor, y ver quién puede funcionar con quién, después viene el momento de la flecha (que es completamente invisible, para aclarar, y casi siempre se termina lanzando con una seña o así, como la tela de araña de Spiderman, yo hago una forma de pistola con mis manos, seguro alguna vez me has visto hacerla).

Y ya con eso último creo que ya debes saber quién soy.

Soy Mew, ¡Sorpresa!

Te estarás preguntando: "Wow, Mew, ese idiota amargado que vive conmigo y que deja sus calzones sucios en el suelo del baño, con razón el amor es una mierda, si mira cómo es el gran Cupido"...

Todos tenemos errores, Gulf, recuerda eso.

Aunque en verdad, te conozco lo suficiente para saber que... No dirías eso nunca jamás, porque eres muy dulce para insultarme, seguramente debes seguir muy confundido y estoy intentando explicarme, pero me conoces, mi periodo de atención es muy corto. 

Tampoco creo tener mucho tiempo.

En fin, lo intentaré...

Nací hace miles de años, fui creado en reemplazo de otro Cupido, que había abandonado su cargo, y desde el primer día de mi existencia sabía lo que tenía que hacer.

Verás, para los dioses, los humanos necesitan ayuda para todo, y especialmente para el amor, porque sin un amor que sea puro y honesto, se hacen cosas malas entre ellos... Ya sabes, engaños, violencia, discusiones, peleas; lo que sea que sirva para lastimar al otro, se vuelven crueles y dañinos.

Y sé que sabes lo que un falso amor lastima.

Te conozco desde que tenías dieciocho, verás, a esa edad apareces en la lista de candidatos del Cupido más próximo, en tu caso, fui yo.

¿Recuerdas tu cumpleaños número 18? Ninguno de tus invitados había aparecido en aquella pastelería, estabas sólo, y estabas por largarte a llorar frente al pastel de feliz cumpleaños cuando entré, y no podía permitir que estés triste, ni que esos labios tan bonitos que tienes hagan pucheros.

¿Es tu cumpleaños?

Me miraste y por dentro yo sabía que estabas rogando para que me fuera a la mierda, pero eres muy educado como para decir eso, así que asentiste y frotaste tus ojos mientras sonreías.

¡Feliz cumpleaños! — te abracé sin nada de vergüenza y estabas tan confundido que no te gustó del todo, pero a su vez necesitabas tanto de un abrazo que no te negaste.

Ese día me quedé a comer pastel contigo, te cante el feliz cumpleaños junto con los empleados de la pastelería, te conocí y me hablaste de tu vida, de cómo tu familia te había echado de casa por tus gustos, y de cómo tus amigos también se pusieron en contra, de esa forma, quedaste sólo en tu día.

With Love, Cupid (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora