Eight

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❝#8❞

Los soldados hace una hora que llegaron a ese vecindario, estaba totalmente desierto

Sin rastros de.. bueno prácticamente nada, no había más que destrucción, más el viento empujando la tierra que no servía de ayuda

—Okey, tardamos un rato subiendo escaleras y bajandolas, pero seguro es esta.—

Ambos entran a la casa que era igual que todas, en efecto era aquella que tenía ese papeleo enorme

—Quien sea el que nos escuche, encontramos los documentos, cambio.—

Paul sostiene el walkie talkie

—Traigan todo lo que esté allí y no se olviden de ninguna cosa, cambio.—

(...)

—Bien, son los primeros en llegar, muy bien hecho soldados.—

Andrew le agradece de parte de los dos y lleva ambos papeleos a la oficina del líder

—Cero dos, el líder quiere verte en su oficina lo antes posible.—

Asiente yendo a su oficina, pasando por cada pasillo hasta lo más profundo, mentalizando lo que le diría esta vez

Entró sin problema a la fría y acogedora oficina, ahí el líder la esperaría supuestamente

Y así fue como acabaron fumando ambos en el mismo lugar, charlaban y reían. ¿Era lo correcto? Tener que hacer eso, tener que forzar a una persona a ser su otra extremidad tan fácilmente como drogarla, no sonaba tan mal para el líder

Pero se tomó muy enserio la apuesta, hasta cero dos tenía un lado cómico, contaba ciertas anécdotas que tuvo que pasar en cuanto a familia y estúpidos compañeros de clase

—Me acuerdo esa vez en la que Matthew me besó a propósito para el baile, solamente para gustarle a una chica, que patético.—

La mujer balanceó su cabeza para atrás mientras reía, aún con el cigarro en su mano

—Cero, te quería pedir un favor muy, muy importante.—

Se para de la silla y se acercó a la soldado clase B, apretando sus mejillas suavemente y acercándose más y más

Paró un momento cuando notó que esta lo miraba con un brillo en sus ojos color ___ y un leve sonrojo, para el esa no era ___ Jakenville

No supo por qué, pero se alejó

Se alejó de ella largando un suspiro pesado al final

—¿Por qué no puedo darte un estúpido beso todavía? Se supone que no eres especial para nadie ¿¡Por qué para mí si!?.—

Le da un fuerte golpe al escritorio y mira a nuestra protagonista, se encontraba plácidamente dormida

—Apenas te estoy notando ¿Por qué quieres llevar esta carga conmigo? A veces siento que te odio y luego me digo que eres tan especial para mí, no sería para nadie más aquel puesto.—

La noche ya caída dejaba ver a plenas once de la noche, una fuerte luz blanquecina pasando por la ventana del noruego hasta la cara de la mujer

Esta se despertaba de su casi profundo sueño, cuando por fin pudo abrir por completo los ojos sintió aquella luz rodearlos, nuevamente fulminaba con la mirada al techo, posicionó su brazo en sus ojos cegando la luz que emitía

Suspiró y al voltear todo su cuerpo notó la espalda de aquella persona que dormía a su lado, dió un grito grave cayendo de la cama

Al observar mejor el lugar, no era el cuarto correspondiente «¿Me.. drogaron? O ¿Tal vez solo estaba muy cansada y terminé en otro cuarto? Tal vez esa persona se apiadó de mí y me dejó, si, debe de ser la última. ¿¡O tal vez me violaron!?»

Tord Larsson despertó en cuanto sintió el golpe, se limitó a quejarse y a mirar a su amada en el suelo con una cara aterrada

—Cero dos, vuelve a la cama.—

‹end›

¡£300! -Red Leader/Tord x reader-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora