Isabela:
Me encontraba tirada en mi cama mientras pensaba en algunas cosas, en realidad todo se basaba en Julio, la semana había pasado tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos faltaba menos de cinco horas para que él vaya a España.
Aunque aún no se haya ido desde ya siento ese vacío, es difícil de explicar, si bien yo le dije que se vaya de todos modos duele, duele tener que alejarte de la persona que amas, sin embargo es lo correcto... el amor no es egoísta.
Faltan pocos minutos para que él llegue a la casa ya que papá lo invitó para que venga a almorzar, que Julio esté en la casa me trae mucha nostalgia, me hace acordar todos los momentos únicos e inolvidables que vivimos aquí, cuando llego de España junto con André, todas las tonterías que hacíamos, cuando nos apoyabamos mutuamente, cuando peleábamos por cualquier cosa y a los segundos nos reconciliabamos, nuestro primer beso, Julio estuvo cuando el mundo se me vino encima, el siempre estuvo.
Son tantos recuerdos... recuerdos que alegran pero a la vez arden.
__Bestia, Julio ya esta abajo__interrumpió Andre abriendo la puerta de golpe.
Asentí y limpié algunas lágrimas que corrían por mi rostro y traté de sonreír, se que sí me ve así se sentirá culpable y eso es lo que menos deseo, no quiero que este día sea uno malo, no soportaría que el se vaya de aquí triste.
Al bajar me encontré con él, tenía su mirada intensa sobre mi, sin embargo aquellos ojos mieles que casi siempre brillaban de alegría ahora se los veía apagados ¿por qué todo esto tiene que ser difícil? La vida si que se ensaña en mi contra, pero bueno, él va a ser feliz allí.
__¡Ey! ¿Cómo estás?__pregunté sentandome a su lado y Julio solo me siguió con la mirada.
__Hay preguntas más fáciles en este momento, si tú me lo pides me voy a quedar, no quiero irme Bela, no de esta manera, no quiero separarme de tí__al decir lo ultimo su voz quebró y eso hizo que sienta un gran agujero en el pecho.
Lo abracé con todas las fuerzas que tenía en ese momento, me había prometido a mi misma ser fuerte en todo esto pero simplemente no podía, no cuando lo amaba tanto, es casi imposible soltar a una persona que amas.
__Pueden sentarse__dijo papá interrumpiendo el abrazo que nos estábamos dando y en el momento que me separé de él nuestras miradas cruzaron.
Cada día siempre me voy a enamorar de él, porque él es único, es especial, es aquel motor de vida que siempre voy a necesitar, es la persona que me ayuda a seguir adelante, ni siquiera se como explicar lo mucho que lo voy a extrañar.
__Va a ver que en un abrir y cerrar de ojos estaremos juntos otra vez__dije llevando mi mano a una de sus mejillas y sonriéndole tratando de calmarlo.
Ambos fuimos a la mesa en donde estaba la merienda, los minutos pasaban y ninguno decía nada, había un profundo silencio, uno que tan solo gritaba dolor, ni siquiera André podía animar el lugar, Julio aún no se iba y sin embargo ya se sentía un vacío.
Julio ni siquiera había tocado su plato, tenía la mirada gacha y sentía como a veces se giraba a verme, yo no podía verlo porque si lo hacía me pondría a llorar, ya estaba luchando demasiado con el hecho de que dentro de un par de horas no estaría a mi lado.
__Julio ¿ya tienes todo listo?__le preguntó papá a Julio.
__Sí, por lo menos casi__respondió soltando un suspiro al último.
__Alan, Guido y los chicos en general van a estar en el aeropuerto para despedirse__dijo André tranquilo, pero en sus palabras se notaba la melancolía.
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JUST FRIENDS
Fanfiction¿Solo amigos? Ese asunto es un tanto difícil de cumplir cuando ambos sienten algo más que una simple amistad, ¿es posible enamorarse de tu mejor amigo?