Bittersweet Love [Wang YiBo]

Capitulo 17

—Me mordiste —Dije sin poder creerlo, toque ligeramente el lugar afectado, no podía describir exactamente que había sido eso, ya que un besito de amor no fue, pero tampoco fue lo suficientemente fuerte como para ser una mordida, acomode mi ropa y fui al baño con rapidez. Me paré frente al espejo y mire mi hombro, estaba algo rojo, acaricie un poco y suspire de satisfacción. Salí del baño con la cara seria y lo miré fijamente sin decirle nada.

—No fue mi intención, realmente no sé porque lo hice —Dijo mirándome con culpabilidad o vergüenza, o por lo menos así lo interpreté yo, porque su rostro estaba completamente rojo.

—Primero eres tú el que dice que no quiere marcas y ahora vienes y me sales con esto —Señalé mi hombro.

—Ni si quiera lo pensé, cuando me di cuenta ya lo había hecho. No es para tanto, me habías dicho que te gustaban ese tipo de cosas —Dijo restándole importancia.

—Perfecto, entonces me debes una —Dije maliciosa ¡No mames! No lo admitiría abiertamente, pero me sentía orgullosa de la marca que acababa de adquirir, aunque estaba segura que se iría en un par de horas, para ser honesta si me gustaban un poco las pequeñas mordidas y marcas de amor.

—Pero en este momento no puedo —Dijo sin verme. Lo mire con mucha sorpresa, estaba aceptando indirectamente mi propuesta sin quejarse.

—No ahora, me refería a cuando regreses —Mordí mi labio inferior con un toque de malicia.

—Tengo prohibido tener marcas en la piel.

—Te la haré en un lugar donde nadie la vea, después de todo es un trato justo ¿No crees?

—¿Sabes? Mejor hazlo de una vez, no quitaré mi ropa —No me miró a la cara ni por un segundo, pero me percate de como apretó los puños — Olvídalo, no me vas a hacer nada.

—Pero tú dijiste y además ya hicimos un trato, debes cumplirlo —YiBo se notaba ligeramente molesto, sin embargo, eso no me detuvo. Me acerqué a él y levanté un poco su playera. Al principio de negó, hice un pequeño puchero cuando estaba a punto de desistir, pero él paró de moverse y se dejó hacer. Levanté por completo su playera y acerqué mi boca a su pecho, por Dios se sentía tan bien, era firme y suave a la vez, saqué mi lengua solo un poco para poder acariciar su piel, coloqué mis manos en su cadera para sostenerme y hacerlo con mayor comodidad, pegué mi boca y me dispuse a hacer mi trabajo lo mejor posible. Solo bastaron un par de segundos para que la marca se notara, agradecí internamente que YiBo fuera casi igual de blanco que el papel.

—Aparentemente quedó muy bien —Sonreí satisfecha, él solo negó y se acomodó la ropa.

—Si alguien lo ve voy a tener serios problemas —Dijo demasiado serio como para estar jugando, mordí el interior de mis mejillas con preocupación. Esta era la primera vez que veía a YiBo así de enojado. No sabía que decir, no creí que mi príncipe azul se molestaría tanto por algo como esto.

¡Vamos! Que estupidez la mía, era obvio que si ven ese tipo de marcas sobre la piel de YiBo podría generar mucha polémica y malos entendidos, incluso podría hacer que algunos de sus supuestos fans dejaran de seguirlo, después de todo YiBo no era alguien libre.

—Lo siento —Susurré minutos después. YiBo empezó a acomodar algunas cosas, suspiró y tardó un poco para responderme. Se giró y me miró fijamente.

—Estoy seguro que entiendes el por qué no debo tener ningún tipo de marca en el cuerpo y no es solo un asunto personal. Hay codas que para ti pueden parecer insignificante o hechos tontos, pero para mí, para mi reputación e imagen son asuntos muy relevantes —Dijo con suavidad mientras movía sus manos de un lado a otros, jamás lo había visto de esa manera.

—Lo entiendo y sé que no debí hacerlo primero, solo quería jugar un poco. No lo hice para hacerte feliz o algo como eso, solo quería molestarte y eso es todo —YiBo siempre siendo honesto. Algunas veces me gustaba pensar que YiBo y yo teníamos algún tipo de relación romántica, aunque no fuera así, en este mismo momento al escucharlo me quedaba claro que no teníamos nada de eso.

—Espero estes consiente sobre el tipo de relación que tenemos —Dijo fuerte y claro, en su voz se escuchaba un ligero toqué de rudeza casi imperceptible. —No puedo pasar el tiempo tonteando contigo como si fuéramos una pareja. Por dos motivos; el primero, porque no lo somos, no somos nada, ni lo seremos, esto es solo atracción y nada más. No me malinterpretes, no puedo permitirme tener una relación con nadie. Segundo, soy una figura pública, lamentablemente no puedo hacer muchas cosas porque de eso depende mi imagen.

—¿Porque mencionas nuestro tipo de relación en este momento? —Pregunté mirando mis manos, trataba de parecer casual.

—Porque me he dado cuenta de todas las atenciones que tienes conmigo.

—¿Atenciones? —No entendía a que se refería.

—Como a preparar mi cena, mantener mi casa ordenada y esperar pacientemente por mi como si fueras mi esposa. Ten en cuenta que lo que tenemos es meramente sexual, me gustas como persona y eres buena amiga, pero eso es todo. No quiero que malinterpretes las cosas. —Me miró esperando una respuesta que nunca llegó. —Sí, te traje conmigo por un tiempo, pero eso no significa nada.

—Yo solo hago todo eso como un intercambio. Haces cosas por mí que no deberías, me invitas a cenar, eres atento y me dejas quedarme en tu casa. Todo eso no tienes por qué hacerlo y, sin embargo, haces un esfuerzo, yo hago todo eso como una forma de agradecerte por todo.

—No tienes por qué hacerlo, no necesitas agradecerme por nada. Simplemente es pura cortesía de mi parte. No tenemos, ni tendremos nada, solo es sexo y nada más... No te hagas ideas tontas en la cabeza.

—No estoy malinterpretando nada, lo mío también es cortesía —Dije un tanto molesta conmigo misma, él tenía razón, me estaba haciendo ideas muy estúpidas.

—Me agrada que todo este asunto haya quedado claro, ahora tengo que irme — Tomó sus cosas y simplemente se fue, yo solo me quedé de pie en medio de la habitación sin entender del todo que acababa de pasar, necesité de varios minutos para comprenderlo en su totalidad.

Al final yo era solo sexo para él, alguien con quien satisfacer sus necesidades. No estaba enojada con él, yo era la única estúpida, después de todo él nunca me mintió o ilusionó con promesas tontas ¿Que esperaba? ¿Qué él me amara solo por haber pasado la noche juntos? ¿Que me propusiera matrimonio un día de estos? Era una completa idiota...