Capitulo 33

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Es hora de irnos- Kwang entro a la habitación de la chica sin siquiera llamar, ella seguía en la cama viendo su celular sin pensar en nada- Su madre la espera en el auto.- Im se puso en alerta, reunió todas sus fuerzas y se puso de pie, le dolía todo el cuerpo, pero le convenía ir si no quería que todo empeorara, se cambió de ropa y bajo hasta el estacionamiento donde su madre la esperaba.

¿Cuándo es tu próxima presentación?- la mujer la veía por el retrovisor evaluando la gravedad de los golpes.

¿Por qué?¿Vas a ir a verme?- contesto de manera impulsiva, la mujer le dedico una mirada molesta- En un mes.

Bien tienes tiempo para reponerte- el auto siguió la dirección que Im conocía a la perfección- Deberías de comportarte, si no fueras tan idiota no tendríamos que venir aquí, ah ni siquiera sé si tienes algo roto.

Im decidió cerrar la boca, porque ella tampoco lo sabía. Estacionaron el auto y bajaron para después entrar a la clínica de Steve, ambas se llevaron muchas miradas pues la chica se veía bastante lastimada, una enfermera rápidamente les acerco una silla de ruedas donde Im se sentó y fue llevada a la sala de Steve, ahí el viejo hombre la reviso e hizo estudios para ver en qué estado estaba.

¿Y entonces?- Hiyori estaba desesperada por saber que había en los estudio- Hay algo grave, ¿le fracturo algo?.

No exactamente- a la mujer no le agrado la respuesta, odiaba tener que hacer todo eso por aquella chica- Al parecer no tiene ninguna fractura, pero varios de los golpes ocasionaron inflamaciones que le restringen los movimientos, por lo tanto, debe de estar en total reposo para que sane por completo, yo calculo que va a tardar mes y medio en estar bien.

No puede ser- ella sabía que, si Im no se presentaba en la empresa pronto, todos sospecharían sobre lo que había pasado- Mira no sé qué haya que hacer pero ella tiene que estar en pie al inicio de la siguiente semana, así que tienes que hacer todo lo que sea necesario para ello.- se dio media vuelta y salió de ahí dejando al hombre con las palabras en la boca,

Steve sintió su furia a flor de piel, ¿Quién se creía esa mujer para hablarle así? camino furioso hasta dar en la habitación donde Im estaba esperando, con solo verla su furia fue disminuyendo y es qué ¿Como no sentirte mejor al ver aquel rostro angelical?, sin mencionar su hermoso cuerpo, el jamás había desperdiciado una oportunidad de tocar a aquel ángel. Se acerco sintiendo la mirada de la chica, se sentó a su lado y poso su mano sobre el muslo de Im, ella simplemente apretó los puños y quijada, solo debía quedarse quieta para que terminara rápido.

Tu madre está molesta- declaro el hombre mientras hacía círculos sobre la piel expuesta de la menor- ¿No quieres saber porque?- Im no se movió ni un centímetro tratando de ignorar el asco que le provocaba eso- Supongo que no quieres hablar, creo que tienes suerte, es decir, no tienes ni una fractura- ¿Suerte?, Im sentía tanto odio por aquellas palabras, ella no tenía suerte, ¿Porque debería de tener suerte por eso? Steve le dio todo un informe sobre su estado y como iban a actuar lo cual solo le dio un peso más, tenía tres días para estar como nueva.

Im siguió cada indicación que le dieron, tomo todos los medicamentos que debía a las horas que debía, trabajo en sus movimientos tal como le ordenaron, pero aun así ella cada mañana y cada noche veía las marcas, el recordatorio de lo que había pasado. Su manager se puso en contacto al ver que ella no estaba presentándose en la empresa, ella solo le dijo que regresaría al inicio de la semana y el la lleno de mensajes pidiendo saber que tal estaba, Im le respondió con un simple bien, y dejo de leer los mensajes.

Ese lunes por la mañana llego a la empresa, saludo a cada una de las personas con las que se cruzó, fue directo a su estudio y le mandó un mensaje a quien ella creía que la podría ayudar, se sentó a esperar a que llegara. Pasaron pocos minutos cuando su puerta fue abierta con brusquedad y aquel chico entro.

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