"„La desesperanza es ira que no sabe a dónde ir."
Mignon McLaughlin.
Im había acumulado su ira por mucho tiempo, pero no lo sabía, no entendía el sentimiento que tuvo cuando los niños comenzaron a ignorarla, tal vez era tristeza o miedo. Tampoco supo que era aquel sentimiento cuando conocio a Steve, en un inicio era miedo después fue un poco de tranquilidad cuando él le aseguro que no le harían nada y se mostró amigable pero después se sintió extraña al sentir su mano debajo de su falda y por último aquel sentimiento sin nombre al ver que la enfermera se dio cuenta y no la ayudo. Aquel sentimiento fue cultivándose dentro de ella hasta que exploto. Ese día ella regresaba de la escuela, estaba cansada por todas sus clases y se sentía abrumada, había sido un día complicado, su madre la vio en las escaleras.
Im, ven un minuto- la chica tomo una bocanada de aire y fue con ella- Toma esto.
¿Qué es?- abrió la carpeta y vio que era la información de un profesor de gimnasia además de sus nuevos horarios de actividades-Mamá, no creo poder con todo esto, todos los días llego a casa demasiado cansada.
No te pregunte- contesto sin ningún sentimiento, porque Im no merecía si quiera eso- Te he dicho mil veces que no te puedes negar a nada...
Si, ya sé que arruine su vida- la niña de seis años replico dejándose llevar por sus sentimientos-¡Siempre lo dices, se eso de memoria mamá, pero me hubieras regalado o tirado si no me querías!- A pesar de ser tan pequeña Im hablaba como una adolescente.- Aun puedes hacerlo.
¿Crees que si lo pudiera hacer estarías aquí?- la mujer se burlaba de la niña quien lloraba frente a ella- Eres tan estúpida Im.- las palabras alimentaron a aquella ira logrando despojar de todo autocontrol a la niña quien se lanzó a su madre mediante palabras, la mujer solo hizo una llamada y bastaron veinte minutos para que personal de un hospital psiquiátrico se llevara a la niña, claramente no hubieron preguntas para los padres, y la niña se quedó dos semanas ahí atada a una cama llorando.
Desde aquel suceso la niña dejo de mostrar aquellos sentimientos, aprendió a controlarlos y sacarlos con patinaje sobre hielo, aquella actividad había sido su salvación pues encontró que se sentía feliz con ello, sin embargo, tampoco lo exteriorizo por miedo a que se lo arrebataran. Hasta que entro como aprendiz a la empresa, pero claro hasta que estuvo recostada en la arena mojada dejando que las olas la empaparan supo que había sido un gran error porque su ira estaba a punto de escapar.
¿Todo bien?- Jungkook se acercó a Taehyung al verlo llegar, el mayor no dijo nada solamente le miro mal y se encerró en la habitación.
Déjenlo solo un rato, después iré a hablar con el- Jimin miro la puerta cerrada y pensó en cómo abordar la situación.
Los chicos siguieron en lo suyo tratando de disipar el ambiente tenso, cenaron y bebieron olvidándose de la pareja por un rato, ya entrada la madrugada se dirigieron a la cama Jimin le dono la cama a Jeon por esa noche para así dormir junto a su amigo. El chico entro a pasos lentos y cautelosos, supo que el asunto estaba demasiado mal cuando vio a su amigo recargado en el balcón mirando hacia afuera. Se acerco y sin decir nada se colocó a su lado.
Es una mierda esto- Tae hablo después de varios minutos, Jimin solo asintio dando a entender que lo escuchaba- Ella es demasiado para mí, con ella no puedo.
No te ha hecho las cosas fáciles- dijo tratando de dar consuelo a su amigo, el conocía a Taehyung y estaba seguro de que esto lo había lastimado porque no lloraba, el sabía que esa expresión tan vacía era un punto de inflexión en el- Esto ya es problema de ella, tú ya hiciste todo lo que pudiste para demostrar tus sentimientos.
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Idol
FanfictionElla no es lo que parece. Los siete chicos odiaban a Im Ji Yong, la nueva trainer que estaba a punto de debutar, odiaban que consiguiera todo tan fácil, pero... ¿Realmente era fácil? ●Historia totalmente de mi autoría, no se aceptan plagios ni adapt...