Me convertí en un príncipe demonio / Volumen 2: Entre dos Reinos

Capítulo 227: Un día con el Rey

(Perspectiva Rey Caspian)

Bueno, aquí estoy... otro día más en mi monótona vida como Rey de los humanos... a veces pienso que si no me hubiera convertido en Rey mi vida hubiera sido más entretenida.

-Bostezo-

-¿No ha descansado bien mi Rey? Puedo pedirles a los sirvientes que le cambien su cama por una más cómoda (Lina)

-Gracias Lina, pero ese bostezo no fue de cansancio... sino de aburrimiento

-Ya veo... entonces, no hay mucho de lo que yo pueda hacer (Lina)

-Esa es mi área, su majestad si quiere podemos ir a entrenar un poco... hace tiempo que no lo veo demostrar sus habilidades (Marco)

-Eso es porque hace tiempo no sucede nada de lo que requiera mis habilidades de combate

-Justamente, no podemos dejar que se oxide (Marco)

-Marco, tampoco lo presiones... todavía tiene muchas responsabilidades que atender (Lina)

Aunque, Carol todavía no aparece con mi itinerario para el día, la última vez que la vi fue esta mañana... eso significa que tengo la tarde libre.

-Yo creo que tiene miedo de que le gane (Marco)

-Jajaja, Marco deja tus fantasías de lado... sé que has mejorado mucho últimamente, pero no hay manera de que puedas vencerme

-Entonces, demuéstrelo... un uno contra uno en la habitación de entrenamiento (Marco)

-Suspiro-

-De acuerdo, acepto el desafío... si es que puedo llamarlo de esa manera

-Ya lo verá su majestad, le probaré que soy un digno contrincante (Marco)

Esto me logra emocionar, un poco de ejercicio no se escucha nada mal.

-No sé si sea una buena idea, pero si es el deseo del Rey supongo que no me puedo oponer... solamente les pido que me dejen ser su árbitro (Lina)

-Por mí no hay problema

-Solo no beneficies al Rey (Marco)

-Jaja, no necesito que me ayuden

Bueno, veamos en qué termina todo esto...

-Andando, debemos movernos rápido si queremos evitar que Carol nos atrape

-Lo sigo de cerca (Marco)

-Yo igual (Lina)

Me levanto de mi silla y salgo de mi oficina... se siente bien salir de ese lugar, ya me resulta bastante sofocante.

-¿Padre? (Princesa Irina)

-Irina

Caminando por el pasillo, que lleva a la habitación de entrenamiento, me encuentro con mi querida hija.

-¿Cómo estás hija?

-Bien, gracias (Princesa Irina)

-Nos da gusto verla Princesa (Lina)

Marco y Lina le hacen un rápida reverencia a mi hija.

-Digo lo mismo, además como siempre les agradezco por cuidar de mi padre (Princesa Irina)

-Por favor, solo cumplimos con nuestro deber, el cual es un completo honor (Marco)

-Me alegra que sea así... yo no sé si podría soportar a mi padre todo el día (Princesa Irina)