Especial 1.000.000

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(Perspectiva Príncipe Leonte)

-Rugido- (gusano)

-¡¿Desde cuándo un gusano es capaz de rugir?!

-¡¿Desde cuándo un gusano es tan malditamente grande?! ¡Esa sería la pregunta que deberías hacer! (Ema)

-Rugido- (gusano)

No solo eso, sino que también se mueve exageradamente rápido... nunca pensé que pudiera haber una criatura como esta en el desierto... surca la arena como un pez el agua...

-Vamos amiguito... sé que puedes correr más rápido

-Respiración agitada- (camello)

Tampoco me esperaba que un camello fuera tan veloz, capaz sea porque de eso depende su vida... igualmente, agradezco que sea así... de otra manera, el gusano ya nos habría devorado.

-Suspiro-

-Ya es nuestro turno de atacar... con huir no lograremos mucho

-Veamos qué es lo que puedes hacer (Ema)

-Solo observa

Me doy la vuelta para lanzarle un ataque al gusano gigante.

-Rugido- (gusano)

-Ya te tengo

-Fuego- (llamarada)

Mis llamas van directamente hacia el gusano... puede que sea muy grande, pero debería conseguir acabar con el sin ningún tipo de dificultad.

-Rugido- (gusano)

-Pero ¡¿Qué?!

De repente, el gusano, se zambulló en la arena... consiguiendo esquivar mi ataque.

-¡¿Cómo puede ser que algo tan grande sea capaz de esconderse así de fácil?!

-Fuego-

Las llamas quedaron ardiendo en la superficie y el gusano completamente ileso.

-Bien hecho Leonte... (Ema)

Nuevamente utilizando el sarcasmo... cada vez es más frecuente.

-¿Sabías que podía hacer eso?

-Obviamente que sabía... así es como lo encontramos, debajo de la arena (Ema)

-Sucio gusano escurridizo

Esto ya comienza a molestarme.

-Respiración agitada- (camello)

-Tú no te detengas... esa cosa todavía nos sigue... así que, sigue corriendo (Ema)

-Tranquila... no estaba en mis planes, ni en el de mi camello detenemos

Nuestros camellos continúan corriendo lo más rápido que les es posible... puede que ese gusano se haya escondido, pero sigue persiguiéndonos por debajo de la arena.

-¡Leonte! (Ema)

-¡¿Qué sucede?!

-¡Arroja una llamarada hacia tu derecha! (Ema)

-Fuego- (llamarada)

No dudo, ni por un segundo, y de inmediato arrojo mi ataque como me dijo Ema.

-Rugido- (gusano)

-¡Cobarde! ¡Da la cara!

El gusano estaba a punto de emerger por donde me dijo Ema, pero con mi ataque se detuvo y se mantuvo en la arena.

Me convertí en un príncipe demonio / Volumen 2: Entre dos ReinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora