| Seis

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La graduación había pasado, en realidad fue muy divertida si contamos cuando Clyde tropezó antes de recibir su diploma y las estupideces que hablaban antes de comenzar la ceremonia, en realidad iban a extrañar estar en el mismo salón de clases que esos idiotas.

Había pasado dos semanas desde su último día de clases, y como Craig prometió, había conseguido un buen apartamento a las afueras del pueblo, como a cinco minutos de este en auto.

Convencer a los padres de Craig fue fácil, lo difícil fue hablar con los de Tweek para que lo dejen ir con él, pero tras charlar y suplicar, lo habían logrado finalmente.

Y ahí estaban, en el tercer día de vivir en ese apartamento solo ellos dos.

─¿Era lo último?─ preguntó el rubio mientras acababa de acomodar unos libros en el librero.

─Sip, ya no hay cajas.

Lo bueno era que el apartamento venía con muebles incluidos, al menos lo básico (nevera, sofás, fregadero) solo se llevaron la cama de Tweek, ya que la de él era una para dos, hasta tres... A Tweek siempre le gustó tener espacio.

─Genial.─ con una sonrisa y tras sacudir sus manos, Tweak fue a abrazar a su novio, rodeando su cuerpo y apoyando su mejilla en el suave pecho de Craig.

Ya han pasado cuatro semanas y media desde que Tucker comenzó a ganar peso, gracias a los platillos de Tweek y el cambio era ahora sí que notorio. Había ganado unos cinco kilos quizá, cosa que para alguien que era sumamente delgado era bastante notorio el cambio. Pero a Tweek le encantaba.

Su pecho era mucho más suave, sus manos un poco más grandes, y ni hablar de lo bien que se veía con sus pantalones ajustados pues no habían ido aún a comprar ropa nueva, aún no era necesario.

─Creo que ya hemos acabado por aquí.─ dijo Craig mientras rodeaba a su pareja por la la cintura.

Tweek alzó el rostro y Craig miró hacía abajo para encontrarse con su mirada. Desde ese ángulo el rubio podía ver perfectamente la nueva pequeña papadita que Craig comenzaba a tener.

─Estoy muy emocionado por vivir contigo.─ dijo el rubio con una amplia sonrisa.

─Yo también lo estoy.─ sonrió, bajó un poco su cabeza para besar los labios contrarios.

Ambos soltaron una risita, los dos emocionados por empezar su nueva vida.

[. . .]

Luego de terminar de limpiar el apartamento, ambos habían acabado de hacer la cena; hot dogs y papas fritas. No era la gran cosa pero tampoco es como si hubieran ido de compras.

Ambos platicaban sentados en el sofá, normalmente al cenar suelen hacerlo en la sala mientras ven una película, es divertido.

─Craig, la próxima semana empezaré a trabajar en la cafetería a tres calles de aquí, te lo mencioné, ¿no?

─¿mhm?, ah, sí, recuerdo eso.─ respondió Tucker masticando un bocado de su ¿quinto?, ¿sexto? Perro caliente, la verdad no iba llevando la cuenta.─ Es la nueva sucursal de la cafetería de tus padres, ¿no?

El rubio asintió.

─Sip, ellos me pidieron trabajar ahí, es genial, ¿no crees?, así tendremos mas dinero, hay que alimentar bien esa tripa tuya.─ Tweek soltó una risita y palmeó la barriga de Craig, el cual se sonrojó por aquello.

─Hah... Creo que yo también tengo que apurarme en conseguir empleo.─ dijo aún sonrojado.

─No te apures, ya he trabajado en la cafetería y se saca buen dinero, y más ahora que seré el que este a cargo de esa tienda. Ya sabes, es nueva y mis padres no confían mucho en los desconocidos, ja.

─Igual me sentiría mal si fueras el único trayendo dinero al apartamento. Buscaré en algún lado.─ afirmó.

─Ah, bueno,no puedo hacer nada contra tu terquedad.─ Tweek suspiró, aunque después vio que aún quedaba comida en la mesa de centro y Craig había dejado de comer hace unos minutos.

─¿Qué pasa, Craig?, ¿ya no quieres?─ preguntó con suavidad.

─Sí quiero, es solo que...

─¿qué?

El azabache se sonrojó ligeramente.

─Estoy muy lleno para estirarme y alcanzarlo.─ casi que murmuró algo apenado.

Tweek sonrió con ternura por su reacción, alcanzó el plato y se acercó a su novio.

─Entonces me lo hubieras dicho antes. Abre la boca~.─ pidió, a lo que Craig obedeció y dejó que el otro acabara de alimentarlo.

Al cabo de unos minutos, había acabado con casi todo lo del plato. Craig sentía como el pantalón apretaba contra su panza, ese botón no aguantaría mucho.

─Este es el último bocado.─ avisó Tweek a lo que Craig asintió y así abrir nuevamente la boca para terminar.

Masticó y finalmente tragó, respiraba pesadamente, en una de esas tomó una gran bocanada de aire, pero al hacerlo el botón de su pantalón no aguantó más y salió disparado a alguna parte, su panza finalmente se sacudió un poco antes de descansar libre sobre sus muslos.

Craig volteó a ver a Tweek quien le miraba sorprendido y con las mejillas rojas.

─Eso...nunca había pasado.─ el pelinegro llevó una mano a su nuca.

Tweek mordió su labio, no mentiría, aquello había sido sexy.

─Ah.. Creo que tendremos que ir de compras luego.─ dijo Tweek tras volver en sí,llevó su mano a la barriga de Craig para darle su dosis de mimos luego de un trabajo bien hecho.

─Parece que sí.─ Craig rió un poco.

Por alguna razón,al azabache le emociona pensar en el día en el que la ropa que le quedaba holgada se vuelva chica y apretada, así como el hecho de tener que comprar tallas más grandes de pantalones. Eran pensamientos que le causaban cierto cosquilleo y emoción. No podía esperar a que ese día llegue.

¡Mío! [Creek WG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora