3

7 1 0
                                    

Escucho una voz masculina y seductora en mi oído y no puedo evitar sentir como todos los vellos de mi cuerpo se erizan, debería gritar y correr pero por alguna razón no puedo moverme, él no me está sujetando fuerte, si quisiera podría alejarme pero algo embriagador en su voz y su aroma no me dejan pensar con claridad.

Aparta la mano de mi boca y me toca suavemente la mejilla mientras que con su otra mano acaricia mi cuello y baja deslizando su mano por mi brazo hasta llegar a mi cintura y sujetarme contra el.

—¿Quién eres?—. Pregunto con voz temblorosa a pesar de que no estaba asustada sino ¿Excitada? Oh cielos ya me volví loca.

—He estado observándote—. Repite.
—Llevas horas sentada en el mismo lugar, no te diste cuenta de que todos se fueron hace rato y que eres la única persona aquí aparte de mí—. Ok, quizás este era el momento de asustarme.

—¿Qué estabas leyendo que era tan interesante?—. pregunta y puedo sentir como sonríe detrás de mí, mientras mi respiración se agita.

—¿Estás excitada cierto?—. ¿Qué es lo que está sucediendo aquí, quien es este hombre misterioso y por qué razón si me encuentro increíblemente excitada? No respondo, solo me quedo en silencio mientras siento como su mano empieza a recorrer mi abdomen por encima de la camisa.

—¿Estabas leyendo un libro erótico cierto? Conozco a mis lectores, llevas rato queriendo tocarte ¿O me equivoco? .- No se equivoca señor desconocido, pensé. Pasea su mano delicadamente por mi cuerpo.

—No dejabas de saborear y morder esos deliciosos labios justo como lo estás haciendo ahora- Dice seductoramente. ¡¿Cómo demonios sabe que lo estoy haciendo?! ¡Ni siquiera puede verme! ¿Por qué no me volteo y salgo de aquí? Mi instinto de supervivencia me dice que lo haga pero mi instinto promiscuo quería quedarse con el señor misterioso y ver qué sucedía.

—Apuesto que si paso mis dedos por aquí...— pasea su mano por encima de mi camisa a la altura de mis pechos sintiendo mis pezones claramente erectos.

—...Mmmm no me equivoqué...—. Empieza a bajar su mano por mi cuerpo y siento que estoy en llamas.

—Y si meto mi mano aquí...— posó su masculina mano en el borde de mi falda, acaricia mis muslos desnudos suavemente y empieza a subir hacia mi entrepierna.

—...vas a estar muy mojada—. Un gemido ahogado sale de mi boca y el señor misterioso empieza a acariciar mi punto más sensible a través de la tela sintiendo mi muy notoria humedad  ¿por qué estoy tan excitada, qué está pasando conmigo?.

Sube un poco y mete su mano descaradamente en mis bragas acariciando los pocos vellos que tengo en el monte de Venus haciéndome sentir que le gustan y antes de que pueda emitir algún sonido mete dos dedos dentro de mi logrando que mis piernas tiemblen.

Siento sus dedos deslizarse dentro de mi con facilidad y mi mente se nubla cuando lo siento acercarse más y entierra su potente erección en mi espalda mientras mete y saca los dedos con rapidez.

Saca su mano e intento voltearme pero sujeta mi cuello con su otro brazo aprisionándome más contra su cuerpo. Siento como mete los dedos en su boca y puedo sentir cómo se deleita con el gemido que hace.

—Eres increíblemente deliciosa-. Susurra en mi oreja antes de morderla suavemente y voltearme para que al fin pueda verlo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 12 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mientras ella no lo sepaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora