Existen muchas cosas que van más allá del hombre como la vida, la muerte, las emociones o en este caso los sueños... Para muchas mitologías los sueños eran el puente al mundo espiritual o la proyección de su mayor deseo, el hombre para vivir necesita metas, objetivos, ilusión, esperanza; en otras palabras necesita sueños, un hombre sin sueños es un hombre muerto por dentro y por eso mismo es el mayor castigo que las antiguas deidades, utilizaban contra aquellos herejes que no creían en ellos un castigo divino que sufrieron tanto campesinos como reyes, la muerte emocional ¿cómo comenzó todo esto?
Quidem (el rey que no dormía) fue un antiguo rey de una de las tantas ciudades pérdidas en la historia, su reino fue basto y prosperó, las cosas que el rey no podía tener se podían contar con los dedos de una mano, Quidem, heredo el reino de su padre Artas, un rey conocido por su bondad y su creencias hacía los dioses. Quidem, desgraciadamente para su padre, siempre que podía ponía en duda la creencia a estas deidades... cuando su padre falleció por causas naturales, Quidem se enfureció con aquellas deidades que el no creía, ordeno quemar cada iglesia de su reino y a exterminar a cada persona que profesara una religión. Muchos creían que había enloquecido por sus acciones pero el creía que la fe solo era un estorbo para el reino.
Sangre inocente lleno las iglesias del reino, los soldados del rey destruyeron todo de las grandes iglesias, solo quedaban ruinas, fuego y sangre. Aquellas deidades que tanto Quidem negaba su existencia, tomaron cartas en el asunto, querian acabar con el reino pero gracias a Artas y su devoción a ellos logro convencerlos de darle una última oportunidad, pedían que el rey Quidem quemara su oro así como quemo las iglesias. Artas sabía que eso era imposible pero aún asi trato de convencer a su hijo en uno de sus sueños de hacerlo, desgraciadamente su intento se vio fallido, Quidem se nego rotundamente a sacrificar su preciado oro para hacer paces con seres que el no creía, para el actual rey solo fue un sueño de mal gusto, siguió con su labor de exterminar aquellos santuarios de lo que él llamaba "Falacias" las divinidades enfurecieron por este desafío que les plantaba el rey Quidem, estaban listos para acabar con ese reino hasta hacerlo cenizas como sus santuarios lo fueron pero algo les hizo cambiar de opinión aún sin tener sus santuarios la gente seguian rezándoles, seguian orando por su gratitud.
Aquellos seres divinos entendieron que acabar con ese reino era algo innecesario y cruel pero el rey debía ser castigado pero... ¿cómo castigarían a una persona que puede tener todo lo que quiere? quitándole la opción de querer cosas.
Quidem luego de ver a su padre nunca más pudo volver a soñar algo. Primero fueron dias, los dias lentamente se transformaban en semanas, las semanas en meses, los meses en años, Quidem no podía soñar, era normal para el reino ver a su rey las 24hs somnoliento con grandes ojeras cubriendo sus ojos, sin animos como si fuera un cascaron vacío, el rey no hacia nada solo respondía a sus asesores con monosílabos, el rey era carente de ambición, de deseos vivía siendo un cadáver. Lentamente aquel próspero y basto reino empezo a decaer por la falta de ambición de su gobernante "El rey que no soñaba" era llamado, años oscuros pasaron por ese reino, no pudo aguantar el paso del tiempo, la innovación de sus vecinos más cercano que veian como aquel que una vez que el reino más grande de la zona, se convertía en un gigante herido listo para morir...