Capítulo 9

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Jungkook quería acompañar a su hermano a llevar a Taehyung a su casa. Por dos razones. Le gustaba mucho la noche, sentir la brisa en su cara. Se sentía libre, ya que a esas horas de la noche no habría casi nadie deambulando por la zona. Pero la razón principal era para ver de cerca la casa de los Park. Pero Jimin insistió en que se quedaran en la casa, con la excusa de que quería que le enseñara algunos pasos para el día siguiente ponerlos en práctica en la academia.

Jungkook sabe que tiene debilidad por su Hyung, aun que no sabe muy bien por qué. Por lo que solo le hizo falta poner ojitos de cordero degollado y un precioso puchero para acceder a los deseos de su mayor. Terminó aceptando tapándose la cara con ambas manos, pues esa cara le había parecido tan adorable que incluso le había hecho sonrojarse.

Luego de subir a su habitación y ver a Jimin tirado en la cama leyendo uno de sus cómics, se preguntó por qué se habían quedado, ya que no veía a su mayor con ninguna intención de bailar. Luego de que le contestara que debían darles más privacidad a Hoseok y a Taehyung, se dio una palmada en la frente. Mentalmente, claro. No quería que Jimin pensara que era muy mal hermano por no haber pensado eso antes.

Mientras Jimin seguía inmerso en la historia, se puso a terminar unos ejercicios que tenía pendientes. Aunque no se pudo concentrar mucho, ya que de su mente no salía todo lo que le había dicho Jimin, pensando que él no lo escuchaba. ¿Qué tendría que hacer al respecto? No sabía que hacer con semejante información. Tampoco tenía muy claro que es lo que le hacía sentir. Solo sabía que le ponía muy feliz el saber que para Jimin, era un muchacho increíble. Y también que considere que él le da felicidad.

Ahora ya sabe que fue Namjoon el que le preguntó si a Jimin le gustaba él. ¿A Jimin le gustaba? Bueno, el que se lo esté preguntando significa algo... ¿No? Pero lo más importante aquí era... ¿Por qué eso lo hacía tan feliz? ¿Por qué no es capaz de entender nada de lo que siente en este momento? No quiere tener que hablar con su hermano o con su madre y que le digan algo que es demasiado obvio para todo el mundo menos para él. No le gusta parecer estúpido o demasiado ingenuo.

Unos ronquidos muy leves le hicieron girar la cabeza. Y por ende, morirse de amor. Jimin se había quedado dormido en su cama, abrazado a su almohada. La tenía tan apretada que sus labios formaban un puchero involuntario. Se levantó para coger una manta del armario y tapar al pelirrosa. Lo arropó despacio, pues no quería incomodarlo, ya que parece que estaba soñando con algo realmente bueno, porque una leve sonrisa apareció en su rostro cuando la manta tocó su cuerpo.

Sin poder evitarlo, le apartó un mechón de la cara, ya que casi se le estaba metiendo en el ojo y pensaba que le iba a molestar. Pero lo que menos esperaba hacer era acariciar aquella mejilla abultada que tanto le estaba haciendo sonreír últimamente. Pudo escuchar un suspiro de parte de Jimin al sentir su calor corporal. Se asustó cuando escuchó como lo llamaba, pues le daría mucha vergüenza que lo encontrara así. Pero se relajó al ver que aún estaba dormido.

Pero ahora tenía un pequeño problema. Le tenía la mano agarrada con una fuerza que no esperaba de una persona dormida. ¿Qué tenía que hacer? Una parte de él le decía que con cuidado se soltase y que lo dejara dormir tranquilamente. Pero otra parte, que no sabía de donde le venía, le decía que se costara a su lado. Tenía que terminar sus ejercicios, pero se venía tan tierno durmiendo que al final terminó cediendo a la segunda. Con sumo cuidado se tumbó a su lado. Acabó sonrojado, pues Jimin, nada más sentir el calor humano del pelinegro, se aferró a el como si no hubiese un mañana.

Jungkook se quedó estático un momento, pues estaba envuelto, literalmente, por Jimin. Tenía su cabeza escondida en su cuello, y cada vez que respiraba causaba que se le erizase todo el bello. Su pequeña mano reposaba tranquilamente en su pecho, el cual subía y bajaba con dificultad a causa de los nervios. Además de que le había echado la pierna encima, haciendo que su rodilla le rozase sus partes íntimas, lo que hizo que tuviera que tragar en seco.

Kookmin **Deseo Prohibido**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora