Capítulo 9

70 5 6
                                    


Otro día había pasado y tocaba ir a trabajar. Su rutina de siempre pero ese día era diferente, mientras salía de casa para ir al trabajo no dejaba de pensar en cómo había terminado el día anterior, algo que no le importaría repetir otra vez. Aunque un deje de nerviosismo estaba en su interior, tenía que dejar las cosas claras a su compañera de trabajo o nunca se terminaría aquel malentendido, pero mirando bien las cosas, tampoco quería que su compañera sufriera más de lo que ya había hecho.

Suspiró mirando la puerta del edificio donde trabajaba, tenía que ir a por todas. Entró decidido, yendo directamente hasta su puesto de trabajo y, como siempre, todos estaban sentados ya en sus puestos.

- ¡Buenos días! - La chica le dedicó una de sus mejores sonrisas, él, por inercia, le respondió con otra pero la quitó de inmediato, tenía que ponerse serio.

- Buenos días… Oye, Koala, lo de anoche…

- Me lo pasé muy bien, gracias por todo. - Su voz era muy dulce, y eso le provocó un pinchazo dentro de él, ella no merecía aquello.

- Yo también me lo pasé muy bien pero… No podemos ser algo más que amigos… ¿Lo entiendes? - Sabo tenía hasta miedo de decir aquello, tenía miedo de su reacción o de que alguien les escuchara, no era el momento ni el lugar idóneo para aquella conversación pero cuanto antes dejara claras las cosas, mejor.

- Sé que no me ves de otra forma, pero con el tiempo sé que…

- Koala, lo siento, pero no me gustan las mujeres. - Lo dijo tan rápido que temía que no le hubiera escuchado bien, casi no se entendió ni él mismo.

- ¿Qué? - La chica tenía una expresión de perplejidad, no sabía ni cómo reaccionar, si reír, si llorar, si pensar que era una broma… - No te he entendido bien. - Sabo suspiró resignado, miró hacia todos los lados para asegurarse de que nadie les estaba escuchando antes de volver a mencionar aquello.

- Me gustan los hombres, no las mujeres, por eso no puedes llegar a ser más que una amiga para mi.

Silencio. La chica no sabía qué decir ante aquella confesión, estaba perpleja. Para su criterio, no parecía ser aquel tipo de hombre, ni siquiera lo había sospechado.

- Tu… ¿Eres gay?

- Sí.

- No… No lo pareces… - Sabo soltó una pequeña risa sarcástica, ya se había imaginado aquella respuesta.

- No lo parezco… ¿Debería ir vestido de mujer o tener un Chihuahua?

- No, tampoco quería decir eso… - Sentía que lo había ofendido, aunque no había sido su intención. - Quiero decir… Es que…

- Ya sé qué querías decir. - Se giró hacia la pantalla de su ordenador, con la charla, aun no lo había encendido. No se sentía ofendido pero sí molesto con los estereotipos que tenía la gente, ella no iba a ser una excepción. - No has dicho nada malo.

- Me siento una idiota… - Se cubrió los ojos con la mano, se sentía avergonzada. - Lo siento.

La conversación terminó ahí. Koala ya no sabía ni qué pensar, para ella había sido un shock, había intentado ligar con su compañero el qual era homosexual y eso había sido demasiado para ella. Por otra parte, Sabo no sabía qué decir para romper aquella tensión que se había creado tras la conversación, así que solo permaneció callado para poder trabajar.



- ¿Se lo has contado? - El semblante de Dragon tenía un deje de sorpresa.

- Creo que era lo mejor. - Sabo se llevó un poco de comida a la boca, estaban en el restaurante de siempre comiendo, intentaba quitarle importancia al asunto con el tono de su voz, pero nada más lejos de la realidad, desde que se lo había contado a la chica que aun no habían vuelto a hablar, las horas se le habían pasado eternas.

NyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora