Capítulo 3

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Era lunes por la mañana, apenas darían las 8:00 a.m. y yo ya estaba lista, Erika me había dicho que me presentará a las diez, no sé por qué me levanté tan temprano. Salí de mi casa media hora antes y tomé el bus, tan sólo me tomaba 10 minutos en llegar pero todavía tenía que caminar hacia el hospital. Era una calle un poco empinada y llegué fatigada a la entrada, el policía era amable, me pidió mi identificación y le expliqué que era una empleada de la cafetería. Me dejó pasar, en eso saqué mi teléfono para buscar la foto que Erika me había enviado de referencia para ubicar la cafetería, pero en eso mi celular se trabó
-No me hagas esto- dije viendo hacia el cielo y caminando sin ver, cuando se pronto sentí que choqué con alguien- Lo siento, en verdad no te vi, perdón- dije y comencé a ruborizarme, era un chico alto y yo lo había empujado por ir distraída, así que sólo seguí caminando.
-No te preocupes- dijo el chico y comenzó a reírse, se me quedó viendo y yo sólo quería seguir caminando hacia enfrente. Después de preguntarle a varias personas llegué a mi destino.
-¿Hola?
-¡Hola! Tú debes ser Vanessa, bienvenida, creí que llegarías más tarde
-No, al parecer sólo me toma 15 minutos en llegar, creí que tardaría más
-Jajaja no te preocupes. Erika vendrá en un momento.
Asentí e intenté ayudar a la chica con los clientes que iban llegando, minutos más tarde llegó otra chica.
-Lo siento se me hizo un poco tarde
-Llevaba horas esperándote. Ella es Vanessa- dijo señalándome
-Hola- dije sonriente
-Ah hola, soy Frida- dijo un tanto desanimada y comencé a sentirme incómoda
-¡Ya estoy aquí! Bienvenida de nuevo Vane
-Hola Erika, cuánto tiempo sin verte- dije mientras se acercaba a dónde estaba y le lancé una corta sonrisa.
-Bien, ya sabes como funciona esto, serás la encargada de nuevo, así que a trabajar. Mucha suerte y espero te acostumbres, los horarios los verás con Frida dependiendo a sus necesidades. Y por favor, vendan mucho
-Claro, no te fallaré
-Lo sé, les llamo más tarde- dijo mientras tomaba un refresco- este lo pago mañana
-Ok...
Las horas pasaron lentas, llenas de mucha gente, otras de puras moscas, no soy una persona muy habladora y Frida tampoco lo era.
-Veo que la gente llega a ratos
-Así es- dijo ella seriamente
-Cres que... - iba a sacar platica cuando un cliente comenzó a hacerle platica. Decidí callarme, me di la vuelta hacia la computadora y ella me dijo el pedido. Puse el café en unas charolas y lo iba a entregar cuando de repente alguien me habló
-Hey tú eres la que me chocó hace un momento
-Oh sí... Soy, soy yo, oye lo siento... De verdad- dije ruborizada y él sólo sonreía
-No pasa nada, pero ten más cuidado, me dañas mi brazo- dijo en tono burlon y alzando su brazo. Le di la charola- Bueno gracias distraída. Adiós Frida
-Adiós- dijimos al unísono
-Bueno veo que ya se conocían- dijo Frida
-Choqué con él en la mañana, que pena
-Jajaja no te preocupes, es buen tipo
-Eso veo
-Y bien... Siento mucho lo que pasó con tu novio
-No era mi novio, salíamos pero aún no era nada formal
-Bueno, aún así lo siento
-No pasa nada, creo que fue mi culpa por no saber
-Bueno, los hombres son idiotas, cuando menos te lo esperas salen con alguna tontería
-¿Eres soltera?
-No, estoy casada
Sonreí al saber que se expresaba así y tenía marido. Comenzamos a platicar un buen rato hasta que llegó la hora de mi salida.
-Bueno, mañana nos vemos Frida, un gusto
-Igual Vane, linda tarde

Salí de la cafetería y me encaminaba a mi casa, de regreso era menos pesado, además que había una vista hermosa del cielo azul que pintaba en ese día.
Decidí irme caminando a mi casa, avisé a mi madre que ya iba en camino, de repente escuché como un auto pitaba, volteé y me quedé paralizada -Oh no- dije y aceleré el paso.

Porfavor enamórate. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora