Capítulo 8

0 0 0
                                    

Seguimos hablando por horas, le conté sobre mi antigua sucursal, él me habló de su familia, de sus viajes, su vida, al parecer había vivido muchísimo más que yo a mi edad. Era una persona seria pero de buenos sentimientos, eso se notaba rápido. También era cómico y muy directo, si algo no le parecía lo decía al momento y preguntaba sobre cualquier cosa.

-Vamos, ya cuéntame por qué saliste de la otra sucursal
-Bien- dije mientras soltaba un enorme suspiro
-Conocí a alguien, me enamoré y después de meses de salir me confesó que tenía novia, la iba a dejar y blah blah. El caso es que me alejé de él porque odio la infidelidad. No soportaba saber que yo estaba siendo el plato de segunda mesa de alguien. Los sábados yo salía de noche, ese día había neblina, y apenas y podía ver a mi alrededor. Mis compañeros se fueron antes que yo y de pronto escuché a alguien correr hacia mí, cuando pude divisar bien, era una chica de complexión ancha, sin duda era más alta que yo y se abalanzó a mi con un cuchillo en la mano.
-Adivino, era la novia de Argenis
-Así es, era ella y sólo comencé a gritar para pedir ayuda y ella no dejaba de culparme. Por suerte una patrulla iba pasando por el lugar y me ayudaron
-Wow que impactante- pero supongo que fue una lección para ti y para él
-Sí, sobre todo preguntar si tienen novia
-No me digas que no hiciste la pregunta
-Vi que tenía el tatuaje de una inicial, yo le pregunté y él me dijo que era de su ex
-Y tú le creíste
-Así como te creí a ti de que tu tatuaje es de tu ex esposa
-Que graciosa. A diferencia mía lo que te digo es verdad
-Bueno confío en ti
-Gracias- se hizo un silencio por unos minutos y volvió a hablar- ¿Qué harás mañana?
-Vuelvo a mi curso y más tarde habrá una comida aburrida en casa de mi padre
-Vamos a otro lado mañana
-No, jamás me he escapado y no lo haré
-Ya no soy un desconocido. Siente la adrenalina
-No me gustaría sentir la adrenalina de ver a mi padre enojado porque no asistí al curso
-Nadie se va a enterar. Debes dejar de tener miedo a todo. A veces un poco de maldad no hace daño
-No estoy segura, mañana mismo escríbeme y vemos qué pasa
-Como tú digas- vi la hora y ya faltaban unos minutos para las seis
-Bueno me agradó demasiado platicar contigo pero debo volver a mi casa
-Oh vamos son las seis de la tarde, ¿es enserio?
-No conoces a mis padres, si llego cinco minutos tarde ya habría patrullas buscándome porque no aparezco en casa
-Mmm rayos.
-Así es, así que si gustas puedo tomar un taxi
-Para nada, vienes conmigo y te regreso conmigo
-Gracias
-Pero- dijo mientras volvía a reclinar su asiento y yo hice lo mismo- Por favor regalame un beso
-Que no, ya te lo dije
-¿Por qué no?
-¿Todas las chicas que salen contigo te besan?
-No todas las chicas que salen conmigo son lindas como tú ni mucho menos interesantes. ¡No pasa nada! ¿Qué de malo tiene un beso?
-¿Qué de bueno tiene?
-Puedes ver si te gusto para otra cosa
-No empieces con que quieres sexo
-Oye no, tampoco eh. ¿De dónde sacas eso?
-Te voy a ser sincera. Frida me dijo que tú habías tenido relaciones con ella
-¡¿Qué?! Esa mujer está loca, por eso te dije que no le contaras nada
-¿Y yo cómo sé que eso no es verdad?
-Mmm el lunes que te vea, iré a comprar y le voy a preguntar de frente
-¿Y yo como sé que no va a ser planeado?
-Por Dios Vane, con qué tipo de chicos has estado como para pensar que todos somos iguales
-Con chicos de todo tipo, por eso te lo digo
-Bueno conocerás conmigo uno diferente
-Eso espero
-Bueno, me merezco un beso, ¿no?
-No
-¿Ni robado?- comencé a reírme y respondí
-A ver, si te beso, ¿dejarás de molestarme?
-Puede ser, si te gusta también puedes pedirlo
-Ya veremos- dije mientras me inclinaba y le daba un beso en la mejilla
-Oye eso es trampa
-No especificaste dónde
-Es obvio que un beso de verdad
-Eres tan misterioso, que me da miedo besarte
-Estás loca- me dijo mientras miraba mis ojos y mi boca lentamente, mientras se acercaba a tal grado que ya podía sentir su respiración en mi nariz, pegó sus labios a los míos, cerré mis ojos por inercia y luego de unos segundos los abrí y me quité- no estuve mal
-Que chistoso eres
-¿No te gustó?
-No es eso, sólo arranca y vamonos- le dije sonrojada
-Como la princesa lo ordene

Fernando volvió a encender el auto y nos encaminamos a mi casa, en el camino íbamos escuchando a Robin Schulz, fue un viaje silencioso, a veces el cantaba y yo también. Me daba miedo confesar que el beso había sido muy bueno, no siempre sientes conexión desde el primer beso, a veces tienes que besar a esa persona más veces para sentir realmente algo. Pero con él me pasó algo diferente, sentí como recorría un calor intenso por todo mi cuerpo y de verdad mi corazón latía a mil por hora. Me da miedo pensar que saldré lastimada, otra vez.

Porfavor enamórate. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora