41- Sacrificio.

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—¿Y este niño de dónde salió? —al decir eso, la boca del titán bestia también se movió y por lo tanto Naruto pudo escucharlo.

—¡¿A quien llamas niño?! —le gritó desde abajo. A comparación de él, su tamaño era tan minúsculo pero se comportaba como si fueran iguales—, ¡En este momento te vas a arrepentir por todo lo que hiciste!

Zeke miró más detalladamente a Naruto, por sus vestimentas y la banda en la frente, dedujo que debía ser un niño de esa aldea. De todas formas seguía siendo una molestia, pero ya no tenía más titanes cerca para ordenarles que lo mataran.

—Supongo que tendré que eliminarte yo mismo —el titán rascó su sien con una de sus afiladas uñas.

—¡Inténtalo si puedes! —Naruto mordió su dedo pulgar, sacándose algo de sangre, después hizo rápidas posiciones de manos—, ¡Te dije que te ibas a arrepentir, ahora el jefe sapo te dará una paliza! —volvió a burlarse sumamente confiado, mientras ponía la mano sobre el suelo—, ¡Jutsu de invocación!

Un sello se formó en el suelo y una cortina de humo rodeó al rubio. Zeke se quedó quieto, esperando pacientemente para ver cuál era su gran hazaña antes de morir.

Naruto comenzó a sudar nervioso, una vez que el humo se disipó, se reveló un pequeño sapo rojo.

—¡Oh, hola! ¿Qué sucede Naruto? —le preguntó al mismo tiempo que examinaba el lugar, sin darse cuenta todavía del titán que tenían delante—, ¿Para qué me llamaste aquí?

—¡AAAH! ¡Gamakichi! —los ojos del rubio se volvieron completamente blancos y de la desesperación jaló su cabello—, ¡¿Por qué rayos apareciste tú?! ¡Necesito al jefe sapo!

—Mi papá está ocupado —le explicó con tranquilidad—. Pero dime, ¿Para que me...? ¡AAH! —dió un enorme salto arriba del hombro de Naruto al ver al titán bestia—, ¡¿Qué es esa cosa?!

—¡Ay, olvídalo! —bufó desesperado, formando una cruz con los dedos—, yo me haré cargo.

—¿Eso es un sapo? —se dijo para si mismo, después de ver todo ese espectáculo. No sabía si eran trucos de magia, pero le parecía patético.

—¡Jutsu: multiclones de sombras! —exclamó Naruto. A sus costados se generó una cortina de humo tras otra, de las cuales iban saliendo clones idénticos a él hasta formar un centenar.

—¿Y ahora qué es lo que hizo? —esta vez si mostró una expresión de sorpresa por ver tantos mocosos iguales a ese en cuestión de segundos—, ¿Este es el poder del Chakra? —pensó recordando las advertencias de Reiner y Bertholdt antes de la batalla.

—¡Bien, acabemos con él! —el original señaló al titán y todos lo siguieron.

—¡Sí! —se escuchó su respuesta al unisono.

Todos los clones se lanzaron corriendo en multitud, una gran parte de ellos fue desvanecida cuando Zeke los aplastó pasándoles el brazo por encima. La otra parte de los clones alcanzaron a saltar, empezando a correr sobre su cuerpo directo hacia la cara.

—Son como hormigas. Tan molestos —de nuevo usó una sola mano para aplastar a un montón de ellos que iban corriendo por su pecho.

Los clones que seguían en pie, se dividieron para continuar subiendo con la intención de llegar lo más rápido posible a la nuca. Al final todos terminaron por desvanecerse, haciéndole creer que había ganado, aunque no tuvo tiempo de festejar porque el Naruto original saltó a su brazo derecho inesperadamente.

—¡Toma esto! —de un movimiento le arrojó tres Kunai, acertandole al centro de uno de los ojos. Eso no afectó su visión hasta que el sonido de unas chispas quemando unos papeles en las armas hicieron explosión, estallando el globo ocular en pedazos.

Futuro [Attack on titan X Naruto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora