Futuro [Attack on titan X Naruto]

19- Presagio.

La pelea continuaba sin avanzar, Rock Lee había sido derribado por sorpresa con la técnica que Eren había aprendido entrenando con Annie. Luchaba por tratar de liberarse del agarre pero sus extremidades estaban inmóviles, el aire se le acabaría pronto si no salía de eso.

—Voy a soltarte si dices que te rindes —le dijo Eren observando su agonía, apretando con más fuerza.

—¡N-Nunca! —logró articular con el rostro morado.

—¡Vamos Lee! ¡Levántate! —comenzó a gritar Gai con lágrimas en los ojos.

—Hmp, no va soltarse —resopló Neji cruzado de brazos. Miraba con indiferencia el encuentro hasta que vió ese movimiento que dejó anonadados a todos, era obvio que ese Eren no era alguien normal, nadie usaba esa especie de trucos.

—G-Gai sensei... —las palabras de su ídolo llegaron a sus oídos y compartió sus lágrimas a pesar de la situación en la que se encontraba. Sin embargo gracias a eso recobró fuerzas y empezó a poner resistencia nuevamente.

Eren se sorprendió al momento en que su agarre se debilitó, era imposible, nadie podía liberarse de eso, ni siquiera él ¿Qué hubiera hecho Annie?.

De un momento a otro Lee estaba casi libre y a punto de levantarse, por suerte Eren logró invertir la posición atrapando su brazo con ambas piernas y con las manos por la parte del antebrazo. Podía verse en sus rostros el esfuerzo que ambos hacían por mantener y soltarse, era una presión inmensa acompañada por el completo silencio de los expectantes.

Si bien la pelea hasta ahora no era nada que sobrepasara sus expectativas, aun así era interesante ver quién conseguiría la victoria.

"-A este paso mi brazo...-" Pensó Lee con una mueca de dolor.

—¡Di que te rindes!

—¡Eso jamás! —lanzó un puñetazo con el brazo que tenía libre pero Eren lo esquivó ladeando la cabeza, haciendo que su golpe fallara e impactara en el suelo cuarteando el concreto. Eso le sirvió como advertencia de que los puños de Lee eran fuertes y peligrosos.

Repartió varios golpes más incrementando la velocidad  pero aún así no logró acertar ninguno gracias a que Eren había logrado esquivarlos todos. El crujido de su brazo derecho fue el detonante para hacer reaccionar a Rock Lee y que de un movimiento ágil se soltara de una vez por todas, aún que claro que Eren le dió está oportunidad ya que tampoco tenía intenciones de lastimarlo de gravedad.

Los dos se alejaron para tomar sus distancias, Lee sujetó su brazo derecho el cual se encontraba bastante debilitado.

—Admito que fue un buen movimiento —observó el chico para después desviar la mirada hacia Gai, quién le asintió desde las gradas en silencio y levantando un pulgar, como si ambos hubieran sincronizado sus pensamientos—. Pero cometiste el error de soltarme, no volverás a tener otra oportunidad como esa —continuó, regresando su atención al frente y poniendo nervioso a Eren.

—Lo sé —masculló, sintiendo una gota de sudor resbalar por su sien. No necesitaba que se lo recordara en ese momento, estaba claro que fue lo peor que pudo hacer.

De pronto los ojos de todos se abrieron con ligera sorpresa al ver que Rock Lee se inclinaba a la altura de sus tobillos, de donde comenzó a quitarse lo que parecían ser unas pesas, un método de entrenamiento bastante anticuado pensaron algunos. Eren observó algo desconcertado sin entender para que estaba haciendo eso hasta que dejó caer las pesas y el suelo debajo de él se estremeció causando un temblor dentro del lugar.

Se habían formado dos cráteres de gran tamaño en donde las pesas cayeron, además de levantar grandes cantidades de polvo que dejaron asombrados a los presentes. Esas cosas debían de pesar toneladas, ¿Cómo un niño podía cargar con eso y encima ser así de rápido?.