Cap. 73: Desde Kriptón con odio

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Un mensaje apareció en cada televisor, en cada radio, en cada computadora y en cada teléfono, del mundo, en los idiomas hablados por las personas de esos países en cuestión.

«Soy el general Zod, he viajado por un mar de estrellas, en busca de uno de mis conciudadanos, el cual se ha hospedado en su planeta, físicamente nos parecemos a ustedes, pero no somos como ustedes; gracias al sol amarillo que baña a su planeta, conseguimos habilidades especiales y.... tenemos razones para creer, que ya lo han conocido y creemos que lo han llegado a adorar como a un dios, entréguenlo a nosotros, o varios de los peores criminales de nuestra galaxia, serán liberados en su planeta»

—Zod... —murmuró Clark, mientras trataba de recordar, donde había escuchado ese nombre.

En un hogar, en Ciudad Nacional, este mensaje era visto por una joven de cabello rubio. —Ese... es un nombre Kryptoniano.

«Kal-El: ven a encontrarte con nosotros, sabrás como encontrarnos, o mira como este mundo, sufre las consecuencias»

En diversos noticieros, varios antropólogos y científicos, se preguntaban quién era el tal Kal-El y algunos antropólogos, decían que, a pesar del tono amenazante del mensaje, los visitantes no eran una amenaza.

Rápidamente, Superman salió de su casa en Metrópolis y se elevó en el aire tanto como pudo, para comenzar la búsqueda del general Zod y su gente.

Al mismo tiempo, la Liga de la Justicia y los Vengadores, aparecieron en el lugar, en cada uno de sus aviones.

—Capitán, no deben de inmiscuirse en esto —dijo Superman, al Capitán América. —Me reuniré con el General Zod.

—No hay garantías de que entregarte, resuelva el problema, Superman —dijo Batman, quien conducía el Bat-Wing.

Una mano gentil, se posó en el hombro del héroe, siendo la mano de Diana, pues ella podía volar, y no solía abordar los transportes construidos por Batman. —Sabes que él tiene razón. Además, hemos logrando muchas cosas... —Su voz se perdió— "todos juntos"

—No creo que sea nuestro último encuentro —dijo el héroe. —Iron Man, trae tu Armadura más poderosa. Bat, prepara todo cuanto tengas a la mano, que pueda contra el súper oído, grito sonido, aliento de hielo, visión de calor y súper fuerza. —Batman asintió, miró la nave de los Vengadores. —Aún no sabemos qué pueda penetrar mi piel, Black Widow, pero voy a pedirte, que busques el calibre más poderoso, que esté en manos del ejército americano, y busquen como reforzarlo. —Miró al Capitán América y luego a Wolverine. —Ya sea con... Adamantium, o con Vibranium. Zod no viene en son de paz.

—Estaremos listos —dijeron los Vengadores y la Liga de la Justicia.

—Forzaré la reunión en el desierto del Sahara —dijo Superman, antes de salir volando, hacía el norte.

Varios aviones del Ejército Americano, siguieron a Superman, hasta el desierto del Medio Oriente, desde donde se comunicaron.

«¿Qué está haciendo allí?» Preguntó el general.

«Parece estar esperando al general Zod, cambio.» Contestó uno de los pilotos de aviones.

«Señor, estoy viendo Objetos Voladores No Identificados, a las doce en punto, cambio.» Dijo otro piloto, el cual tuvo suerte de virar el avión, para que los tres Kryptonianos no chocaran con él.

«¡Señor, uno de los Kryptonianos se ha acercado a Superman con una velocidad superior al ojo humano y....!»

«¿Qué puede ver, soldado?» preguntó el general.

«¡Creo que le han clavado un cuchillo, pues Superman está agonizando y retorciéndose en el suelo!» narró el soldado. «Se está poniendo con la espalda en el suelo, acaba de darle una patada barrida a Zod, y ahora una patada en la mandíbula, se ve débil; el tercer sujeto acaba de atacarle con su visión calorífica, pero Superman está respondiendo del mismo modo... los ha mandado a volar, de alguna forma»

Harry Potter y la Batalla de los ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora