El placer de la venganza

Tres

Llegaron de acuerdo en dormir en un cuarto en el edificio del frente, eran las 4:28 am cuando llegaron y sus cuerpos se desplomaron en la cama.

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— ¿si? — SeokJin había respondido una llamada medio dormido, no había visto quién era o algo así.

— ¿donde estás? —

— ¿que? — su cerebro estaba recién despertando y apenas entendía — ¿quien habla? — grabe error. Su escusa puede ser que ni conocía la voz, pero...

—  ¡¿Que?! ¡Son las 9 SeokJin! ¡¿Dónde. Estas?! —

Al fin su cerebro reaccionó, su cabeza dolió un poco a comparación con su corazón.

— lo siento, estaba tan cansado que me he dormido... — se levanto y vio a Jungkook moverse en la cama, despertando — ¿estas trabajando? ¿Que haces? —

— SeokJin... Te quiero ver aquí en menos de una hora —

—.... Adiós — soltó un suspiro, y se sentó.

— ¿era él? — asintió sin ánimo — ¿que vas a hacer? —

— ¿que vamos a hacer? — rió con amargura — Jungkook, ahorita quiero golpear a ese tal TaeHyung... Y no porque se haya revolcado con mi novio... Bueno si, pero eres mi amigo kook — suspiró, se dio vuelta y acarició la cabeza de Jungkook, su cabello largo siendo un lío en ese momento, sonrió con ternura — lo siento Jungkoo- — el teléfono de Jungkook empezó a sonar y ambos se tensaron.

— ¿hola? — SeokJin noto el miedo y la fragilidad en la voz de kookie y negó, le hizo señas para que este seguro — hola... —

No podía escuchar nada, tampoco quería así que solo le daba fuerza mostrándole su brazo o haciendo caritas.

— no, no... Me fui a hacer una carrera hacia una ciudad vecina... Me pagaron bien, estoy regresando en este momento... — se quedó confundido —.... ¿No? No sé eso Tae, nos vemos —

Ambos suspiraron, mirando un zapato en la esquina de la habitación.

— Jungkook, ¿podemos pasar este día juntos? — estaba sonrojado y jugaba con sus manos — no quiero estar solo... O ver a YoonGi en este momento —

— eso te lo iba a decir — sonrieron con tristeza — llamemos a nuestros empleos y reportemonos enfermos... ¿Una semana? — le pregunto a SeokJin con una sonrisa ladina.

— una semana —

Ambos empezaron a cambiarse mientras marcaban a sus respectivos jefes. Recibiendo regaños y otras palabras más, al final puedieron conseguir su semana libre.

— ¡vamos a cualquier parte! —

— ¡vamos a divertirnos! —

— ¡no va a haber tiempo para la tristez- —

El celular de SeokJin volvió a sonar. Suspiro rodando los ojos contestó de mala gana. Sorbiendo su nariz, si YoonGi sigue llamando lloraría y le reclamaría, eso no era lo que quería.

— ¿que paso? — su voz salió algo fria y dura. No lo había querido así pero, ¿que se podía hacer?

—... Ah... ¿SeokJin? —

— el mismo, YoonGi, ¿que paso? No volveré ¿si? — bostezo — nos vemos... Dentro de mucho YoonGi — y colgó.

— ¿que quieres hacer? —

— dormir —

— concuerdo —

Ambos se acomodaron rápido, pero el sueño no llegó, solo estaban acostados.